Leva “Tudensia” un tempo de silencio motivado por circunstancias persoais que teñen dificultado a necesaria dedicación para abordar os numerosos temas que están agardando unha atención. Neste tempo no libro da festas de San Telmo deste ano 2024 entre os interesantes artigos publicados querería prestar atención especial ao publicado polo historiador José Ramón Fernández Fernández no que documenta un interesante achado no coro da catedral tudense, realizado en 1699 polo mestre Francisco Castro Canseco, como é a primeira representación coñecida dunha camelia na arte galega.
Non
se trata dun asunto menor, ou dunha mera cuirosidade ou anécdota irrelevante mais
aló dun localismo chauvinista, pois a presenza deste representación da camelia
na catedral tudense inxire á nosa cidade e aos artistas que traballan na súa
catedral no coñecemento das novidades aportadas polas exploracións e o comercio
ultramarino, neste caso coas terras do extremo oriente, no que o o reino de
Portugal tiña un elevado protagonismo compartido, xa no século XVII, co Reino
Unido.
Nunha
nova oportunidade evidencíase como a aparente situación periférica de Tui e o
caracter secundario da nosa cidade quedan superadas cando se afonda, sen perxuízos,
na investigación sobre o noso acervo patrimonial. Parabéns ao noso prezado
amigo, José Ramón Fernández, por esta achega aparentemente menor pero que
testemuña como a relación de Tui con Portugal mantívose acesa ao longo dos séculos
integrandonos na circulación das novidades que chegaban ao Reino de Portugal e
que se coñecían a través de Tui, o elo que une os territorios do Noroeste
Peninsular.
La camelia en la decoración
del coro de la Catedral de Tui:
Una representación de 1699
quizás la más antigua conocida en Galicia
Por José Ramón Fernández
Fernández, miembro de número del Instituto de Estudios Tudenses
Durante los últimos años se
viene celebrando con gran éxito tanto de expositores como de público, a “Mostra
da camelia cidade de Tui” organizada por ATUCA (Amigos Tudenses da Camelia), en
el impresionante marco del claustro de la Catedral de Tui. Es evidente que la
belleza de la camelia encuentra dentro de esta arquitectura el lugar perfecto
para su lucimiento. Podemos pensar que incluso los cuatro ejemplares de
camelios en el propio espacio expositivo, más los dos que se sitúan en los
jardines exteriores del conjunto catedralicio son nexo de unión suficiente para
utilizar dicho ámbito como sede de la muestra. Pero la Catedral atesora en su
interior, de forma menos patente, otro puente, otra relación directa con la
camelia, que posiblemente convertiría a la Catedral de Tui en el primer lugar
dentro del arte gallego donde se usa la camelia como elemento decorativo de una
obra escultórica.
Para contextualizar la
importancia de esta afirmación comenzaré por la historia de esta especie del
género Camellia como planta ornamental en Europa. La llegada de la camelia al
continente europeo está llena de conjeturas, pero en los últimos años se consolida
la idea de que son los comerciantes portugueses los que la introducen desde el
lejano Oriente. A partir del tratado de Tordesillas, donde el mundo queda
dividido, quedan bajo influencia portuguesa tanto China como Japón, lugares
donde la camelia tiene su lugar de origen. Portugal llega a China,
concretamente a la isla de Ling Ting en 1513 y a partir de 1543 comienza su
relación con Japón hasta 1638 donde se cierran las fronteras a los extranjeros
hasta el s. XIX. El que los comerciantes portugueses en sus viajes hayan traído
ejemplares de camelias, no sería de extrañar, y que alguno de estos ejemplares
acabe a través de los comerciantes de vino en las islas británicas, el otro
punto que disputa a Portugal la primacía de origen de nuestra flor en el continente
europeo, no es para nada descabellado. Para dicha antigüedad dan fe los que en
estos momentos están considerados los ejemplares más antiguos en tierras
europeas que se encuentran en la quinta del conde de Campo Belo en Vila Nova de
Gaia, fechados a mediados del s. XVII.
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Camelio na Quinta do Conde de Campo Belo en Vila Nova de Gaia |
La popularidad de la camelia
se acrecienta con el paso del tiempo, y es incluida en la decoración de algunas
obras de arte en Portugal. Una de las primeras representaciones son dos paneles
de azulejos del Palacio Fronteira (Lisboa) hacia 1670.
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Azulexos no Palacio dos Marqueses de Fronteira, con representación de camelia no ángulo inferior dereito |
Tenemos el lugar de origen de la expansión del cultivo de dicha especie relativamente cercano a Tui y abrimos la hipótesis de la presencia de ejemplares a finales del s. XVII tanto en Tui como en Valença, que ya comenzasen a destacar por la belleza de sus flores y hojas.
En el año1699 en una reunión
de Cabildo celebrada el 9 de enero se decide la realización de un nuevo coro
para la Catedral. El 6 de febrero se redacta la escritura de concierto y se
firma el convenio de comienzo de la obra entre el Cabildo y Francisco de Castro
Canseco. La obra será dirigida por Castro y en ella colaborarán Domingo
Rodríguez de Pazos además de Benito de Silva y Francisco Valladares. El plazo
de finalización de la obra es de dos años y queda explícitamente destacado en
el contrato que la madera de castaño para efectuar el contrato debe ser
adquirida en Portugal. El 7 de diciembre de 1700 a petición del Cabildo se
realiza un reconocimiento del trabajo por parte de Alonso González de Melide y
se da por entregado.
Dentro del coro encontraremos un programa iconográfico donde se representa la vida y milagros de San Telmo, un amplio calendario integrado por obispos relacionados con el nacimiento de la diócesis, el monacato y también del pasionario tudense y diversos santos de la iglesia universal, rematando todo relieves alusivos a la Virgen. Completan este discurso hagiográfico una serie decorativa muy variada de elementos vegetales, de entre los cuales llama la atención la inclusión en dos de los sitiales de varias flores con sus hojas y tallos que a primera vista son reconocibles como camelias.
Para poder realizar esta
afirmación me puse en contacto con miembros de ATUCA que a su vez solicitaron
el juicio de la vicepresidenta de la International Camellia Society que
confirmo sin lugar a dudas la adscripción al género Camellia.
Si ya de por si la aparición
de dicha representación en fechas tan tempranas tiene importancia aun es mayor
cuando la primera imagen en una lámina de una camelia es del año 1702 realizada
por James Petiver en su obra “Philosophical Transactions”, lo cual me permite
afirmar que el artífice que talla en el coro dicho elemento vegetal lo conoce
de primera mano, al natural.
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‘Thea Chinensis Pimentae Jamaicensis folio, flora
Rosaceo simplici. Chusan’. James Petiver en 1702. |
Aquí se abren infinidad de
vías para afirmar que en 1699 en Tui o en Valença, se encontraría algún
ejemplar de camelia. En estos momentos me encuentro pendiente del análisis de
un ejemplar que por desgracia partió de Tui hace unos años y que hoy se encuentra
en otra población gallega para poder ratificar esta afirmación.
Lo cierto es que esta
representación de la flor de camelia en la decoración del coro catedralicio
tudense, datada en 1699, es la imagen más antigua de esta especie vegetal
llegada a Galicia por aquellos años, encontrando un excepcional acomodo e
integración tanto en el paisaje como en el imaginario colectivo al punto de
ser, en la actualidad, la flor más representativa de Galicia.
(Para la realización de este
trabajo he contado con la inestimable ayuda de Antonio Montes, miembro de
ATUCA, Juan José Cortegoso Durán y Mª Rosario Varela, a los cuales agradezco su
colaboración)