Quantcast
Channel: Tudensia
Viewing all 229 articles
Browse latest View live

"Aventureros tudenses"

$
0
0

Publicamos hoxe un artigo do cronista da cidade, Manuel Fernández-Valdés Costas, publicado en 1953 na revista “Tuy” que editaba daquela o Instituto Laboral da nosa cidade, creado había escasamente tres anos.



A historia da educación pública en Tui é un dos capítulos aínda sen abordar da nosa memoria local. En época moderna será a Cátedra de Gramática que promove a sede episcopal tudense xunto á formación que ofrecen os conventos de San Domingos e San Antonio (de dominicos e franciscanos respectivamente, este último xa no século XVIII) os unicos modos de acceso á educación das elites tudenses.

Será no ano 1838 cando se crea o primeiro centro público, un colexio de humanidades patrocinado polo Concello. Haberá que agardar arredor 1845 para a creación no antigo convento de San Antonio (hoxe Seminario) o primeiro instituto, de terceira clase, no que se integran as cátedras de latinidade e filosofía que mantiña o concello tudense. Pero este instituto desaparece ao crearse en 1850 o Seminario Conciliar. Haberá que agardar a 1933 para que coa II República se cree en Tui un Instituto de Segunda Enseñanza no antigo convento de San Domingos que perdura ata 1939.

Pero nos anos seguintes o concello mantivo a reclamación dun centro de ensino medio que se conseguira no ano 1950 ao crearse o Instituto Laboral que impartía un bacharelato profesional na modalidade agrícola e gandeira, instalándose no antigo hospital da cidade. Con sucesivas transformacións este ensino medio chega ata os nosos días.



Non é agora o momento de documentar este proceso, pero esta introdución é para reseñar que no ano 1952 este Instituto Laboral, baixo a dirección de Clodoaldo Tubilla, crea unha publicación periódica “Tuy” que se edita durante oito anos. A cabeceira da revista escolar é obra doutro afamado artista tudense, Gonzalo Álvarez Besada, profesor deste Instituto.

Esta publicación recolle a actividade do Instituto asi como diversas colaboracións relacionadas cos obxectivos do centro e sobre aspectos diversos da nosa cidade. Unha publicación herdeira da revista do instituto dos anos trinta, “Tude”, que dirixía Xesús Ferro Couselo.

Un dos seus colaboradores é Manuel Fernández-Valdés Costas que no segundo número de maio de 1953 publica un interesante artigo que hoxe reproducimos.

Baixo o título de “Aventureros tudenses” recolle diversas noticias sobre tudenses intrépidos que, lonxe da súa terra, teñen deixado a súa pegada que cómpre non esquecer. E xunto a nomes recoñecidos o cronista tudense nos achega tamén os nomes dos primeiros tudenses que embarcaron, nos inicios do século XVI, cara á Indias, ás terras de América que eran naquel momento o “lugar de promisión” que atraía a tantos “aventureiros” como os define Manuel Fernández- Valdés.

Unicamente engadir a esta lista o nome do grumete “Juanes” Hernández, que emprendeu a travesía capitaneada por Fernando de Magallanes (a quen lle dedicados hai poucos datas un post: http://tudensia.blogspot.com/2020/04/o-grumete-juanes-hernandez-un-tudense.html) xunto con Sebastián de Ocampo. Este último tudense (ás veces se ten dito que de Noia pero dende o descubrimento do seu testamento xa non hai dúbida algunha) foi un dos grandes emprendedores nos primeiros tempos da colonización de América. Foi tamén o responsable do Bajeo de Cuba en 1508 en que circunnavegou a illa confirmando a súa insularidade. Tamén ocupou un dos nosos posts (http://tudensia.blogspot.com/2013/05/sebastian-de-ocampo-mercader-e.html)


AVENTUREROS TUDENSES

Tuy, en orden a su escasa población, puede vanagloriarse de ser una de las ciudades que más hijos ilustres ha dado a la patria en todos los tiempos.

Este fenómeno, señalado repetidas veces tiene fácil explicación. Situado Tuy en una zona fiscal en donde las pocas industrias permitidas y el comercio intervenido viven en precario, no presenta horizontes a las juventudes de la clase media que no ven más perspectiva que nutrir las aulas universitarias o buscar mejores horizontes en la emigración.

Esto explica el gran porcentaje de la tudenses con carreras universitarias o burocráticas y explica también por qué los tudenses se han expandido por todo el mundo llevando su audacia o su saber a todas las latitudes.

Y así vemos triunfando en Portugal al eminente jurisconsulto Caldas Pereira; y en Francia al insigne médico filósofo Francisco Sánchez deja huella indeleble de su paso. Y en las antípodas, bajo las selvas australianas, evangeliza salvajes el benedictino Padre Salvado. Y el beato Antonio de San Buenaventura, ciñe en Japón la corona del martirio. Y otros triunfan en Chile, y en Argentina y en Filipinas…

En Filipinas un Capitán General funda un pueblo, hoy muy próspero, al que llama Tuy en memoria de la patria de su padre, el exministro de la Guerra y también Capitán General, D. Laureano Sanz.

¿Y quién sería el aventurero que dio el nombre de Tuy a un río de Venezuela? ¿Sería acaso uno de los buscadores de oro enrolados por el alemán Welser, que recorría los Llanos de Venezuela en busca de El Dorado? ¿O más bien un oscuro soldado de Quesada que por su audacia logró acaudillar un grupo de aventureros?

Misterios que nunca desvelará la historia,

Apenas transcurridos veinte años del descubrimiento de América, en plena fiebre de exploraciones y conquistas, comienza en España la emigración, la sangría eterna que todavía no terminó. No les arredra atravesar el proceloso Atlántico en frágiles barcos de vela, juguetes de los vientos y de las olas, ni las fieras ni los reptiles de sus florestas vírgenes, ni los salvajes indígenas que defienden su territorio con armas impregnadas de un sutilísimo veneno, ni el clima hostil, mucho más mortífero que los hombres y que las fieras. Les empuja la fiebre del oro. El Vellocino de oro, ayer como hoy, es el ídolo que arrastra a las multitudes.

Tuy no va a la zaga en esta corriente. En el “Catálogo de Pasajeros de Indias” de Bermúdez Plata, extractado del Archivo de Indias, que abarca desde el año 1510 al 1559, figuran los emigrantes gallegos en la proporción siguiente:

Orense: 22 emigrantes
Tuy: 17
Pontevedra: 14
La Coruña: 13
Lugo: 6
Bayona: 5
Santiago: 4
Ribadeo: 4
Vigo: 3
Redondela: 2

¿Cuántos habrán triunfado? Que historias maravillosas podrían contar de sus aventuras.

Pero nada sabemos. Solamente el Archivo de Indias, con minuciosa escrupulosidad, registró sus nombres y filiación que vamos a exhumar para que no queden en el polvo del olvido:

Juan Pérez de Tuy, hijo de Pedro Alfonso y de Inés González. El 13 de diciembre de 1512 se embarcó para las Indias

Juan Fernández de Tuy. Hijo del anterior y de Catalina Alonso. Embarcó el 9 de marzo de 1513 (no se consigna el destino).

Juan Hernández. Hijo de Juan Paez y de Catalina Alonso. Embarcó el 4 de septiembre de 1513.

Hernand Pinto. Hijo de Juan Alonso del Rio y de Catalina Pinto. Embarcó el 12 de noviembre de 1513.

Cristóbal Gallego. Hijo de Alonso Rodríguez de Arbeloso y de María Díaz. Embarcó el 11 de noviembre de 1516.

Lucas de Tuy. Hijo de Juan Vázquez y de María Sánchez. Embarcó el 21 de febrero de 1517.

Francisco Correa. Hijo de Francisco Govea y de Catalina Correa. Embarcó para Cartagena de Indias con el Capitán de la Armada Rodrigo Durán, el 12 de junio de 1534.

Juan Rodríguez de Mendas. Hijo de Alvaro de Gemendaenz y de Constanza de Gemendaenz. Embarcó para Nueva España el 4 de agosto de 1536.

Manuel de Acebedo. Hijo de Juan Fernández y de Beatriz González. Embarcó para Santo Domingo el 8 de enero de 1537.

Francisco de la Rosa. Hijo de Francisco de la Rosa y de Juana Martín. Embarcó para Perú em 8 de enero de 1537.

Gregorio Baes. Hijo de Luis Baes y de Malgarida Puella. A Tierra Firme el 21 de abril de 1537.

Leonor Alonso. Hija de Álvaro de Tuy; sale para Santo Domingo en compañía de sus hijos Álvaro y Antón Hernández el 12 de mayo de 1539.

Juan Martínez. Hijo de Francisco de Morín y de Inés Martínez. Sale para Nombre de Dios el 20 de agosto de 1539.

Antonio Díaz. Hijo de Diego Álvarez y de Juana Díaz. A Nombre de Dios el 20 de agosto de 1539.

Inés Doya de Benavides. Hija de Alonso de Cuéllar y de Inés Doya de Sotomayor. Sale para Perú el 27 de noviembre de 1559. En el archivo dice “hijo”; acaso Inés sea también nombre de varón.

Francisco de la Cruz. Hijo de Gonzalo Álvarez Franco y de Isabel Álvarez, a Santo Domingo el 12 de marzo de 1540.

Cristóbal de Azevedo, soltero, hijo de Andrés de Acevedo y de Isabel Núñez. Embarca para Nueva España el 20 de marzo del 1559, como criado del licenciado Vasco de Puga.

En esta relación no están incluidos, como es natural, los nautas tripulantes de aquellas gloriosas naos, siempre con la vida suspendida sobre el abismo, ni los guerreros que formaron en las huestes de los conquistadores, héroes anónimos que aportaron su concurso de la Epopeya Nacional, pero cuyos nombres no recogió la Historia.

Manuel Fernández – Valdés
En “Tuy: publicación del Instututo Laboral”, ano 2, nº 2, 15 de maio de 1953, p. 6.


"El Lazareto de Valença" e a canción do "bicho"... humor fronte a epidemia

$
0
0

A actual pandemia debida ao coronavirus é oportunidade para lembrar antecedentes históricos de pestes e andazos na fronteira entre Valença e Tui, daquela era o temor ao cólera (cólera-morbus) que periodicamente afectaba as poboacións de moitos países ocasionando importantes mortandades. Xa recollemos en Tudensia algunhas referencias a episodios pestíferos ( ver: http://tudensia.blogspot.com/2020/03/as-pestes-en-tui.htmlou hai xa varios anos: ( ver: http://tudensia.blogspot.com/2009/01/peste-e-fame-en-tuipor-juan-miguel.html)

Estación sanitaria fronteiriza de Tui, 1918 - Foto: Gonzalo Gutierrez

Outros episodios deste combate periódico contras o cólera tiveron lugar entre os anos 1844 a 1849 en que existe unha epidemia que percorre toda Europa e chega tamén aos nosos territorios. Tamén hai constancia de mortes en Valença nos anos 1853 e 1854, ordenándose a creación dunha Comisión de Hixiene Pública en abril de 1854 que se reuniría diariamente para avaliar a situación e as medidas a adoptar.

O historiador valenciano Manuel Augusto Antunes Pinto Neves no seu libro “Valença da fundaçao á eurocidade” recolle os seguintes datos: No día 21 de abril de 1854, acordou a Comissao os seguintes pontos: 1. Que as mercadorias importadas do País vizinho para o Cais desta Vila serao embarcadas ata o meio do río e dali baldeadas, ou passadas, para outro barco, e nele transportadas, e somente neste caso lle será permitida a introduçao (...) em 28 de setembro, dado que voltara a ameaça desta epidemia, e por ordem da Direcçao-Geral de Saúde, foi instalado un lazareto no lugar do Cais, devido á grande afluencia de possiveis infectados. De registar que em 3 de outubro já existiam 73 quarentenarios. Na verdade, a 17 de outubro como consta nos arquivos da Administraçao do Concelho “foi tal a afluencia de passageiros de primeira classe hoje no Lazareto que nao havia acomodaçao possivel e razoável. De acordo como o Director forom vinte para o Hotel do Cais” (...) Na margem esquerda do río, próximo aos locais onde se verificava a passagem das barcas. Foram colocadas doze barracas de colmo para albergar os militares do Destacamento de Administraçao de Saúde Militar, formando o “cordao sanitário”, que se estendia desde S. Pedro da Torre ata Friestas, e tinha como obxectivo o controle dos barcos portugueses”.

No caso tudense Suso Vila comenta: En 1885 la epidemia de cólera que afecta a España también tendrá consecuencias en Tui y Valença. Este episodio epidémico sería coetáneo de la construcción del ferrocarril y el Puente Internacional sobre el Miño. Las medidas para evitar el contagio y la propagación de la enfermedad entre ambos países no sólo se quedarían en las habituales de cuarentena, la construcción del puente establecería medidas restrictivas como la separación de los trabajadores portugueses y españoles. Las medidas sanitarias en la frontera, con los recurrentes brotes epidémicos, provocaban un gran malestar no sólo a los viajeros, también al comercio de Tui y Valença. El exceso de celo en el cumplimiento del cordón sanitario y los abusos eran motivos habituales de tensión social entre las dos poblaciones, sobre todo cuando tales prácticas sanitarias se veían como ineficaces. Este motivo serviría de inspiración para burlarse de las condiciones y métodos empleados a través de comedias, como la que realizarían los oficiales del regimiento de Infantería nº 8 de Valença en 1857 al representar en el teatro la comedia en un acto “Cólera Morbus”. El escarnio del cordón sanitario dejaría en la memoria popular de Tui obras satíricas que alimentaban algunos momentos de tensión social a un lado y otro de la frontera.

Tamén no lado tudense foi construído un pavillón de desinfección para realizar no mesmo os tratamento profilácticos precisos de prevención dos viaxeiros que cruzaban o río Miño na barca de pasaxe e logo a ponte internacional. Un pavillón que chegou ata a segunda ou terceira décadas do pasado século.



Sempre o humor foi unha eficaz ferramenta fronte ao medo e a sociedade buscará desdramatizar estas situacións de perigo público. Así o 18 de xaneiro de 1885 se estea en Vigo no Teatro-Circo Tamberlick unha obriña de teatro, un apropósito titulado “El Lazareto de Valença” con letra de Hipólito León e música do tudense Prudencio Piñeiro, que voltou representarse de novo en Pontevedra o 2 de febreiro. A peza foi editada co seguinte título “El Lazareto de Valença. Apropósito cómico-lírico hispano-portugués” pola Tipografía de Lema e Hijos, na rúa do Príncipe 21 da cidade olívica. A función realizada en Vigo é con caracter benefico para recadar cartos para as familias dos trece naúfragos vigueses do barco “Victoria”.

Esta peziña teatral que podemos consultar online en Galiciana (http://biblioteca.galiciana.gal/es/consulta/registro.do?id=8134) ou tamén no blog tudense Ferruxadas onde figura transcrita polo noso amigo Javier Rodríguez Vázquez (https://ferruxo.blogspot.com/2016/06/el-lazareto-de-valenca.html). É unha obra satírica sobre as medidas de control establecidas en Valença no lazareto instalado ao efecto para que os viaxeiros puidesen ser desintoxicados (“fumegados”) e pasasen a corentena establecida. A obra realizada en ton humorístico, case burlón, adoita todos os estereotipos sobre os portugueses (Aquí acabouse o mundo e comenza Portugal) na procura da risa fácil dos espectadores sen deixar de ser unha crítica ás medidas adoptadas e as incomodidades que elas implican. Pola súa banda similares personaxes por parte española: andaluza, asturianos... cos seus “dejes” e acentos para remarcar o aspecto cómico das escenas.

Os autores eran ben coñecidos no Vigo daquel tempo. Hipólito León foi redactor de Faro de Vigo desde os primeiros tempos deste xornal e secretario da Casa de Caridad de Vigo, faleceu en 1912. Prudencio Piñeiro foi un acreditado músico, compositor, profesor, etc.; residiu en Vigo ata 1910 e noutras localidades galegas e tamén en Portugal onde  acadou tamén recoñecemento; entre as súas obras destacan “Que ten o mozo” e “¡Como chove miudiño!”, con letra de Rosalía de Castro, faleceu en 1920 en Ferrol. Aínda que nalgunha publicación Prudencio Piñeiro é considerado tudense non atopei referencia algunha ao respecto e, dada a traxectoria do músico e compositor, estaría máis que acreditada a súa condición como tudense.

En setembro de 1931 esta peza é representada no Teatro Principal tudense, asi se recolle no xornal El Pueblo Gallego de 20 de setembro. Descoñecemos a razón da recuperar esta obra logo de case medio século. A función está organizada pola Agrupación Artística Tudense e na que tamén se representará outra peza, “Tocino del cielo” de Emilio Mario y Domingo Santoval.: “La bien timbrada voz de que están dotadas las bellas señoritas Consuelo Castillo y Conchita Costas que desempeñan en el “Lazareto de Valença” los papeles de Margarita y Sofía respectivamente, sería suficiente por si solo para asegurar el triunfo de la velada, y si unimos a esto que nuestro buen amigo el festivo Cesar Bouzas, es el encargado de encarnar el papel de Sargento Peixoto, por adelantado se puede dar por seguro un apoteósico triunfo”.



A representación tivo lugar no Teatro Principal o 24 de setembro cun gran éxito: En resumen, una gran jornada para la naciente agrupación deseando que el entusiasmo que ahora les domina no decaiga (...) Un aplauso para la orquesta compuesta en su mayor parte por jovencitos  de la localidad que dieron a la obra su realce correspondiente y dejaron oir en los entreactos bonitas piezas musicales.

Pero o éxito desta actuación foi a pegada que deixou na memoria colectiva tudense. Todos temos escoitado algunha vez na conversa familiar algunha mención a esta obriña de teatro ou o “bicho” e a canción con que comeza esta obra que foi transmitida en numerosos fogares ás novas xeracións.

Rosendo Bugarín no seu interesante libro sobre “La gripe de 1918 en Tui” documenta esta memoria local da obra “El Lazareto de Valença”: Dicha representación forma parte ya del subconsciente colectivo de los tudenses. Recuerdo la multitud de veces que mis tías abuelas, Pepita y Damiana, me contaron en acontecimiento. También recuerdo escuchar entonar la canción principal a mucha gente de Tui como por ejemplo Angelita y Daniel Alonso, a Elías Torres, a Pili Cendón... A su estreno invitaron a las autoridades de Valença do Minho y durante su puesta en escena se levantaron y abandonaron el teatro, lo que estuvo a punto de provocar un conflicto diplomático internacional. Lamentablemente, cuando quise informarme oralmente de este evento, mis esfuerzos fueron infructuosos. Todos los que participaron en él o habían fallecido o estabam muy mayores para recordarlo. Según parece Carlos Pérez “Melenas” formaba parte del coro de guardinhas y el papel de Sarxento Peixoto lo interpretaba César Bouzas. Con la última protagonista que hablé fue con Conchita, la viuda de Meis, pero no fue capaz de darme ninguna información relevante”, e publica sendas fotografías das protagonistas femininas Consuelo Castillo e Conchita Costas.

Reproducimos de seguido a letras desta canción, coa que se abre a representación, e que acadou tanta sona na nosa cidade que aínda hoxe é lembrada e cantada, sempre dende o afecto aos nosos irmáns valencianos. Aínda hai escasos meses nunha agradable xuntanza con Carlota e Darío Álvarez Basso cantaban esta canción que aprenderon de nenos nas festas familiares dos Álvarez Blázquez.

Sargento Peixoto:
Muito olho co microbio
que nao venha para cá,
façan fogo a quen procure
o cordao atravesar.
Soldados:
Ben está, ben está:
ca o bicho nao vendrá
Peixoto:
Cara o Minho ponhan todos,
fique feito xa o cordao
que si o bicho cá se mete
come a gente da naçao.
Soldados:
Ben está, ben está:
ca o bicho nao vendrá.
Cara o Minho, cara fera!
Um, dois, tres. (andando)
Nestes corpos há coragem
Portuguez!
E si ven o tal microbio
Catapum! (apuntando)
Faceremos todos fogo
Pan!, pin! pum! (disparando)


Postada: Feliz 25 de abril aos nosos lectores de Portugal!

P. José Noval, un dominico tudense na China do sec. XVIII

$
0
0

Esta mesma semana publicabamos en Tudensia, nesta serie de posts diarios namentras dura o confinamento, unha entrada titulada “Aventureros tudenses” que recollía os nomes dos primeiros tudenses que embarcaron para as Indias e outra serie de nomes de persoeiros que realizaron algunha acción en terras lonxanas.

Imaxe petrea de San Domingos de Guzmán, circa 1400-1425
Igrexa de San Domingos de Tui

Publicamos hoxe algunhas notas sobre un frade dominico tudense, José Benito Noval, do século XVIII que desenvolveu o seu labor apostólico no extremo oriente, en China. Xunto a Fr. Antonio de San Buenaventura, franciscano tudense martirizado en Xapón en 1628 (ver: http://tudensia.blogspot.com/2008/11/frei-antonio-de-san-buenaventura-un.html) son dous exemplos de misioneiros tudenses naquelas afastadas terras e que merecen ser coñecidos na actualidade.

Para contextualizar a presenza do P. José Noval en China realizamos unha pequena aproximación á presenza no imperio chino da Orde fundada por San Domingos de Guzmán, e presente en Tui dende o século XIII aos poucos anos da morte doutro dominicio, San Telmo.

Antes da entrada na China do primeiro misioneiro dominicano Anxo Cocchi entre o ano 1631 e 1632, os misioneiros españois xa levaban máis de medio século expandindo as súas influencias en Asia. Non se debe esquecer que os primeiros españois chegaron ás Filipinas no ano 1521 baixo o mando do entón explorador e navegante Fernando de Magallanes. No ano 1587 supón  o establecemento da cidade Manila polos españois e a chegada dos primeiros misioneiros dominicanos españois. Os dominicos en Filipinas dedicaran especial atención ás comunidades chinas alí asentadas, que procedían maioritariamente da zona de Fujian. Amais das atencións pastorais os dominicos desenvolveron unha importante actividade intelectual propia do seu carisma: redactan libro en chino, traducións chino-español e viceversa e crean manuais de gramática china e dicionarios.

Sen embargo, eran os membros da Compañía de Xesús os que protagonizaron, en exclusiva ata 1633, os avances do cristianismo en Extremo Oriente con especial incidencia en Xapón e China. Abula Ex debito pastoralis officii do Papa Urbano VIII abría o imperio chino ás órdenes mendicantes, finalizando o privilexio xesuíta.

Misioneiros xesuitas en China, sec. XVII

No ano 1626, despois dunha longa preparación, o entón vicerrei das Filipinas, Don Fernando de Silva mandou unha expedición xunto con cinco misioneiros dominicanos rumbo a Taiwan (ou illa Fermosa para os españois) e estableceu unha colonia no norte da illa. Desta forma, os misioneiros dominicanos chegaron a estender a súa área de evanxelización desde Manila até Taiwan onde xeograficamente servíase como punto de salto para a China, concretamente, á provincia Fujian de China. De feito, a ruta de Manila-Taiwan-Fujian converteuse na premisa da entrada dos misioneiros dominicanos na China, onde os xesuítas xa levaban algunhas décadas de presenza.

O primeiro dominico en establecerse en China será, como xa citamos, Angel Cochi, cunha peripecia ben interesante no ano 1632. Chegan por vontade propia sen compañía de soldados e cos coñecemento da lingua e cultura china adquiridos previamente. Os dominicos se establecen na provincia de Fujian, ao sur de Pekin, e serán sempre un número moi cativo (en 1664 eran 21), con grandes dificultades, e con periódicas persecucións (1724, 1746 e 1755) e alternativamente tempos de permisividade (1735 e anos posteriores). Sirva este contexto histórico para situar a presenza do frade dominico tudense, José Noval, na China na primeira metade do século XVIII.

José Benito Noval naceu en Tui no ano 1711, descoñecendo se a súa vocación relixiosa está ligada ao convento dominico de Tui porque o certo é que ingresa na Orde de San Domingos no convento de San Pablo de Valladolid.

Detalle convento de San Domingos - Gravado da Ilustración Española, sec. XIX


Fr. Aureliano Pardo escribe: “hombre pequeño de cuerpo pero grande de espíritu (...) de ingenio muy despierto y muy aplicado al estudio, unía a su clara inteligencia una gran fluidez de palabra, mereciendo ser elegido colegial de San Gregorio de Valladolid, donde concluyó sus estudios con mucho lucimiento”.

Pese a estas boas expectativas académicas solicitou a súa incorporación ás Misións do Extremo Oriente, embarcando con rumbo ás illas Filipinas en 1736. “Durante la travesía ejerció el cargo de lector de Filosofía de sus compañeros de misión, y al llegar a Manila, se le nombró catedrático de la misma asignatura en la Universidad, hasta que se le destinó con fecha 8 de noviembre de 1737 a evangelizar China, a donde llegó el 21 de junio del año siguiente, desembarcando en el puerto de Moyang na provincia de Fujian. Polas datas que se sinalan o noso frade tudense non tivo excesivo tempo para formarse no coñecemento do chino e a cultura daquel imperio.

O propio relato que seguimos do P. Aureliano Pardo sinala o celo apostólico de Fr. José Benito Noval. Estes frades vivían da acollida proporcionada polos poucos cristián alí existentes, das esmolas ou do traballo: en una ocasión prestóse a servir de criado o mozo de carga a un mercader, a fin de poder insinuarse mejor en su ánimo con el trato cotidiano para conquistarle en unión de su familia a la religión cristiana; cargando muchas veces con enormes pesos, muy superiores a sus fuerzas, pero no sentía la carga ante la perspectiva de ganar aquellas almas (...) A su amor y solicitud paternal correspondían los fieles llamándole el santo padre José, cuyo nombre chino era “Go”.

Un compañeiro na misión, que estaría formada por media ducia de frades como máximo, Fr. Juan de Alcóver, recolle nunha carta como era a misión: entre los frailes tenemos que cuidar de más de dos mil cristianos repartidos en diez y seis pueblos, distantes unos de otros á legua, á dos leguas, tres. Quatro, cinco y seis. No permite este emperador, llamado Kienlung, misioneros en su Imperio, y así tenemos que andar ocultos en las casas de los cristianos, por que si cogen a algun misionero lo llevan desterrado a Macao. En todos los pueblos tenemos Beatas de la Orden para que enseñen la Doctrina á mugeres y muchachos, y ellas asisten quando muere alguna muger, son muy recogidas y observantes, maytines á media noche, ayunos, etc

Continuamos co relato haxiográfico que o P. Aureliano Pardo tomou dunha carta do confesor do frade tudense que envía ao colexio de San Gregorio de Valladolid de onde partira á súa misión: Quiso el Señor manifestar la santidad de la vida y apostolado de su siervo, obrando varios prodigios por su mediación; y cuando se acercaba la hora del premio y del descanso, el reveló el día de su muerte; asi que no hizo caso el santo misionero de la grave enfermedad que el aquejaba y agotaba sus fuerzas (...) hasta el antepenúltimo día de su muerte. Y habiéndole exigido su confesor que declarase por que no había mirado más por su salud en aquellos días, como él le tenía encargado, contestó con lagrimas y sollozos: que no lo había hecho porque sabía de cierto que en tal día (el mismo en que murió) habría de comparecer ante el tribunal  divino para purgar sus grandes culpas.

Faleceu o 15 de marzo de 1744 na misión e poboado de Ki-Tung, acompañado polos PP. Francisco Serrano e Francisco Díaz (logo martirizados naquelas terras): Divulgada su santa muerte por toda la Misión, acudió el pueblo cristiano en masa a venerar su cadáver, con tales demostraciones de duelo, que dichos padres Serrano y Díaz tuvieron mucho que hacer para poder consolar a aquellas pobres gentes que (...) para demostrarle su grande y profunda veneración, invirtierion más de doscientos pesos en las solemnísimas exequias que celebraron en su honor.

Sirvan pois estas liñas para recuperar o nome de Fr. José Benito Noval, O.P. para a nosa memoria local como un “aventureiro” tudense evanxelizador naquelas terras do extremo oriente.

Parlamentarios tudenses VI: Militares (Pedro Cuenca e Alejandro Marquina), propietarios (Joaquín Vázquez de Puga) e republicanos (Severino Martínez Barcia)

$
0
0

Continuamos o relato dos diversos procesos electorais do século XIX e principios do XX no noso distrito, recuperando desta forma o nome de moitos políticos que ostentaron a representación política de Tui nas Cortes ou de tudenses que accederon ao seu escano por outras circunscripcións electorais. Moitos destes nomes, hoxe completamente esquecidos, merecen ser coñecidos.


Nas eleccións de 1863, nas que resultara elixido por Tui o político ponteareán, Sasturnino Álvarez Bugallal, fora tamén electo o tudense Pedro Cuenca e Díaz de Rábago sucedendo ao seu pai, Lorenzo Cuenca, no control político e na representación do distrito da Cañiza. Pedro Cuenca, naceu en Tui o 3 de xullo de 1829. Estudiou Gramática na cidade miñota e posteriormente algún curso na Universidade compostelá, ingresando en 1852 na Escola de Estado Maior. Desenvolveu unha brillante carreira militar. Tiña participado na Guerra de África, acadando o grado de Tenente Coronel, e pasando logo a Filipinas, de onde regresa para ocupar o seu escano no Congreso. Posteriormente foi comisionado para estudiar a organización militar en diversos paises europeos (Francia, Bélxica, Holanda. Prusia, Austria e Portugal); na última guerra carlista ascendeu, por méritos, a coronel; xa como brigadier foi a Cuba na condición de Xefe do Estado Maior daquela Capitania Xeral, ascendendo a Mariscal de Campo. Foi Capitan Xeneral das Illas Canarias. Finou en Madrid, en 1896, sendo Tenente Xeneral e Xefe do Cuarto Militar da Raiña Rexente María Cristina. Foi soterrado en Tui no panteón familiar, hoxe desaparecido.

Comezamos en 1864 un período temporal en que a representación política do noso distrito mudará constantemente, en moitos casos ao acoller a candidatos “cuneiros” que garantían na nosa cidade o seu acceso á cadeira no Congreso: Manuel Mayo de la Fuente, en 1864, tamén o tudense Joaquín Vázquez de Puga y Torres, natural de Cequeliños - Arbo(que voltará ao Congreso en 1869 e 1876, desta volta representando ao distrito de Verín, namentras que en 1872 foi senador representando á provincia de Pontevedra). Vázquez de Puga, dunha acreditada liñaxe, era un importante propietario, que na Desamortización adquiriu numerosas rendas forais procedentes dos mosteiros de Oseira e Melón e logo participou nos negocios ferroviarios. Era deputado da Unión Liberal, do xeneral Leopolo O’Donnell e estivo logo vinculado a Elduayen e ao Partido Conservador.

Alejandro Marquina Álvarez


Neste ano 1863 accede ao Congreso o ourensan Alejandro Marquina Álvarez, casado coa tudense Dolores Kindelán y Díaz de Rábago, polo distrito de Ourense, repite no 1864 polo de Celanova e polo distrito de Vigo en 1869. Dende 1872 formou parte do Senado en representación da provincia de Ourense. Continuou a tradición familiar de carreira militar chegando a Tenente Coronel, tras a súa retirada foi Gobernador civil de Pontevedra, entre maio e novembro de 1874, e, de novo, de abril a setembro de 1875. O 17 de setembro deste último ano foi designado Gobernador civil da Coruña. En marzo de 1876 ditou unha disposición coa que pretendeu regulamentar o servizo doméstico. No mes de maio presentou varias veces a súa dimisión, pero non lle foi aceptada. Finalmente, mantivose no cargo ata o seu pasamento no ano 1876.

Nas eleccións realizadas nos anos 1871, 1872 e logo da proclamación da I República, nas constituintes de maio de 1873, resulta electo polo distrito de Tui Severino Martínez Barcia que formaba parte do Partido Repúblicano Federal, que encarnaba en Galicia o sentimento republicano. Temos escasa información sobre este persoeiro e a súa formación que controloba políticamente o distrito neste período. Este partido en Tui o presidía o médico Eduardo Caballero Canals xunto con Severiano Hortas, vicepresidente, Segundo F. Gándara, como secretario, e os vocais: Plácido Fernández, Máximo Casal e Andrés Herrerín.



Natural de Tui, Severino Martínez Barcia cursa Filosofía e Letras e logo Dereito na Universidade Central en Madrid. Foi elixido deputado polo distrito de Tui en 1871, 1872 e 1873. É dos deputados que votaron a favor da proclamación da I República na sesión do 11 de febreiro de 1873.

Foi xuíz de primeira instancia de Puebla de Sanabria (1872), Sanlúcar de Barrameda (1883), Betanzos, Celanova (1883); fiscal da Audiencia de Pamplona, maxistrado de Tineo, fiscal de Cangas de Onís, maxistrado da Audiencia de Ourense, de Xaén (1895), da de Almería (1901), de Granada (1904), maxistrado da Audiencia da Coruña ata 1907 e despois da Audiencia Territorial de Oviedo ata 1910, en faleceu.

Por último, compre citar a Teofolio Rodríguez Vaamonde, fillo do tudense Agustín Rodríguez Vaamonde e irmá de Florencio Rodríguez Vaamonde, nado en Ribadavia en 1827, controlou políticamente o distrito do Ribeiro durante moitos anos, sendo deputado nos comicios de 1857, 1859, 1863 e 1864, e senador vitalicio dende aquel ano. O Papa Pío IX nomeouno marqués de Vaamonde polas campañas feitas a prol da Igrexa católica no Parlamento. Morre en Madrid en 1898.

Lembranza de D. Antonio Hernández Matias

$
0
0

Hoxe me van a permitir os lectores deste blog que dedique unha lembranza emocionada a D. Antonio Hernández Matias, presbítero, que acaba de finar en Vigo logo dunha dilatada e fecunda vida. Como publica na necrolóxica da diocese de Tui-Vigo, “hizo de todo y se deshizo en todo”, quen quere coñecer a súa traxectoria pode achegarse a este enlace: https://www.diocesetuivigo.org/ha-fallecido-mons-antonio-hernandez-matias/.



Non é a miña intención facer unha semblanza de D. Antonio pois nin me corresponde nin estou capacitado para resumir unha ampla personalidade e traxectoria de tantas décadas ao servizo da diocese dende un traballo constante coa súa modestia, sobriedade e discreción.

Quería dedicarlle unha liñas a D. Antonio pola relación persoal que mantiven con él, dende que alá polo ano 1987 fun contratado como “persoal en práctica” no Museo Diocesano e Catedralicio de Tui, comezando desta forma a miña vida laboral. Naquel momento D. Antonio Hernández Matias ocupaba provisionalmente a dirección destes centros tras a prematura morte de D. Jesús Gómez Sobrino. Con él aprendín os meus primeiros pasos como profesional neste ámbito do patrimonio e a querencia polo traballo ben feito como él mesmo escribiu: “con delicadeza de artista, con paciencia de monje, con rigor de investigador y siempre con sonrisa de amigo”.

Foi tamén unha honra compartir con D. Antonio o proceso de refundación do Instituto de Estudios Tudenses, no ano 2008, onde mantivo sempre, dende a discreción que era unha das súas principais características de carácter, un papel proactivo na dinamización deste centro de estudos sobre Tui e a súa contorna. Participou activamente, namentres foille posible, nas reunións e actividades do Instituto de Estudios Tudenses que perde así a un dos seus membros.

Con membros do Instituto de Estudios Tudenses

Neste labor de estudoso dedicou especial atención á Biblioteca do Seminario Maior, o seu coidado e catalogación, e a diversos aspectos históricos da diocese de Tui-Vigo, especialmente documentou o episcopado de D. Luis Marliano, bispo tudense, sendo D. Antonio o que apuntou a posible relación entre as armas heráldicas que emprega Marliano no muro este da Catedral e as armas heráldicas da cidade de Tui. Destaca tamén o traballo realizado no capitulo sobre “La Iglesia de Tuy y sus prelados recientes (1856-2000)” no volume 14 da Historia de las diócesis españolas editado en 2002 e que resulta unha síntese ben elaborada e de gran utilidade sobre a historia contemporánea da Igrexa de Tui-Vigo a través da semblanza dos seus prelados. Para os interesados figura ao final destas liñas unha relación, non exhaustiva, do seus traballos de investigación.

Chegara as terras de Tui dende as terras de Villalpando porque na nosa cidade vivía dende o ano 1929 un familiar directo seu, o procurador e avogado Gregorio Hernández Matías, que fora alcalde de Salamanca. D. Gregorio tiña vocación tamén de escritor e xornalista (en Tui impulsou o semanario “Hoy” editado entre 1935 e 1936) e con él traballou algún tempo D. Antonio antes de entrar no Seminario. Nun poema publicado por D. Gregorio na revista “Tuy” do Instituto Laboral do ano 1953 remata cuns versos que moi ben podemos aplicarllos ao noso benquerido D. Antonio: “Vale un clavel sin espinas / más que una rosa con ellas”.

Sempre foi unha persoa afable, cariñosa, permanentemente disposta a escoitar e aconsellar... ocupando ás máis das veces unha posición secundaria, fóra de todo protagonismo... nunha síntese entre a súa vocación como sacerdote e a súa vocación como investigador apaixonado, especialmente de libros e documentos, pois fe e cultura nos remiten sempre á busqueda da verdade, do “tesouro escondido” que cando un o descobre xa non deixa de transmitilo... D. Antonio era un deses tesouros escondidos que sempre son necesarios.

Remato cunha pregaria de gratitude a Deus por esta longa vida na confianza que descansa no Señor Resucitado.

Rafael Sánchez Bargiela








Artigos de investigación no ámbito histórico e bibliográfico:

- “Biblioteca del Seminario Mayor de San José de Vigo. Catálogo de libros antiguos (s. XVI – XVIII)” en Tuy, Museo y Archivo Histórico Diocesano II (1977)

- “Colección de impresos y pliegos manuscritos. Biblioteca del Seminario Mayor San José de Vigo” en Tuy, Museo... III (1980)

- “Un incunable del de Durando en el Obispado de Tui-Vigo” en Tuy, Museo... IV (1986)

- “Luis Marliano ( 1463?-1521 ): un obispo de Tuy en la corte de Carlos V”. En Compostellanum, Vol. 31, Nº. 1-2 (Enero-Junio), 1986

- “Luis Marliano ( 1463?-1521 ): un obispo de Tuy en la corte de Carlos V: apéndice documental”. En Compostellanum, Vol. 33, Nº. 1-2 (Enero-Junio), 1987

- “Vacante continuada y entredicho en el Obispado de Tui (1505-1514)” en Tuy, Museo... V (1989)

- “Archivo capitular, Diócesis de Tuy-Vigo” en Memoria Ecclesiae,Nº. 1, 1990

- “El milenario de San Pelayo” en Tuy, Museo... Op. Cit. VII (1994)

- “Documentos e impresos sobre Ordenes Monásticas en la Biblioteca del Seminario Mayor de Tui-Vigo” en Memoria Ecclesiae, Nº. 6, 1995.

- “Episcopologio tudense. D. Luis Marliano (1517-1521). Un obispo de su tiempo”. Castellum Tyde , revista do Instituto de Estudios Tudenses, nº2 (2008).

- “El Seminario Mayor de Vigo: 50 años de historia” en TelmusNº. 2, 2009.

- “Peregrinación a Santiago. Itinerario espiritual de un peregrino con crisis de fe en la mochila. De Roncesvalles a la tumba del Apóstol” En Compostellanum, Vol. 57, Nº. 3-4, 2012, págs. 119-140

Parlamentarios tudenses VII: o cacique da Restauración, Ezequiel Ordoñez González

$
0
0

A Restauración da monarquía borbónica na persoa de Afonso XII no ano 1874  propiciou un réxime sólido e forte, aínda que sen acadar un completo desenvolvemento democrático. O sistema deseñado por Cánovas e Sagasta, polo que estaba pactada a alternancia política entre os partidos conservador e liberal, garantiu unha estabilidade política pero co tempo sentou as bases dunha dualidade política: unha España oficial, a do poder, e outra real que co tempo se imporá coa II República.

Para levar adiante este sistema era un elemento central o control dos procesos electorais, introducindo o caciquismo político como un factor imprescindible no funcionamento do sistema chegando, como será o caso do distrito tudense a unha patrimonialización do distrito en man dunha familia, no caso tudense, os Ordoñez.


Nas primeiras elección deste novo período histórico celebradas en xaneiro de 1876 resulta electo polo distrito tudense un deputado “cuneiro”, o madrileño Francisco Javier Boguerin Acedillo, enxeñeiro de camiños, que no seguinte proceso electoral resultará escollido polo distrito de Redondela.  Foi un dos enxeñeiros pioneiros do ferrocarril español e dende 1858 era o encargado de elaborar os proxectos do ferrocarril Ourense -Vigo. Foi de sempre membro do Partido Liberal.

Outro tudense, como xa sinalamos anteriormente, Joaquín Vázquez de Puga y Torres representará ao distrito de Verín. Pero o mais significativo é que neste proceso de 1876 polo distrito de Cuenca sairá electo Ezequiel Ordoñez González

Nado na vila de Ponteareas no ano 1845, era seu pai José Ordoñez Domínguez, de Tui, que sendo capitán retirado foi nomeado como Comandante de Armas da vila do Tea. Casado coa tudense Teodora González Aznaga tivo en Ponteareas ao seu primeiro fillo, Ezequiel. Rematado o mandato retornaron axiña á vella cidade episcopal onde no ano 1847 naceu outro fillo, Leoncio.

Seguimos o relato do polígrafo tudense Manuel Fernández-Valdés para ilustrar os inicios da vida pública de Ezequiel Ordoñez: “Moi novo pasou a Madrid para estudiar Dereito e para ser menos gravoso aos seus pais, entrou como amanuense ao servizo do poeta Campoamor. Cóntase que un día estalou en Madrid un pronunciamento, tan frecuentes no século XIX, e había unha dura loita polas rúas. Non era posible circular, tras o toque de queda, sen un salvoconduto especial. Pero naquela noite, como todas, Ordoñez non fallou á súa cita na casa do poeta das “Humoradas” e este ficou tan agradecido a esta proba de adhesión, que converteuse no seu protector, ata a punto de casalo cunha rica orfa que era a súa pupila” Julia María García Arana (que morrerá en Vigo en 1877). O poeta Campoamor dedicoulle o mellor do seus “Pequeños poemas”, o “Don Juan”. Pola súa banda, Ordoñez escribiulle o limiar a unha edición do poema “El drama universal”.

De seguro que, como froito desta relación co poeta asturiano Ramón de Campoamor, Ezequiel Ordoñez comezou tamén a escribir colaboracións en diversos medios periodísticos, entre eles o “Boletín Diplomático”.  



Ezequiel Ordoñez foi, de sempre militante do Partido Conservador; andando os anos sería do sector de Romero Robledo (facción do Partido Conservador tras a morte de Cánovas en 1897, caracterizada polo seu pragmatismo e oposta a Francisco Silvela), a quen lle unían lazos políticos e familiares, pois o seu fillo Mariano Ordoñez García (que foi Ministro de Gracia e Xustiza e logo de Facenda) casou coa filla de Francisco Romero Robledo.

Accedeu ao Congreso dos Deputados, como xa apuntamos, no 1876 resultando elixido polo distrito de Cuenca; nas seguintes eleccións de 1879 sairá electo polo distrito tudense repetindo a súa elección en once oportunidades ata 1901.

O distrito tudense carecía dun deputado enfeudado que controlase a vida social e política, Elduayen o intentou con García Maceira, logo os Bugallal con Saturnino Álvarez Bugallal namentres que no Sexenio foi Severino Martínez Barcia o referente do poder, pero ao inicio da Restauración se carecía dun liderado. Ezequiel Ordoñez accedeu á vida política “disposto a representar e controlar o distrito de Tui, foille necesario montar as bases dun novo poder caciquil, o que non lle resultou fácil pola dura resistencia que lle opuxo o único grupo político organizado, o dos carlistas, que dispoñían dun xornal de moita influencia na comarca, La Integridad”. Pese a todo, Ordoñez logrou saír deputado nas eleccións de 1881 e nas seguintes ata 1903.

Aumentaba o prestixio de Ordoñez cando no 1882 o seu futuro consogro Romero Robledo, ministro de Ultramar, nomeouno Subsecretario do Ministerio. Ó mesmo tempo era designado en Madrid Conselleiro do Monte de Piedade e Caixa de Aforros.

Pero o apoio definitivo para eliminar aos carlistas recibiuno Ordoñez do bispo Menéndez Conde que chegou a Tui no ano 1890 co claro obxectivo de eliminar este grupo, por razóns estritamente de estratexia eclesiástica de promover os grupos de caracter conservador en detrimentos destas outras agrupación máis tradicionalistas.  Este grupo carlista reunido en torno ao xornal “La Integridad” apoiaba ao denominado Partido Católico Nacional, coñecido oficiosamente polo nome de Partido Integrista que dirixía o deputado Ramón Nocedal. Os integristas estaban en contra dos grupos liberais e conservadores como os que encabezaba o tudense Augusto González Besada, con implantación na provincia de Pontevedra e outras zonas de Galicia.



Ezequiel considerouse persoalmente agredido polos carlistas cando no ano 1893 La Integridad de Tui trae un candidato “cuneiro”, de Santander, Fernando Fernández de Velasco, para oporse a el nos comicios, ameazando seriamente a súa reelección. Entendeu que aquilo significaba un atentado contra a súa reputación e mobilizou todas as súas forzas ata conseguir, por unha parte que se lle abrisen cinco expedientes a La Integridad e promovendo o embargo da Tipografía Regional onde se imprimía. Por outra parte, o bispo Menéndez Conde disolveu o grupo; tres dos principais dirixentes marcharon da cidade, Manuel Lago González, Antonio Dávila e Victoriano Paradis para fora da diocese. A partir deste momento podemos dicir que Ezequiel Ordoñez xa non tivo oposición en Tui, aínda que La Integridado seguiu atacando pero con menor capacidade.

No ano 1903 foi nomeado polo Rei de España, senador vitalicio ocupando a vacante producida polo pasamento de Antonio Abellán Peñuela, marqués de Almanzora. Tras esta designación, o seu fillo Mariano Ordoñez continuará a “tradición familiar” e será electo deputado pola nosa cidade entre 1903 e 1923.

Podemos comprobar coma a familia Ordoñez exerceu un férreo control político na cidade de Tui e na bisbarra do Baixo Miño ao longo de máis de corenta anos. Un control evidenciado tamén na vida municipal e na vida política local. Aínda que Ordoñez residía en Madrid o control da vida política na comarca o realizaba a través dos seus representantes. No caso de Tui foi especialmente Venancio Lorenzo que axiña ocupou a Alcaldía e tras a sua morte ocupara esta representación no distrito o rexistrador da propiedade José Herraiz. Os ordiñistas tiñan como voceiros os xornais “El Vencejo” y “El Aloya”, namentras que a oposición se expresaba en “La Opinión” e sempre en “La Integridad”, aínda que agora con moita menos virulencia.



Entre outros cargos públicos Ezequiel Ordoñez foi vocal do Consello de Sanidade, Director Xeral de Correos e Telégrafos, de Obras Públicas e de Beneficencia e Sanidade, Vicepresidente do Consello de Filipinas e posesións do Golfo de Guinea, e 1890, e Subsecretario do Ministerio de Ultramar, en 1892. No Congreso dos Deputados foi durante varios anos secretario e finalmente vicepresidente, entre os anos 1876 e 1883.

Ezequiel Ordoñez salientou tamén pola súa implicación no mundo dos negocios, tanto no ámbito da industria do ferrocarril, na azucreira (participando nas indistrias de azucre en Antequera da familia do seu xenro Romero Robledo) ou con negocios en Filipinas (en algunhas fontes sen confirmar indican que a súa estadía naquelas illas foi para fundar, con outros socios, a cervexeira “San Miguel”).

Nesa estadía en Filipinas casou, en segundas nupcias, en 1884 con Juana María Lecároz Anareta (1856-1892), unha mestiza de gran beleza, con quen tivo tres fillos (Jaime, Blanca -que sería logo a famosa condensa de Montarco- e Enrique).

De seguro que a experiencia acumulada nos cargos políticos e nos negocios deulle a base de coñecementos para a edición dun libro titulado “Guia del ferrocarril del Norte”.

Finou en Madrid o 20 de outubro de 1918, sendo soterrado na Sacramental de San Isidro.



A figura de Ezequiel Ordoñez está vencellada, ao longo das últimas décadas do século XIX, a múltiples iniciativas de obras públicas e desenvolvemento social e económico do sur de Pontevedra: construción da vía férrea, da ponte internacional de Tui, etc. Paralelamente a súa figura é un exemplo sobranceiro da vida política da Restauración, amosando coa súa traxectoria o funcionamento do sistema caciquil característico da época da Restauración, especialmente o férreo control que algunhas elites sociais e políticas mantiñan sobre a vida política do noso distrito electoral.

Aí ven o maio....

$
0
0

A celebración dos “maios” xorde como unha festa que manifesta a ledicia pola chegada da primavera, do novo agromar do mundo vexetal. Por eso estas celebracións son propias das sociedades agrarias onde estes ritos posúen un carácter propiciatorio, para garantir a colleita que asegura a propia vida.


En Galicia tamén existen numerosas manifestacións do que se deu en chamar o “ciclo do maio” que, por mágoa, en moitos casos desaparecen a medida que avanza a transformación da nosa sociedade. Moitas destas manifestacións evolucionaron e foron cristianizadas.

Comezabamos así no ano 2009 unha entrada neste blog sobre a celebración na nosa cidade da festa dos maios, unha tradición secular que dende os inicios dos anos sesenta do pasado século xa non se celebra en Tui.

Na actualidade, fóra do ámbito escolar que continúan realizando maios dentro das súas actividades docentes, fican aínda expresións deste ciclo do maio, como é a colocación de xestas floridas nas portas e nos vehículos na xornada do 1 de maio. Cada vez en menor medida pero seguimos contemplando anualmente estas testemuñas da nosa cultura tradicional. Os nosos veciños e irmáns de Valença -dos que estamos agora illados polo peche de fronteiras- manteñen a tradición das “maias” en portas e balcóns, e mesmo a Cámara Municipal leva anos empeñada na conservación e promoción desta tradición, que expresa unha vez maís a nosa cultura e identidade común do noso territorio. Agardamos que en anos futuros, superado o confinamento e a crise do Covid, tanto tudenses como valencianos promovamos estas expresións tradicionais do noso patrimonio cultural inmaterial.



A conservación e defensa deste acervo intanxible é unha responsabilidade para a nosa sociedade, pois aínda podemos frear a perdida deste importante legado que nos transmite a nosa propia identidade e que se expresa en tradicións como esta dos maios, ou nas tradicións orais de lendas e contos, cantigas e adiviñas.... que se olla aínda nos nosos campos nos valados, nas minas, nas levadas, nas construcións de pedra seca, nos marcos, nas acequias ou pozas, nas fontes e nos lavadoiros, nas corredoiras e congostras, nas cruces e almiñas ... elementos considerados “menores” do noso patrimonio que tantas veces son destruídos ou perdidos ao considerar en que carecen de valor, xa non teñen uso ou nos dificultan calquera nova actuación no territorio. Sen embargo o seu valor é intanxible, son os elos que nos ligan coa nosa historia, coas nosas tradicións e costumes, coa nosa singularidade... perdelos é renunciar a unha parte de nós mesmos aceptando un pretendido progreso que altera a nosa identidade. A conservación do noso patrimonio inmaterial ou intanxible (ás veces tamén denominado etnográfico ou antropolóxico) é unha tarefa colectiva, unha responsabilidade de todos e cada un de nós moito máis que de calquera institución ou administración.


Hoxe, como apuntabamos antes, recuperamos o post de hai xa once anos sobre a festa dos maios tudense para reivindicar a necesidade de non renunciar á conservación deste importante acervo cultural antes de que se perda irremediablemente:

Na nosa bisbarra conservamos algunha tradicións vencelladas ao ciclo do maio como o monumental arco que por San Brais erguen os veciños de Tabagón ou os ramos procesionais de Budiño, ou a tradición de colocar nos coches nesta xornada unha ponliñas de xesta.


Carecemos de noticias sobre os maios na nosa cidade, agás as relativas a súa derradeira etapa, nos primeiros anos da década dos sesenta do pasado século; de seguro que era unha festa tradicional que fora decaendo cos anos, e así o Centro de Iniciativas e Turismo tudense dirixido daquela por Manuel Fernández-Valdés Costas, con Julio Bugarín Montes como secretario, comezaron a convocatoria dun concurso de maios, “velando por la conservación de nuestras tradiciones”, en colaboración coa Delegación Local do Frente de Juventudes.

Iniciativa que proseguiu nos anos seguintes a nova directiva do CIT presidida por José Casal Aboy e, entre outros, con José Aparicio Fernández como Vicepresidente e con José Durán Sierpe, o lembrado “Che Durán”, como delegado de festexos e excursións.

Os últimos anos de celebración na nosa cidade da festa dos maios, foron pois os anos 1960 ao 1963. A data de celebración era nos primeiros días do mes, algún ano o 2 de maio e outros o propio dia 1. Tamén variou o seu horario, primeiro na tardiña e xa no 1963 foron de mañá, pero sempre no mesmo lugar: o paseo da Corredoura.



Dada a época as bases do certame regulan o aspecto máis transgresor da festa, as coplas: “los grupos que deseen tomar parte en este simpático concurso, pueden realizar su inscripción en este centro de iniciativas a la mayor brevedad, debiendo presentar las coplas autorizadas por la Delegación Provincial del Ministerio de Información y Turismo”.

Os premios eran en dúas categorías, para os “maios” de 150, 100 e 50 pesetas e con similares cantidades premiábanse as mellores coplas.

No ano 1961 resultou gañador o maio presentado polo grupo “D’os Coreanos” do Fogar Padre Salvado, esta mesma agrupación cantaba as súas coplas tituladas “Criticando, criticando”, moi propias do espírito da festa, con letras como as seguintes:

Este noso maio
e mui bonitiño
pois temolo feito
con moito cariño


Feito pra animar
a esta boa xente
qu solten perriña
e Dios a conserve.


Se tiramos do novelo
moito podemos falar
c’as cousas do Municipio
que sacamos a airerar.

Falaremos suave
pra non molestar
daremos unha d’area
de despois outra de cal

Estamos muy contentiños
cos proyeutos d’este Alcalde
imos ver si será un feito
ou será falar de balde.

A os que o rodean
sacúdeos ben
teñen qu’andar dereitiños
e depresa como un tren

Nosas comunicacións
funcionan como lle cadra
o teléfono e correos
e os coches que son tartanas

Si queres viaxar
hasta Pontevedra
tes que facer máis trasbordos
que para ir a Venezuela.

Mesmo o xornal “Faro de Vigo”, patentizando o seu importante papel na vida local, non escapaba da crítica dos compoñentes do “maio”:

O corresponsal do “Faro”
que non sea mentideiro
que cando mande as noticias
non lle chame o blanco, negro.

Estamos doídos
porque o ano pasado
non nombrou os nosos versos
e puxo outros cambeados

Maios en Pontevedra, ano 2018

Elementos propios desta festa eran a crítica da vida local e a petición de cartos que facían os compoñentes do “maio” cando percorrían a cidade amosando o seu maio, con figuras xeométricas, sobre todo cónicas, ou mesmo cruces floridas, cantando as súas coplas, e así o relatan

Inda que nos propuxemos
non cair nada pesados,
van salindo muitas cousas
que son a salsa d’os “mayos”.

Hasta outro ano,
que o pasen ben,
que teñan moita sorte
inda que nada nos den.

Nese mesmo ano 1961 foi a agrupación “Os rebeldes” quen acadou o primeiro premio en coplas, namentres que no seguinte ano foron os membros do grupo “Os cativos”, que cantaban coplas como as seguintes:

Ánimo, señores,
empuxemos todos
para que Tui non morra
e conserve os seus tesouros.

Tui está enfermo
e hai que curalo,
e ver si nos damos
algunha no cravo

Para criticar cousas
hai un gran filón
solo con meterse
coa Corporación

Visiten señores
nos Catedral,
e ó chegar á porta
volvan para atrás.

A ver quen encarga
de que estea abert
porque o letreiro
e tan solo leria.


Isto vai para aqueles
a quen lle compita
a Cámara de Comercio
diganos qué pinta

Neste ano 1962 de novo "Os Coreanos" participan no certame e as súas copla versarán encol das obras da nova Casa do Concello:

Xa que discorriron pouco
na feitura do axuntamento
que lle dean fin a esta obra
anque teñ pouco xeito.


Xa non ten remedio
¡que se vai facer!
as cousas tan descompostas
non se poden compoñer.


Os maios tudenses tiñan, segundo Clodio González Pérez, como figura tradicional unha cruz de madeira, recuberta con fiúncho e adobiada con flores, que portaba un neno que, coma os seus acompañantes, ía con coroa e bandas florais.

Tamén era tradicional en Tui a presenza das “maias”, como as describía o estudoso tudense Manuel Fernández Valdés: “un niño adornado con corona y banda de margaritas silvestres –“maravillas”- lleva la cruz (de madera cubierta de hinojo y de flores) y le rodean otros niños adornados con maravillas, las estrofas son en gallego y castellano y empiezan:

Sal mes de mayo,
Sal primavera,
Sal luz y encanto
Que alegras la tierra

Esta é unha tradición máis urbana e soían pedir para “Felipe Santiago”, pois a festa relixiosa do día un de maio estaba dedicada, ata a reforma litúrxica, aos apóstolos Felipe e Santiago, o Menor. Eran “maias” xa cristianizadas e que, as veces, ían acompañadas de arcos enfeitados con flores, fitas de cores, etc.

Maios "escolares" en Tui, ano 2010


Dende o ano 1963 os maios deixaron de percorrer as rúas de Tui e achegar a súa irónica visión da vida colectiva. Nos últimos anos, de novo realízanse algúns maios na cidade tudense cinguidos agora a actividade docente dos nosos colexios. Sería boa cousa recuperar estas vellas tradicións que afondan no patrimonio inmaterial tudense.

O relato tudense do século XI da viaxe de Trezenzonio (San Terzón) á illa do Paraíso

$
0
0


Xosé Luis Méndez Ferrín é un dos referente da literatura en Galicia cun amplo abano de obras de grande altura, pero xunto con elo é tamén un estudoso da historia literaria do país e da súa cultura. Entre outras moitas actividades publica semanalmente unha páxina, no suplemento do sábado de “Faro de Vigo”, que baixo o suxestivo título de “No fondo dos espellos” ofrece sempre unha páxina de interese sobra a cultura de Galicia.

Mapa mundi do Beato da catedral de Burgo de Osma - 1086
Represetación de Galicia e o Faro - Torre de Hércules

No pasado mes de decembro de 2019 publicou ata tres artigos sobre un texto ou relato do século XI titulado “Trezenzonio de Solistitionis Insula Magna”. De escritor descoñecido, redactado polo monxe Trezenxonio, describe a súa chegada a Galicia, despoboada tras a invasión árabe, chegando ata o Faro Brigantium (Coruña) e tras ollar unha illa, achégase ata ela nunha barca. A illa é paradisíaca e conta cunha gran basílica dedicada a Santa Tegra. Permanece sete anos na illa ata que recibe o mandato de abandonala, pese a súa resistencia. Os alimentos que transporta dende a illa no seu retorno como proba da súa estadía podrecen ao chegar a terra, descubrindo que Galicia xa está repoboada. Remata o seu relato Trezenzonio dicindo que retorna a Tui onda o seu bispo Adelfio “que me educara, na infancia, en erudición e liberdade igual ca un pai educa aos seus fillos”.

Tal como sinala o relato a súa acción se situaría no século VIII, tras a conquista árabe da Península Ibérica, e aínda que a súa estadía na illa a cifra en sete anos (cifra simbólica), o contexto xeográfico que presenta no relato diriamos que pasaron arredor de tres séculos, aínda que o bispo tudense Adelfio está documentado nas últimas décadas do século VII (denantes da invasión árabe). A oración que recita Trezenzonio ao iniciar a súa viaxe evoca textos da liturxia visigótica o que xustificaría a mención ao bispo Adelfio que está presente nos concilios de Toledo XV e XVI dos anos 699 e 693 respectivamente. Incongruencias temporais que non afectan ao relato e o seu interese.

Polo seu interese intrínseco e para todo o que logo comentaremos cómpre coñecer o relato de Trezenzonio que nos achega Xosé Luis Méndez Ferrín no referido artigo de “Faro de Vigo”.

Traducción do relato galego-latino do século XI “Trezenzonio de Solistitionis Insula Magna” segundo o texto fixado por Manuel C. Díaz y Díaz: “Visiones del Más Allá en Galicia durante la Edad Media”. Compostela 1985.

Eu, Trezenzonio, resolvín escribir sobre o que a Illa Magna Solistición é. E non tanto da súa fragante amenidade como da santidade no seu ámbito. Quixen deixar constancia dalgunhas cousas e contala con concisión. Resúltame imposíbel, certo, reflectir a prolixidade da materia que escollín. Reducirei a un compendio minúsculo todo o que poidera dicirse do estado e situación da illa citada.

E ben, cando as poboacións de Galicia toda foran extirpadas polos ismaelitas infieis e transformadas en toqueira de feras, eu, Trezenzonio, entrei senlleiro nas soedades de Galicia. E, despois, de pervagabar polas bisbarras ermas, cheguei ao Faro de Brigantium. Ao eu exergar de lonxe o seu cumio, fun achegándome máis e máis, con estupor sumo, para comprender de que se trataba.


Daquela, eu ascendo ao alto do Faro e acho que estaba alí o Espéculo coa súa enorme magnitude e o seu poderoso fulgor. Ao raiar o sol, o Espéculo fornecía a visión esplendorosa do todo o que no mar hai. A luz ao ferir no Espéculo aumentou o poder da miña ollada ordinaria. Dúas ou tres veces eu vin, entre as máis remotas ondas do mar, unha illa. Descín do Faro pensando para min como podería viaxar a aquela illa.

E construín un barco con moito traballo e durante moitos días sen comer cousa que non fose verduras ventureiras e carne de animais salvaxes. Subín á nau non sen antes facer, postrado, oración a Deus con estas verbas: “Gárdame, Señor, ou custódiame, xa que á túa fiúza me encomendo e me poño so o arbitrio da túa vontade, rei de reis, e creador de todas as cousas cantas hai. Xa que a Pedro Apóstolo tendiches a mao cando afondaba no mar, a min, pecador, dame tamén o auxilio da túa destra. E guíame, tirándome o medo e sen perigo á Illa que te dignaches revelarme. Era case a hora prima cando eu, Trezenzonio, subín a bordo daquela nave.

E navegando felizmente a foz do río Berbecaria, que leva á Illa, arribei en bon estado sendo hora case sétima. E desembarquei nun campo longo cuxo fin non alcanzaba a ver. Camiñando durante oito días, din chegado á extrema daquel campo. Alí vin unha basílica de marabillosa grandeza e admirábel obra. Era alta de case 51 cóbados. De anchura, 61. O xiro redondo era de 300 estadios. Por parte: ousos, 8; pórticos, 4; sagrarios, 10. Había alí catro tesouros encheitos de riquezas, ou sexa: códices e obxectos prezosos de liturxia sacramental. A basílica estaba pisada de lastros cristalinos e esmeraldinos, de xacinto e carbúncolo. En meogo da igrexa, un altar marmóreo. En roda del, esteos de ouro sobre  pavimento de vidro purísimo. Os manteis do altar estaban tecidos de fío de ouro e facían imaxinar a refulxencia do Sol.

Sobre o altar de santa Tegra, que alí ten o seu xacigo, un epitafio dicía que a basílica estaba en honra fabricada e dedicada á Santa. Na parte dereita, un sepulcro feito dunha pedra prezosa mais de nome ignoto. Na cabeceira deste sepulcro líase unha placa marmórea así inscrita: “Aquí xacen Cirilo e o seu discípulo Flavio”.

Eu, Trezenzonio, naquela illa morei só, alimentándome con carnes de ave e carneiro e mais do mel que fabricaban as abellas… en (días) cuxo número non pode ser contado. Alí, o perfume que exhalaba a herbaxe e as mazáns non podería ser descrito. Alí, o vivir era egrexio: nin calor excesivo, nin inverno importuno, senón primavera permanente. Non se coñecía a noite tebregosa senón unha luz clara de estrelas eternais. En troques, arredor da Illa Solistición, adensábase unha néboa e unha escuridade que ollos ningúns podían penetrar senón con permiso da divina revelación. En verdade, nos sete anos da miña permanencia na Illa de Solistición mau pensamento ningún me perturbou nin tristura nin morriña nin fame posuíron a miña vida. Nin idea sórdida, máis sempre a saciedade, o gozo e a ledicia. Tampouco me dominou a somnolencia, senón na cantidade que a humana natureza na súa fraxilidade requere.

Mesmamente non me semella suficiente a admiración que sinto polas marabillas que vin naquel lugar. Vin coros de anxos que salmodiaban a unha voz, noite e día. Na festa de Santa Tegra, cada ano vía algo mais marabilloso: como eran coros outros espíritos celestes que tamén modulaban psalmos. Máis de que serviría se eu, Trezenzonio, fose describindo, unha a unha, todas as cousas extraordinarias que vin na Illa Magna? A beleza e amenidade daquelo é inenarrábel. Pola mañá, os anxos ao partiren deixaban sobre o altar migallas de pan e mais viño. Cando eu comía e bebía aqueles relevos a miña alma enchíase dos arrecendos deliciosos de xeito que durante varios meses vivía satisfeito sen probar outro alimento.

Na parte interior dunha columna marmórea víase inscritos os nomes da Illa Magna de Solistición e o do río, que era Beruocaria.

Transcorrido, pois logo, un círculo de sete anos, lembro que ouvín, con desagrado, unha admonición anxélica que me ordenaba deixar a illa paradisíaca sen gastar mais tempo nela. Q que foi, despois? Eu resistinme a abandonar a Illa. E unha sorte de lepra atacoume da cabeza aos pés e, cegueira, os ollos. Doenzas intolerábeis que Deus me mandaba! Tras dunha terceira admonición, acatei a orde e foime restituída a saúde. Amosóuseme no litoral unha pequena embarcación á cal, compunxido, subo. E sempre gobernado pola divina mao, fun tocar nuns ribas, non maiores, da costa. A carne da ovella e o peixe que levaba a bordo en tanto que vituallas, tan pronto como atracaba en podremia fedorenta se converteron. Camiñando 50 millas cheguei ao Faro de Brigantium: este  xa en parte derruído. Tamén o estaba a cidade de Cesárea. Galicia, a cal eu deixara deserta, pareceume poboada, aínda que pouco, por novos habitantes.



E eu, Trezenzonio, chego a Tui en procura de Adolfio, bispo daquela cidade, que me educara na infancia, en erudición e libertade, igual ca un pai educa aos seus fillos.

Na seguinte semana, sábado 21 de decembro de 2019, na referida sección “No Fondo dos Espellos” do suplemento do sábado de Faro de Vigo Méndez Ferrín afondaba na relación entre este relato de Trezenzonio e a cidade de Tui coas seguintes palabras:

Nun punto impreciso do século XIII situamos Golparro, escuro xograr do que se conserva nos Cancioneiros unha senlleira cantiga de romaría que se refere ao santuario dedicado a San Treençon. Comeza así

“Mal faç’eu velida, que ora non vou/veer meu amigo pois que mandou/que foss’oje con el ena sagraçon/ fazer oraconlai San Treeçon,/d’ir ei coraçoni a San Treeçon

Poema de Golparro no Cancioneiro da Biblioteca Nacional de Lisboa

Ou sexa que o mozo e a rapariga eternos da nosa lírica gloriosa De Amigo desexan pero non poden un encontro amoroso so o pretexto da festa na ermida de San Treeçon: máis ou menos tal é o delgado argumento do poemiña, que aínda se prolonga paralelisticamente nunha segunda estrofa. Un alto escritor e sabio filólogo, Darío Xohán Cabana, pensa que o San Treeçon de Golparro e o Trezenzonio que protagoniza a viaxe a illa de Solistición son a mesma figura e un mesmo santo. No Fondo dos Espellos concordamos con Darío Xohán Cabana.

J.J. Nunes ocupárase de Golparro e San Treeçon no Boletín da RAG, XIII, 1928. O estudoso portugués auxiliado a tempo polo cóengo arquiveiro da catedral soubo que existía en Tui, en San Xohán do Porto, unha capela que gardaba o corpo de San Treeçon. Máis recentemente en 2017 Gabriela Edith Striker (La devoción a San Treeçon… ARTUHUM) ocupouse debidamente do mesmo asunto.

Golparro - firma en la Tavola Colocciana, 1266

Ao ser fundado o convento de Dominicanos en Tui, o corpo e culto de San Treeçon foille encomendado a estes frades. Houbo grande festa e romaría a San Treeçon con fieis de ambas orelas do Miño, até que o bispo de Tui Pedro de Herrera Suárez ordenou pórlle fin ás celebracións e suprimir o culto a este santo non debidamente canonizado. O cal sorprende, dado que en Galicia santos e santas que non foron certificados  e rexistrados en Roma e reciben adoración irregular son lexión. Este don Pedro foi bispo de Tui entre 1620 e 1630. En canto ao nome do santo, el, alén de Treeçon, foi chamado case sempre Xohán acompañado do apelido realizado tamén cómo Teresson, Trason, Taraçon, e algunha outra variante que teremos ocasión de mirar. Voltemos ao tema da identidade Treeçon/Trezenzonio. Aquí, no Fondo dos Espellos, onde se mesturan os tempos, os nomes e as identidades, alén das apariencias formais que nos fan familiares as formas Treeçon e Trezenzonio existen numerosas coincidencias que nos remiten a Tui e a súa diocese. Recordemos que, á volta da illa Magna de Solistición, Trezenzonio vai a Tui, onde exercía como bispo o que fora aio do protagonista: un determinado Adelfio. Sábese que en Tui rexeu un prelado de tal nome no século VII e estando xa Galicia baixo o dominio visigótico toledán. Elemento central do relato de Trezenzonio é a basílica marabillosa e sobrenatural consagrada a Santa Tegra e na cal xace despoxo mortal dela. Danos á vista o feito de que, sobre o mesmo Miño que domina Tui, réndese, aínda nos nosos días, culto a Santa Trega. Todo poido funcionar como diremos ou de xeito semellante.

Un descoñecido autor tudense escribiu en latín a estoria dun santo local que narra en primeira persoa a Viaxe ao Alén, segundo un tópico multiforme cuxo modelo famoso é a Navigatio Brandani ou “Navegación de San Brandán”. O acto da escrita produciuse, segundo Díaz y Díaz, no século XI. Os acontecemento fictivos sucédense desde a invasión musulmana no século VIII e rematan antes da destrución de Tui, por obra dos homes do rei Olaf de Noruega no ano 1014. Introdúcese no conto un anacronismo: a presenza dos bispo Adelfio vivo, o cal sabemos acudiu ao Concilio de Toledo no ano 688. A presenza dominante do sepulcro de Santa Trega na narración de Trezenzonio e, realmente nas proximidades de Tui, acentúa a centralidade desta cidade no plano ficcional e no plano verídico. Sen esquecernos que, no taboleiro, aparece no século XIII unha cántiga que ilustra a presenza, sempre en Tui, dun santo local de nome Treeçon que se aproxima ao extraño nome de Trezenzonio.

E aínda outra coincidencia: coñecemos, nos nosos Cancioneiros, o nome do poeta que rubrica a serie de cántigas de romaría referidas á ermida cuxos vestixios aínda poden apreciarse hogano, nunha illa (sempre hai unha illa neste asunto máxico) da liña de costa que estreman Bueu e Marín. Este poeta medieval leva, nos Cancioneiros, o nome de Nuno Treez. Gardará, o apelido, relación tamén con Trezenzonio? A onomástica, por veces, compórtase cunha plasticidade informal. Se Hermenegildus poido reducirse a Mendo e, despois, a Men. Trezenzonio podería ter sido capaz de resumirse en Treeçon, e logo, en Treez porque a fonética histórica ás veces coñece a anomalía.

No seguinte post de Tudensia realizaremos unha contextualización deste relato e da devoción a San Trezón en Tui.


O relato tudense do século XI da viaxe de Trezenzonio (San Terzón) á illa do Paraíso (e II)

$
0
0

O amplo coñecemento de Méndez Ferrín nos ten introducido neste interesante tema da figura de Trezenzonio e a súa relación con Tui. Unicamente gustaría engadir algunhas notas para completar as diversas olladas que este relato nos ofrece aos interesados na historia tudense.


O convento de San Domingos, se construíu extramuros da cidade nas marxes do río Miño, adquirindo o “agro e viña” que lle vende Estebaina Eáns, filla de Juan de Santiago “Carureiro” e muller que foi de Domingo Martiz de Canicouba, veciño de Tui;  este solar se atopaba xunto á igrexa e cemiterio de San Xoán de Porto.

Esta igrexa de San Xoán do Porto, dedicada ao Bautista, se identifica pola súa relación co porto fluvial da cidade, ao situarse na súa proximidade. Descoñecemos a data da súa fundación e figura por vez primeira na documentación en 1156 con carácter de parroquia e que formaba parte dos bens episcopais.

A finais do século XV, en 1482, o bispo Diego de Muros e o Cabido “considerando, segundo o historiador Fr. Aureliano Pardo, que esta iglesia de San Xoán de Porto se hallaba muy abandonada y amenazando ruina, declaráronla ermita aneja al Convento de Santo Domingo; al cual también cedieron los diezmos de algunas viñas que los frailes poseían y labraban dentro de los límites de la parroquia extinguida, a cambio de que la Comunidad dominicana asistiese los primeros lunes de mes a la misa cantada de los Ángeles que el Obispo había establecido en la Catedral, y bajo penas de una multa de una arroba de aceite para las lámparas de la iglesia mayor, cada vez que faltase”, segundo o historiador tudense Francisco Avila y La Cueva é neste momento cando foi suprimida esta parroquia de San Xoán do Porto “agregando sus feligreses a la de la catedral” aínda que os monxes conservaron unha capeliña neste lugar.

Nesta igrexa de San Xoán se conservaban, como xa recollimos, ás reliquias de San Terzón. Para Ávila y La Cueva este santo, “vivió en Tuy, donde acaso también nació, y aquí recibió muchas gracias y beneficios del cielo, y murió leno de virtudes y méritos en el Señor, pero no consta el año”.


No ano 1543 o prior de San Domingos, Frei Juan Torres “mandó tapiar la puerta lateral del brazo derecho del crucero de la iglesia que daba vista y entrada a la capilla de san Juan Terzón” provocando unha auténtica rebelión popular dado o veneración que as xentes de Tui tiñan ás reliquias deste santo. Ata o punto que o Xustiza e o Rexemento da cidade (as máximas autoridades municipais) abriron de novo a porta pola súa conta sen permiso da comunidade dominica. Os frades presentaron unha querela contra os rexedores da cidade por este “acto de violencia”, acordando en maio de 1544 un acto de conciliación “de la cual dió fe el notario Andrés Ortiz, sometiendo la cuestión al fallo del Vicario de la orden en Galicia, Fr. Vicente de Santa María; el cual, debidamente informado, dictó sentencia en la causa con fecha 6 de mayo de 1544, ordenando que el juez Vasco Rodríguez, los regidores Diego Álvarez de Cadaval y Gregorio García y el procurador Cristóbal Pérez, reparasen y retejasen por su cuenta la capilla de San Juan Terzón y cerrasen con una reja de madera la puerta que habían mandado abrir en ella, a fin de que sin necesidad de franquearla pudiesen los devotos del santo contemplar y venerar sus sagradas reliquias en el altar que se colocaría en la capilla inmediata a la misma puerta; y que se cerrasen también a su costa los arcos laterales de la capilla, en el plazo de dos meses a contar desde la promulgación de la sentencia. Y por último dispuso que dichos señores y demás personas que directamente habían colaborado en la apertura violenta de la puerta, concurriesen en domingo o día festivo para recibir la absolución de las censuras en que habían incurrido, a la puerta de la iglesia o en el claustro del convento, oyendo a continuación misa rezada con velas encendidas en las manos”.

Resulta evidente logo da lectura da concordia, con penas pecuniarias importantes, que a revolta popular contra a decisión dos frades non foi un episodio menor, testemuñando a importante devoción que San Terzón tiña entre os tudenses que ao verse privados do acceso ás súas reliquias  atacan a igrexa dominica para acceder ás mesmas.

Para Ávila y La Cueva foi neste ano 1544 (para outros autores en anos posteriores) cando esta capela San Xoán foi demolida, colocándose as reliquias de San Terzón na capela do brazo dereito da igrexa conventual daquela dedicada a San Xoán Bautista, “donde se colocaron las reliquias de aquel Santo en un nicho situado a respetable altura detrás del Altar. Mas tarde fueron retiradas de allí las sagradas reliquias y guardadas en el depósito del convento, donde permanecieron ocultas hasta que el Prior Fr. Juan de Silva cerró definitivamente la puerta de referencia en el año 1721, con motivo de los abusos a los que daba lugar una devoción indiscreta hacia el santo Ermitaño, distribuyendo sus reliquias entre los fieles que por singular devoción las solicitaban, excepto un hueso que se conservó en un relicario de plata. Dicha capilla pasó a ser después de Santa Rosa de Lima y últimamente del Rosario.

Celébrase la fiesta principal de San Juan Terzón el día 24 de junio con gran solemnidad y decíase en su honor misa de confesor no pontífice. Siendo Obispo de la diócesis tudense D. Fr. Pedro de Herrera (1622-1630) suscitose una controversia sobre la celebración de dicha misa, porque el Santo no estaba beatificado, ni expresamente aprobado su culto por la Santa Sede; pero el obispo a quien se recurrió  para que resolviese el asunto, y que sin duda no padecía empachos de legalismo como los recurrentes, aquietó los ánimos escrupulosos decidiendo con laudable prudencia, que nada se innovase por respeto a la tradición cristiana y a la posesión inmemorial en que se hallaba el culto del popular Santo”

No xa referido artigo de Méndez Ferrín se comenta sobre a festa de San Terzón, que celebraba su fiesta con gran concurso tanto de naturales y comarcanos como de los portugueses, lo que en la mañana del 24 de junio venían a venerar su sepulcro y a festejar al santo con romerias y disfraces, haciendo celebrar misas y ofreciéndole otras limosnas en reconocimiento de los milagros y prodigios que obraba Dios por su intersección, librando a sus devotos y sanándolos de calenturas y otras enfermedades. Unhas milagres que tamén continuaba realizando a reliquia conservada no ostensorio de prata que era levada onda os doentes para procurar a súa sanación.

Comprobamos pois como era unha romaría existente na Idade Media, que recolle Golparro nos seus poemiñas dos inicios do século XIII, e que se conserva ata o século XVII con vitalidade. Gabriela Edith Striker apunta que os namorados do poema de Golparro van á sagraçon e non á romaríade San Terzón. A festa da sagraçon corresponde coa conmemoración da data de consagración dun templo e non ten que corresponder coa data da romaría na honra do santo desta igrexa. A cita por Golparro desta celebración fálanos ben da sona que tiña a devoción a san Treeçon que chegaba á corte lusitana de D. Dinis, onde trobaba Golparro, ou que este trobador galaico-portugués era orixinario de Tui ou do territorio miñoto.


Posiblemente a perduración desta romaría ten que ver coa “devoción indiscreta” da que falan os documentos. Como hipótese e dado que a celebración da festa de San Terzón era o 24 de xuño os ritos que se celebrasen podemos conxeturar tivesen relación coa fertilidade ou fecundidade, ou se conservase algunha danza ou representación pois había “disfraces” nesta celebración.

O certo é que a festa de San Terzón non se atiña ás normativas canónicas e por conseguinte os diversos intentos da comunidade dominicana pola súa supresión. En primeiro lugar, deixando arruinarse a capela de San Xoán do Porto e finalmente clausurándoa o que provoca a reacción violenta dos veciños e das autoridades municipais, debendo admitir a reconstrución da capela e a continuidade do culto na mesma. O seguinte capítulo é dedicar a capela da igrexa conventual ao mesmo titular, San Xoán Bautista, coa mesma data de festividade que San Terzón, para incidir na reorientación do culto a un santo canónico. Ese será o seguinte intento de rematar coa devoción, non ser un santo declarado oficialmente pero o bispo tampouco se atreve ao existir unha “tradición inmemorial” . Será finalmente o derrube da igrexa de San Xoán do Porto e a reinstalación das reliquias de san Terzón definitivamente na igrexa conventual o que acabe paseniñamente con esta devoción, ata que se ocultan as súas reliquias da vista dos fieis, que seguen acudindo ata que os dominicos reparten as reliquias entre os devotos, que ao desaparecer os restos físicos de San Terzón da igrexa de San Domingos non hai xa motivo de culto neste lugar e consecuentemente nada que celebrar ou festividade algunha a conmemorar e pérdese esta romaría na segunda ou terceira década do século XVIII.

Unha pervivencia devocional que acredita a súa implantación nas tradicións populares tudenses e miñotas nun amplo período temporal. Descoñecemos, por mágoa, mais datos sobre esta figura de San Treeçon o Terzon que permitan afondar neste interesante aspecto da nosa historia.

Tampouco sabemos se o manuscrito de Trenzonio está na orixe do culto a San Treeçon ou este é previo e o manuscrito recolle as lendas ou tradición existentes en torno a esta personaxe e se elabora para a súa difusión e promover a chegada dun número máis amplo de peregrinos e romeiros en torno ás reliquias de este monxe “viaxeiro” que logo da súa estadía no alén repousa na igrexa de San Xoán do Porto.

Manuel Cecilio Diaz y Díaz, o maior sabio en documentación altomedieval, realiza unha hipótese tamén de interese. Na actualidade se conservan dous manuscritos orixinarios do mosteiro de Alcobaça (Portugal) que corresponde o máis antigo a mediados do século XIII. O relato de Trenzonio, segundo Díaz y Díaz, tras analizar as características do mesmo estaría redactado no século XI, probablemente no primeiro cuarto. Díaz plantexa como hipótese que o texto foi elaborado por encargo da diocese tudense para realizar unha reclamación de dereitos dos bispos tudenses nos territorios da diocese de Iria que tiñan asignados namentres a ocupación árabe, pois os topónimos citado no relato de Trenzonio (Faro, xunto con Nendos, Bergatiños e Soneira) son reintegrados por Ordoño II no ano 915 á diocese iriense tras telas posuído os bispos de Tui, pois nesa mesma data é restaurada a sede tudense co bispo Hermoxio (este bispo tudense foi apreixado polos árabes na batalla de Valdejunquera no 921, entregando logo como refén namentres xestionaba un rescate ao seu sobriño Paio, logo martirizado e convertido nunha das advocacións mais estendidas no reino de León).

Ordoño II - códice da Catedral de León

O documento de Ordoño II de 915 supoñen a restauración da sede da diocese na cidade de Tui, pois dende a ocupación árabe os nosos bispos estaban instalados nas terras de Iria xa citadas, ao estimar que o territorio tudense estaba pacificado e con capacidade para o mantemento do bispo e a súa sede e nalgún caso mesmo se afirma unha posible construción dunha muralla defensiva. O certo é que a cidade e a súa contorna estará afectada de continuas razzias musulmanas e de ataques viquingos que o levan, tanto ao bispo Hermoxio como ao seu sucesores, a buscar refuxio en mosteiros como Labruxa ou Ribas de Sil... unha inestabilidade de máis dun século ata que en 1024 e á vista da devastación deste territorio o rei Alfonso V agrega a diocese tudense á de Santiago, desaparecendo a sede tudense. No diploma en que se adoita este acordo se describe á cidade de Tui como disrutam, sordibis contaminata e ab episcopali ordine eiectam (destruída fisicamente, suxa e esnaquizadas as institución episcopais -catedral e residencia do bispo e canónica- que impiden a súa residencia na cidade).

Haberá que agardar ao reinado de Garcia e Urraca, que no ano 1067 ou 1068 restablece, co bispo Xurxo, a sede tudense, acreditando a recuperación da vida social e económica na cidade; o novo bispo que se asenta no mosteiro de San Bartolomeu.

Suso Vila baralla a hipótese dun scriptorium en Tui onde fose elaborado este relato de Trezenzonio:O relato de Trezenzonio tería orixe nunha parroquia que se atopaba entre a catedral de Santa María e a catedral e mosteiro de San Bartolomeu, os dous grandes centros relixiosos do territorio con capacidade para ter un scriptorium que redactase ese relato. Se aceptamos a data de redacción no primeiro cuarto do século XI, que sinala Díaz y Díaz, nunca puido realizarse en Tui pois xustamente neste tempo é cando a situación tudense é tan dramática que ata cómpre suprimir a súa condición episcopal entre 1024 e 1067. Tampouco antes de 1024 poderíamos atopar condicións pois como xa citamos todo o século X Tui sofre unha grave inestabilidade. Sen embargo, curiosamente, estariamos cerca dos trescentos anos que se establecen como duración da estadía de Trezenzonio na illa do Paraíso.

Como as datas de redacción que ofrece Díaz y Díaz sinalan que o texto foi realizado como o máis tarde no século XI, aínda cabería que o bispo Hermoxio, un século antes en torno ao 915, ben conectado coa corte e integrante dunha importante familia aristocrática, encargase a creación deste relato en apoio das súas demandas fronte a diocese de Iria. Un bispo Hermoxio importante para Tui ata a punto que foi incorporado ao santoral tudense, celebrándose a súa festa o 27 de xuño ao día seguinte do seu sobriño Paio.

Ou quizais a redacción deste relato de Trezenzonio non sexa para reclamar uns dereitos da sede tudense nas terras de Iria, como apuntaba Díaz y Díaz, logos dos séculos de estadía dos nosos bispos naquel territorio entre a ocupación árabe e o 915, senón para xustificar a supresión, en torno a 1024, da sede tudense que fica integrada a todos os efectos na diocese de Santiago onde xa estiveran residindo os prelados tudenses.  Pero todas estas hipóteses non deixan de ser especulacións sen unha base sólida.


Unha evidencia é certa, estamos diante dun relato, que segundo Díaz y Díaz, non chega completo. En segundo lugar, autor ou autores pertencen a una elite culta daquela sociedade medieval, pois posúe un coñecemento das “Etimilogias” de San Isidoro, pois como é o falar do Faro Brigantium (Torre de Hércules) acredita o coñecemento das lendas de Breogán e de Hércules que mestura no relato, pois dado que estamos nun texto do século XI non puido recoller estas lendas da Estoria de Espanna de Alfonso X el Sabio que é posterior.



As realidades históricas deixan normalmente a súa pegada na documentación, nos restos materiais e, ás veces, tamén nas lendas e tradicións. Existe unha lenda recollida nas ribeira portuguesa da foz do Miño ben curiosa. Relatase que nas noites de san Xoán desaparece unha barca misteriosamente, que é levada polas meigas, e navega a toda velocidade ata unha illa no medio do océano. As semellanzas con relato de Trezenzonio ata a “Magna insula Solistitionis” son máis que evidentes, e apoian, de novo, a procedencia tudense deste relato. Un relato que encaixa con outras tradicións atlánticas e célticas que ligan a santidade á desprazamentos naúticos,  e que te a súa principal expresión na tradición, tamén xurdida neste mesmo espazo temporal, da chegada do apóstolo Santiago en Galicia nunha barca dende Palestina as terras de Iria, noutra navegación oceánica e milagrosa.

Sexa o que for, o certo é que Tui está directamente relacionada coa creación deste relato de Trezenzonio, vinculado á figura de San Xoán Terzón o San Treeçon, de gran implantación no territorio tudense e que protagoniza un dos poemas da lírica galaico-portuguesa do trobador Golparro, que ben podería ser tudense.

Recuperar para a memoria local esta peza literaria do século XI é unha obriga que, a pesar das moitas incertezas que suscita, enriquece a nosa historia.

Unha xoia descoñecida: O Pontifical tudense do sec. XIII

$
0
0

Os seguidores de Tudensia teñen lido en innumerables oportunidades reflexións sobre que o patrimonio cultural tudense abrangue moito máis que a nosa catedral ou o conxunto histórico coas súas igrexas e rúas, ás súas expresións intanxibles I(hai escasos días falabamos das tradicións ligadas ao ciclo do maio), pero hai tamén outros bens patrimoniais de importancia senlleira que non son tan coñecidos dos cidadáns tudenses e que necesitan ser divulgados para espallar o seu coñecemento e valoración.


Unha desas xoias escasamente coñecida é o denominado “Pontifical” tudense custodiado no Arquivo Catedralicio de Tui. Un centro que dirixe o cóengo Avelino Bouzón Gallego. Este obra é un códice realizado en pergamiño con ilustracións miniadas e iluminadas. É unha peza de finais do século XIII, realizado nun obradoiro de Roma e xunto a outro exemplar, da mesma orixe e cronoloxía da catedral de Sevilla, é unha peza única na Península Ibérica.

O “Pontifical” é un libro litúrxico empregado nas cerimonias da Igrexa. En concreto, o Pontifical é usado polo bispo pois contén todos os ritos que preside un bispo e que non se atopan no Misal. É un ritual específico para o bispo. Xeralmente conten os rituais que preside o bispo en relación a outras persoas (conformación, ordenación presbiteral, consagracións de relixiosos, etc), ou templos (consagración dunha igrexa ou dun altar) ou relacionados co calendario litúrxico (festividades, etc.).

Quen ten estudado esta singular peza é a profesora Mercedes López-Mayán, que abordou o estudo dos pontificais conservados no antigo Reino de León e Castilla na Idade Media, esta investigadora é quen ten documentado a singular importancia deste “Pontifical” pois ata a súa investigación o códice tudense pasaba inadvertido aos estudosos ao non contar cunha cronoloxía e procedencia ben documentada, agora coa súa datación arredor de 1290 queda resaltado o seu carácter excepcional na Península Ibérica.  


Dos diversos artigos e traballos publicados por esta investigadora sobre este códice tudense entresacamos varios parágrafos para sinalar a súa transcendencia. Por unha banda, a contextualización da súa produción. Estes rituais litúrxicos son un medio moi efectivo que emprega o Papado para impulsar as reformas e novos canons:
Una de las medidas más importantes, y que mayor eficacia tuvo en la consolidación de la centralización de la Iglesia y en la potenciación de la jerarquía romana, fue la reforma de la liturgia con la intención de generalizar a todo Occidente los usos característicos de la Curia papal. Ello requirió de la elaboración y difusión de nuevos libros litúrgicos, entre los que el pontifical, destinado al uso exclusivo del obispo, jugó un papel fundamental: no solo se redactó una nueva versión, el llamado pontifical de la Curia romana del siglo XIII, sino que, además, los manuscritos que la contenían fijaron una codificación visual e iconográfica que marcaría la liturgia episcopal en los siglos venideros.

Este manuscrito posúe 270 folios organizados en 26 cadernos, se conserva na actualidade encadernado, cunha cuberta “realizada en piel castaña sobre madera con decoración dorada de cadeneta y pequeñas granadas en las esquinas”.

A descrición física do códice que realiza Mercedes López-Mayán prosegue:
La ornamentación principal está constituida por 20 iniciales historiadas, que representan al obispo –y, en ocasiones, al papa– desempeñando el ritual contenido en el texto al que acompañan, tal y como es habitual en los pontificales. A ellas se añaden sendas iniciales iluminadas de modo similar a las historiadas pero solo con motivos vegetales  y una decoración secundaria integrada por iniciales de filigrana en rojo y azul de dos tamaños. También está escrito en gótica libraria italiana y contiene notación musical cuadrada sobre tetragrama. La mayoría de las iniciales del ejemplar tudense –todas, salvo la del f. 13v– acusan una fuerte influencia del estilo de la miniatura de Perugia (Italia) debida al Maestro del Misal de Deruta y a los artistas que trabajaron en su órbita. Activo en el último cuarto del siglo XIII en el contexto de eclosión artística que se produjo en Umbría paralelamente al desarrollo de las obras en la vecina basílica de Asís, dicho Maestro fue el responsable de iluminar, bajo la influencia directa del trabajo de Cimabue y de otros artistas, una gran cantidad de manuscritos.



Pese a todo, la intervención de una segunda mano en la decoración del pontifical de Tui –en la inicial del f. 13v– hace pensar que no se trata de un manuscrito realizado en Perugia.  Creemos que la cercanía iconográfica de los ejemplares de Tui y Sevilla, unida a su datación también a finales del siglo XIII, hacia 1290, en función de la similitud estilística con otros manuscritos de esa época, permite incluir estos dos pontificales de Castilla entre los primeros ejemplos conservados de la ilustración del pontifical de la Curia romana”.

Para quen queira coñecer máis polo miúdo o estudo de Mercedes López-Mayán pode acceder a un dos seus traballos neste enlace:https://minerva.usc.es/xmlui/bitstream/handle/10347/14841/lopez-mayan_aea_339.pdf?sequence=1&isAllowed=y

A seguinte cuestión que resta por responder é como chegou ata Tui este singular libro Pontifical, a unha diocese pequena no “finisterrae” de Europa. Noutros traballos Mercedes López-Mayan conxetura que a súa chegada ten relación co traslado do Papado dende Roma a Avignon, no século XIV, levando consigo a súa biblioteca. López-Mayán pensa que foi algún bispo tudense que se achega ata Avignon e o trouxese para o uso na súa sede ou cátedra.

Tendo en conta o momento da súa realización e que o Papado estará establecido na cidade francesa de Avignon entre 1309 e 1377 as posibilidades de chegada a Tui desta importante obra non son moi amplas.

Os principais bispos deste período son Juan Fernández de Soutomaior (1286-1323), pertencente a este importante liñaxe nobiliar e cunha importante presenza na corte de Castela. O seu sucesor, será Bernardo Gui (1324-1324) de quen nos ocupamos recentemente neste blog, aínda que non chegou a visitar Tui era unha persoa moi próxima ao Papa Xoan XXIII residente en Avignon. Finalmente, Avila y La Cueva sempre ben documentado documenta como o bispo Don Gómez Prego (1348-1351) estivo na corte do Papa en Avignon e sinala que “acaso dice el M. Flórez  se consagró allí como obispo pues en 20 de abril de 1349 despachó en aquella ciudad una presentación del Beneficio de La Guarda”. A presenza desta bispo, de orixe tudense (fóra cóengo e deán na nosa catedral) en Avignon podería xustificar a presenza deste Pontifical, e que fora el quen adquirise ou recibise este libro “Pontifical” que trae á catedral de Tui. É unha verosímil hipótese, pero tamén os seus predecesores Fernández de Soutomaior ou Bernardo Guí puideron ser responsables da adquisición desta prezada obra.

Este “Pontifical” participou no ano 2012 na exposición “Códices” na Cidade da Cultura que recollía as 12 pezas codicolóxicas medievais procedentes das catedrais de Galicia, sendo o noso códice obxecto dunha restauración con este motivo.

Con estas liñas esperamos contribuír ao coñecemento desta importante peza do noso patrimonio documental, pero non a única que conserva o Arquivo Catedralicio tudense, noutro momento teremos de ocuparnos do “Pasionario” outra excepcional obra tamén do século XIII.

Parlamentarios tudenses (VIII): Mariano Ordoñez, a sucesión caciquil

$
0
0

Dende as eleccións de 1903 ata 1923, cando remata o réxime da Restauración, coa chegada da Ditadura de Miguel Primo de Rivera, repetira sempre como deputado polo noso distrito Mariano Ordoñez García, nado en Madrid no ano 1874, fillo do primeiro matrimonio de Ezequiel Ordoñez González, que foi tamén deputado polo distrito entre 1876 e 1901. Estudiou primeiramente Mariña que abandonou para cursar Dereito na Universidade de Madrid, culminando co seu doutoramento. Casou con Francisca Romero Zuleuta, filla do famoso político Francisco Romero Robledo, do Partido Conservador de Cánovas e con que traballara intensamente o seu pai Ezequiel Ordoñez.


Ao residir permanentemente en Madrid tivo de apoiarse, para manter o control do distrito tudense, de modo máis notorio, na rede de influencias herdada, a que argallara o seu pai para manter o seu dominio político na comarca; un dos seus “delegados” foi Venancio Lorenzo, moitos anos Alcalde de Tui. “Para contrarresta-los ataques que La Integridad propinaba a Ordoñez, Venancio Lorenzo fundou El Vencejo, no ano 1905, e no 1907 El Aloya, no que Ordoñez, que era seguramente quen o pagaba, publicaba semanalmente unha crónica”. "La Integridad" com xa comentamos nesta serie de posts defendía posturas integristas, máis conservadoras que ás dos Ordoñez.

Cando morreu Venancio Lorenzo, substituíuno o rexistrador da propiedade, José Herraiz, incondicional do ordoñismo tudense. Cando Ordoñez casou, Herraiz regaloulle un xogo de té. Isto é o que explica que aparecera un xornal contra Ordoñez, titulado La Tetera(1913). Unha das acusacións que desde este xornal e desde outro, maurista, e tamén oposto a Ordoñez, La Opinión(1908) se lle facian a Ordoñez era o seu afastamento de Tui e de non conseguir nada para o seu distrito.

Mariano Ordoñez ocupou numerosos cargos públicos e varias carteiras ministeriais: Director general de Agricultura al término del “gobierno largo” de Maura (1909) y subsecretario de Hacienda en 1913 ya bajo la obediencia datista, regentó dicha cartera a título de interinidad en tres ocasiones (del 8 al 20 de octubre de 1914; del 4 de agosto al 6 de septiembre de 1915 y del 19 de septiembre a octubre de 1917), se convertiría en un ministro comodín en la crisis del estado canovista. Titular de la cartera de Gracia y Justicia en el último de los gabinetes presididos por Eduardo Dato (del 1 de septiembre de 1920 al 8 de marzo de 1921), pilotó la de Hacienda en el gobierno encabezado por Manuel Allendesalazar (del 5 de julio de 1921 al 13 de agosto del mismo año). En los pródromos de la dictadura, el cordobés Sánchez Guerra lo designó, primero, responsable del Ministerio de Marina (del 8 de marzo al 1 de abril de 1922), para pasar luego a encargarse del de Gracia y Justicia de manera más prolongada (del 1 de abril al 4 de diciembre de 1922).



Paradoxal resultou que sendo ministro foi cando se produciron os tráxicos sucesos de Sobredo, na parroquia tudense de Guillarei, o 28 de novembro de 1922, no decurso dunha mobilización dos labregos en contra dos embargos pola falta de pagamento das rendas forais;  tras unha carga da Garda Civil houbo tres mortos, “os mártires de Sobredo”. Este feito provocou un forte desgaste seu diante da opinión pública. Paradoxal porque “Sobredo, preto de Guillarei, pertenecía ó distrito do Ministro. O gobernador que ordenou actuar con contundencia fora nomeado por Ordoñez. Os mortos eran os seus súbditos, de acordo coa concepción feudal que Ordoñez tiña do seu distrito. Cousas da vida. Se non fose por nós ninguén hoxe falaría de Ordoñez, pero os mortos de Sobredo son conmemorados tódolos anos e os seu nome figura para sempre nun monumento varrido pola barbarie franquista, pero novamente ergueito polo pobo.

Mariano Ordoñez foi un exemplo do modelo caciquil da Restauración baseado na creación e mantemento de redes clientelares entre os electores e na “fabricación” dos resultados electorais. A súa escasa presenza no distrito afondou aínda máis este divorcio coa sociedade á que teoricamente representaba. Evidentemente a súa influencia e presenza no goberno propiciou á realización de obras públicas e múltiples “favores” que estaban na base deste sistema caciquil. Morreu o 30 de xuño de 1938 en Madrid.

Nos comicios de 1896 accede por única vez ao Congreso, en representación do distrito de Chantada, o tudense Ricardo Fernández Pérez de Soto. Nacera en Tui en 1853, fillo de Plácido Fernández Gándara, administrador de rendas en Tui e do comité tudense do Partido Republicano Federal. Ricardo Fernández cursou Leis en Compostela e, segundo informa Manuel Fernández-Valdés, obtivo a súa licenciatura ao 19 anos, “entro de pasante, en Madrid, en el bufete de Monterio Rios, buen amigo de su padre. (Montero Rios foi un dos principais politicos galegos en Madrid nas últimas décadas do XIX e primeira do XX, chegando a presidir o Consello de Ministros en 1905).

Ricardo Fernández Pérez de Soto, baixo a tutela de Montero Ríos (de quen logo se desvinculou), foi concelleiro, ao 26 anos polo distrito de Palacio e tenente de Alcalde de Madrid, deputado provincial madrileño e presidente da Deputación Provincial.

Acadou, paralelamente, grande sona como criminalista, especialmente no proceso do crime de Luciana Borcino, de Baiona, viuva do vigués José Vázquez Varela. A defensa que realiza da acusada do “Crimen de Fuencarral” dalle unha fama extraordinaria en toda España, sendo reproducido por toda a prensa.

Recollemos o relato de Manuel Fernández-Valdés: El crimen de Fuencarral, fue uno de los dramas que mas apasionaron a la opinión y cuyo recuerdo pervivió durante largos años. Tuvo extraordinaria repercursión lo mismo en España que en el extranjero.



El 2 de julio de 1888 apareción asesinada en su casa de la calle Fuencarral de Madrid, Doña Luciana Borcino, viuda de Vázquez Varela (...) Fue procesada la sirvienta Higina Balaguer, que se declaró culpable. Los técnicos coincidieron en que el crimen no pudo llevarse a cabo por una sola persona. Era voz pública que el crimen fue cometido por el hijo de la víctima, pero éste, que estana detenido en la Cárcel Modelo, al cometerse el asesinato, probó facilmente la coartada. Higinia, que al parecer no quería comprometer a alguna persona de quien esperaba su salvación, acusó entonces a su amiga Dolores Avila (e tamén a súa irmá Maria Ávila), y el señor Pérez de Soto se encargó de su defensa.

La vista tuvo una amplia resonancia en España y en el extranjero. El fiscal pedía pena de muerte para Higinia y para Dolores Avila. El defensor Pérez de Soto pronunció uno de sus mejores discursos consiguiendo la absolución de su patrocinada María (e unha condena de dezaoito anos para Dolores). Fue clamorosamente aplaudido y la multitud le arrancó materialmente de su coche para llevarle en hombros a su domicilio.

El discurso fue reproducido integramente en casi todos los periódicos de España y por muchos extranjeros. Por suscripción popular, iniciada por los periodistas que hacen información en los Tribunales, se le regaló una corona de laurel de plata y un album con muchos miles de firmas, hoy en poder de los herederos de su hermana Lucia. Entre los firmantes figura D. Eugenio Montero Rios, que le felicitó efusivamente, restableciéndose la buena armonía de otro tiempo.

Higina Balaguer foi a última persoa executada públicamente no patíbulo instalado na Praza da Cebada de Madrid, posteriormente as execucións serían nas propias cadeas. Este crime, novelado por Benito Pérez Galdós, foi o inicio das crónicas de sucesos na prensa española.

Ricardo Fernández Pérez de Soto faleceu en Madrid o 5 de outubro de 1905 con 52 anos, interrompéndose unha traxectoria ascendente na vida pública española.

Francisco Sánchez, en galego na revista "Nós" en 1922

$
0
0

O 30 de outubro de 1920 sae do prelo o primeiro número da revista “Nós: Boletín mensual da cultura galega, órgao da Sociedade Galega de Pubricación Nós” e como sinala nas súas primeiras verbas: Pra ledicia de todos e para enseño de moitos”.

A revista “Nós” comeza a súa andaina editada en Ourense, nos seus primeiros quince números, para continuar logo por imprentas de Pontevedra, A Coruña e, finalmente, na imprenta de Anxel Casal en Santiago de Compostela onde será editado o último número pouco antes da sublevación militar do 18 de xullo de 1936, non chegándose a distribuír ao ser queimados os exemplares (agás dous) xunto coa imprenta de Anxel Casal polos sublevados. Pero a revista mantivo sempre como lugar de procedencia e sede a cidade de Ourense.

A revista “Nós” ten unha singular importancia para a cultura de Galicia. Os primeiros responsábeis de Nós foron: Vicente Risco, director; Arturo Noguerol, xerente; Xabier Prado “Lameiro”, redactor xefe; Xulio Gallego, secretario de redacción; e Ramón Cabanillas, Alfonso R. Castelao, Antón Losada Diéguez, Ramón Otero Pedrayo e Florentino López Cuevillas, redactores. O deseño gráfico da revista ao longo da súa historia sería obra de Castelao. Este é o cerne do que hoxe coñecemos como “xeración Nós” que tan transcendental papel ten xogado na revitalización da nosa cultura e a nosa lingua.

Como sinala Prudencio Viveiro, “a misión fundamental da revista Nós foi a modernización da cultura galega, facendo fincapé no propio, mais tamén abríndose ás culturas europeas do seu tempo, nomeadamente aquelas coas que se pretendía entroncar: Irlanda e Portugal. Así, os máis relevantes autores irlandeses ˗como William Butler Yeats ou James Joyce˗ ou portugueses ˗como Teixeira de Pascoães˗ publicaron en galego nas páxinas de Nós. A revista contribuíu, deste xeito, ao coñecemento das últimas novidades culturais a nivel europeo.

O nacionalismo de Nós fai fincapé no propio, mais non só para consumo interno, senón para contribuír desde Galiza á cultura universal. Xa que logo, a revista recollía artigos de carácter científico, de diversas disciplinas, ademais de manter ao longo da súa historia a sección «Os homes, os feitos, as verbas», resumo da actualidade cultural do momento.

Neste ano está preparada unha intensa programación commemorativa deste centenario que, con permiso da pandemia do Covid19, chegará a numerosos lugares de Galicia pero especialmente a Ourense.

Nesta arela multidisciplinar da revista, no seu número 12 de 25 de agosto de 1922, o primeiro dos artigos que publica é o titulado “O filósofo de Tuy”  dedicado á figura do tudense Francisco Sánchez e que tras esta primeira entrada cunha introdución á obra e biografía do filósofo, continuará coa tradución ao galego da principal obra de Francisco Sánchez, Quod nihil scitur.  A tradución se publica nos seguintes números: 14-15, 19-23, 26-27, 30, 35-37, 40, entre 1922 e 1927

Xa en Tudensia nos temos ocupado en varias oportunidades da senlleira figura de Sánchez abordada dende diversas perspectivas: (http://tudensia.blogspot.com/search?q=Francisco+S%C3%A1nchezhttp://tudensia.blogspot.com/search?q=Francisco+S%C3%A1nchez) .

Tamén lembrar a magnifica Biblioteca Virtual sobre Francisco Sánchez da Fundación Ignacio Larramendi que amais de recoller todas as obras do médico e filósofo tudense publica un máis que interesante estudo de Rafael V. Orden Jiménez, profesor de Historia de la Filosofía na Universidade Complutense de Madrid. Unha iniciativa que temos de agradecer a “tudense” Luis Hernando de Larramendi pois foi o seu empeño o que impulsou esta web altamente recomendable: http://www.larramendi.es/francisco_sanchez/es/micrositios/inicio.do

Este traballo sobre Francisco Sánchez e a súa principal obra, Quod nihil scitur, é toda unha primicia ao traducir a obra filosófica por ver primeira do latín para facela accesible ao público, demostrando a importante achega que se ofrece dende á revista “Nós” á recuperación da figura do filósofo tudense do século XVI.

Como sinala Rafael Orden : Sánchez ha sido adoptado por el nacionalismo gallego como una de sus figuras renacentistas emblemáticas, y no debe extrañar por ello la pronta traducción de su obra más reconocida al gallego en la revista nacionalista Nós, que se enorgullecía en los años veinte del siglo pasado por haber sido la primera en ofrecer en una lengua europea moderna una traducción de Quod nihil scitur. Esto explicaría, además, una curiosidad historiográfica, a saber, que una parte apreciable de la investigación sobre Francisco Sánchez en español se haya desarrollado en el marco de instituciones científicas y académicas de Galicia o por investigadores ligados a la cultura gallega, incluso más allá del Atlántico, pues sólo por este motivo de su procedencia se explica que el Centro Gallego de Montevideo promoviese en el año 1929 una conferencia sobre Francisco Sánchez a cargo del filósofo uruguayo Luis Gil Salguero, la cual publicaría al año siguiente en la revista del propio Centro.

Andando os anos outro médico tudense, Darío Álvarez Blázquez dedicara a súa tese de doutoramento á figura do Sánchez, editada no ano 1964 nunha monografía: “Francisco Sánchez, “El Escéptico”: un gallego precursor”.

Pero recuperemos a edición na revista “Nós” da obra sancheciana. A tradución da súa obra e a introdución a realiza Xan Aznar Ponte. Non existe un estudo sobre este profesor de filosofía que naquel ano 1922 exercía a docencia no Instituto de Ourense.

Xan Aznar foi premio extraordinario de filosofía na Universidade Central de Madrid e posteriormente foi pensionado pola Junta de Ampliación de Estudios. En 1920 e tras unha brillante oposición é nomeado catedrático de “Psicoloxía e Lóxica” no Instituto de Ourense.


Anos despois continuará a súa carreira profesional no Instituto de Cuenca, onde en 1931 permuta a súa praza pola de Ávila que ocupaba outro galego e compañeiro de publicación na revista “Nós”, Eugenio Montes Domínguez. Ocupando a praza de Ávila, tras o estourido da Guerra Civil, é sometido en 1937 a un proceso de depuración na súa condición de “catedrático de psicoloxía e lóxica e de ética e rudimentos do Dereito”. Proceso que determina a súa  separación definitiva del servicio y la baja en el escalafón respectivo del citado Catedrático”. Posteriormente no ano 1940 presenta un recurso e aceptase unha aminoración da pena, de tal forma que logra reincorporarse máis adiante de novo á docencia aparecendo nos anos cincuenta como catedrático no Instituto de Alcalá de Heneres. Faleceu en Madrid 8 de abril de 1960, estaba casado con María Losada Drake.

Xan Aznar Ponte é compañeiro de Instituto de Ourense con Ramón Otero Pedrayo, e está vinculado ao grupo de intelectuais da revista “Nós”.  Otero dixo sobre “Juanito” Aznar Ponte: “ Aznar ten lido moito e boa filosofía e literatura. Grande amigo, non gosta con entusiasmo calmo senón dunha súa independencia de “far niente” e de libros, millor de finas esencias de libros. Un admirable alumno de Montaigne”.

Os coñecementos de Xan Aznar da filosofía moderna e da historia da filosofía consolidados na súa estadía en Europa, como bolseiro da Juan de Ampliación de Estudios, encaixan perfectamente co espírito que Risco e os seus compañeiros en “Nos” pretendía darlle á revista para normalizar e internacionalizar a cultura galega. Neste sentido a figura do médico e filósofo Francisco Sánchez resulta sumamente pertinente.

No número de 25 de agosto de 1922 comeza o seu artigo sobre Francisco Sánchez, Xan Aznar Ponte (respectamos a súa grafía): “O Filósofo de Tuy. A moitos halles causar sorpresa o titulo d’iste artigo, e cecais qu’o seu esprito sonria escepticamente ó lelo. Un filósofo galego?... N-outro tempo xa ido felizmente estranaba ouvir falar de filósofos hespañois e moito mais d’unha filosofía nazonal. Hoxe aínda, pra moitesemos galegos é unha revelación ouviren nombrar a un pensador nado na súa terra. E nada menos que se trata d’unha das grandes figuras do Renacemento filosófico no que Hespaña participou tan intensamente coma no renacemento artisteco e literario, producindo tres persoalidades tan orixinaes e barudas com’o valenciano Xan Luis Vives, o estremeño Pedro de Valencia e o galego Francisco Sánchez. Tres nomes qu’iles solos abondan para nazionalial-a filosofía dun país.



A súa obra, o interesantísimo tratado Quod nihil scitur, sigue descoñecido, sendo moito mais citado que leído. A causa de non haber ningunha versión ao castelán. Compre dalo a coñecer (...)Traducirmos e darmos a coñecer na súa terra a obra filosófica do insine pensador, tal é o noso empeño. A súa importancia non parez que se poida discutir . Poderase discutir, criticar e desbotar o escepticismo, no terreo da especulación; ee pol-o memso, atopar desbotabel o escepticismo do noso pensador; mais sería empeño vano descoñecer históricamente a importancia de tal sistema e negarllo á obra que tratamos de dar a coñecer na nosa lingoa, cando ademais ela ten o mérito indiscutibel de ser precursora do método positivo y-esperimental da ciencia moderna” que centramos na figura de René Descartes.

Sirva esta lembranza, no ano do centenario da revista “Nós”, para remarcar como foi este fato de intelectuais galegos os que promoveron a primeira tradución do “Quod nihil scitur” a unha lingua moderna (en torno a 1927 se publica a primeira tradución en castelán) e incorporando a figura de Francisco Sánchez á edificación da cultura de Galicia, resaltando a achega que Tui ten realizado ao longo dos séculos.

Como sinala Aznar Ponte: “podemos dicir qu’a historia é a un pobo, o qu’a memoria ó individuo. Os pobos coñocendo e lembrando a súa historia é com’adequiren enerxia d’abondo pra seguiren facendoa. Isto pasa en calquera orde de feitos e o mesmo na filosofía. Podemos consideral-a humanidade pensadora com’un solo individo, e asi com’iste pra seguir pensando ten que lembrar o xa pensado e mantelo com’en depósito na memoria, asi os pobos han lembral-os seus feitos pra seguiren autuando, vigorizándose co pasado. No dominio da filosofía e da especulación que é o qu’a nós nos importa, convén que lembremol-o nóso pasado, a nósa historia filosófica (que si a tivemos, coma a tiveron todolos pobos, y-o negalo non é máis que iñorala), pra qu’asi vigoricemol-a nosa intelixencia e d’iste xeito seguirmos pensando e acrarando o noso porvir filosófico”.


Aos nosos seguidores....

$
0
0

Dende o 23 de marzo Tudensia, neste período de confinamento pola pandemia do Covid19, ven publicando practicamente unha entrada diaria dedicada aos seguidores desta sinxela bitácora sobre Tui e os tudenses. Unha cita só interrompida polo descanso semanal, a Semana Santa e recentes circunstancias persoais que impediron cumprir co compromiso adquirido de acompañar cos artigos deste blog este tempo de obrigado confinamento.



Agora ao iniciarse este luns, 11 de maio, unha primeira fase da chamada “desescalada” e ir recuperando paseniñamente unha relativa normalidade nas nosas vidas (me parece que máis como unha aspiración que unha realidade, que, por mágoa, aínda tardará) recuperamos tamén neste blog un ritmo máis pausado nas nosas entregas.

Neste tempo de confinamento foron un total de 39 entradas publicadas, dende o 23 de marzo pasado, con máis de 5.200 consultas ao blog ao longo deste tempo. Espero que dende Tudensia teñamos contribuído a facer un pouquiño máis levadío este confinamento nos nosos domicilios e proporcionásemos o achegamento a aspectos pouco coñecidos ou divulgados da historia e da vida tudense ao longo dos tempos.

Vaia pois a gratitude a todos os que consultaron o noso blog neste período dende Tui e dende tantos outros lugares, xunto, como non pode ser doutro xeito, a nosa lembranza a todas as vítimas do Covid19 e os seus familiares e amigos, a nosa homenaxe a todos os que dende o seu ámbito profesional ou de traballo contribuíron, e seguen contribuíndo tantas veces con risco persoal, a superar esta pandemia e o recoñecemento a toda a cidadanía, pois neste tempo tan difícil que nos tocou vivir a sociedade foi quen de saber agromar o mellor de si mesma cunha lección de solidariedade, de unidade e de cooperación.

Unha lembranza tamén aos nosos irmáns miñotos de Valença que comparten tamén con nós este momento tan dramático.

Remato copiando un fermosísimo poema dun gran poeta portugués, Miguel Torga (Trás-os-Monte, 1907 – Coimbra, 1995), unha das máis grandes e universais figuras da literatura portuguesa do século XX. Algunha vez definiuse como “un portugués hispánico”. Adolfo Correia Rocha, seu verdadeiro nome, era tamén un escritor da fronteira; da fronteira con Galicia, o seu berce, S. Martinho da Anta está a poucos quilómetros da Baixa Limia galega, e das fronteiras literarias, “Orfeo rebelde, insumiso e intransixente ante todas as formas de reximentación" que dixo del o poeta e político Manuel Alegre. O noso autor dicía que escolleu o seu pseudónimo en homenaxe a dous Miguel: Cervantes e Unamuno, e á torga, “unha planta trasmontana, un breixo do campo, con raíces que se agarran á terra metidas entre as rochas, como eu”.

Miguel Torga ten un fermosísimo poema titulado “Fronteira” que fala tamén da forza que nos une a todos máis aló das fronteiras políticas, administrativas, sociais, persoais e que me resulta idóneo para rematar esta liñas de gratitude a todos os seguidores de Tudensia, tamén xentes de fronteira:

 

Fronteira

De um lado terra, doutro lado terra;

De um lado gente; doutro lado gente;

Lados e filhos desta mesma serra,

O mesmo céu os olha e os consente.

O mesmo beijo aqui; o mesmo beijo além;

Uivos iguais de cao ou de alcateia.

E a mesma lúa lírica que vem

Corar meadas de uma velha teia.

Mas uma força que não tem razão,

Que não tem olhos, que não tem sentido,

Passa e reparte o coração

Do mais pequeno tojo adormecido.


Sor Lucía e Tui: unha relación escondida?

$
0
0

Actualmente unha das advocacións marianas máis estendida, non xa na Península Ibérica senón polo mundo enteiro, é Nosa Señora de Fátima. Hai escasos días resultaba arrepiante comprobar como as celebracións litúrxicas do 13 de maio no santuario portugués estaban sen peregrinos por vez primeira en case un século. No pasado ano 2019 foron un total de 6,3 millóns de peregrinos, maioritariamente non portugueses, os que visitaron o santuario atraídos pola devoción á Nosa Señora e pola espiritualidade que se vive naquel lugar.

Neste lugar do interior de Portugal, en Cova de Iría, tres pequenos pastoriños, de Aljustrel, tiveron no ano 1917 ata sete visións de Nosa Señora a Virxe María: Francisco e Jacinta Martos e a súa curmá Lucía de Jesús Rosa dos Santos, que contaba daquela con dez anos de idade.

A historia das revelacións marianas de Fátima, as mensaxes que a Virxe comunicou aos meniños nas súas visións, todos os procesos canónicos de verificación e a posterior difusión desta devoción mariana polo mundo enteiro exceden as pretensións deste blog, existindo innumerables publicacións ao respecto ás que nos remitimos.

Dos tres videntes, Francisco e Jacinta morreron moi novos, ao pouco tempo; no ano 1919 e 1920 respectivamente a causa da pandemia da chamada “gripe española” que se estendeu por todo o mundo. Ambos foron beatificados polo Papa Xoán Paulo II no ano 2000 e canonizados polo Papa Francisco no ano 2017 en Fátima co gallo do centenario das aparicións.

As revelacións de Fátima teñen lugar nun contexto marcado, en Portugal, pola recente implantación da República que provoca unha importante persecución relixiosa (con medidas como a expulsión de todas as órdenes relixiosas) e polo inicio da I Guerra Mundial, na que participa Portugal con máis de 50.000 mozos. Un ambiente de crise en Portugal e no mundo.

Tras comunicar ás autoridades eclesiásticas as visións e no decurso do proceso de verificación das mesmas, Lucía (que nacera en 1907) con apenas catorce anos é levada, polos responsables da diocese Leiria, ao Instituto Van Séller (coñecido como Asilo de Vilar) en Porto onde chega o 17 de xuño de 1921 e que estaba a cargo das Irmáns Doroteas. Alí recibe formación académica e a que, naquela altura, se consideraba propia da condición feminina. Non retornou a Aljustrel nin nos períodos vacacionais, recibindo si a visita da súa nai en Porto ou Braga, onde pasaba as estadías de verán na casa da familia Vasconcelos ou na Quinta do Formigueiro, propiedade do bispo de Leiria.

Aos 18 anos Lucía manifestou o seu propósito de seguir á vida relixiosa na Congregación das Irmás de Santa Dorotea de Paola Frassinetti, as “Doroteas”. Como apuntamos en Portugal non existían centros de formación para as órdenes relixiosas que foran trasladados ao exterior. As Doroteas tiñan o seu noviciado en Tui -logo da súa expulsión de Portugal coa implantación da República-, e ata a nosa cidade se traslada Lucía, chegando o 24 de outubro de 1925. Unha decisión que pretende tamén afastala da presión dos devotos e dos medios de comunicación.

O proceso de formación establece, primeiramente, un tempo de postulantado que realizará na casa que as Doroteas tiñan en Pontevedra, onde residirá dende o 25 de outubro de 1925 ata o 20 de xullo de 1926 en que regresa a Tui. O convento tudense estaba daquela no paseo da Corredoura, hoxe cuartel da Garda Civil, pois o actual convento de Martínez Padín se inicia en 1926 e tarda dous anos en construírse. Lucía tomará o hábito o 2 de outubro de 1926, pasando o seu período de noviciado completando a súa formación, realizando a súa profesión o 3 de outubro de 1928. Unha cerimonia que terá lugar xa no novo convento tudense inaugurado o 3 de abril do mesmo ano de 1928.

Con outras compañeiras profesas continúa na casa tudense das Doroteas ata realizar a súa “profesión perpetúa” o 3 de outubro de 1934. Aos poucos días é destinada de novo á casa de Pontevedra onde permanecerá ata que, unha vez máis regresa a Tui, en maio de 1937. Do convento da rúa Martínez Padín xa non sairá ata que, en maio de 1946, se lle ordena retornar a Portugal. Visita por vez primeira, dende 1921, os lugares das aparicións, en Cova de Iria, e a súa terra natal de Aljustrel, dun xeito case anónimo. É destinada á Casa de Sardão, en Vila Nova de Gaia, cerca de Porto. Pero aos dous anos, renovando os seus desexos de retiro e soidade, o Papa Pío XII concédelle ingresar no Carmelo de Santa Tereixa de Coimbra, onde chega o 25 de marzo de 1948, profesando como carmelita descalza o 31 de maio de 1949. Neste convento redactou os dous últimos volumes das súas Memorias e os “Llamamientos del Mensaje de Fátima”. Retornou unicamente a Fátima, en 1967, coa visita de Paulo VI e no 1982 e no 2000 nas visitas de Xoán Paulo II, participando nesta última data na beatificación de Francisco e Xacinta. No Carmelo de Coimbra  permanecerá en vida de oración ata a súa morte o 13 de febreiro de 2005.

Na súa estadía en Galicia Sor Lucía tivo diversas visións, tanto en Pontevedra como en Tui. Na nosa cidade viviu unha experiencia mística de singular relevancia.

Poco se habla de su estancia en la ciudad fronteriza, que sin duda fue -literalmente- trascendental. Allí, el 13 de junio de 1929, la hermana Lucía tuvo una visión de la Santísima Trinidad y del Inmaculado Corazón de María, durante la cual la Virgen le comunicó que "había llegado el momento de participar a la Santa Iglesia su deseo de consagración de Rusia y la promesa de su conversión"

Estando a solas Lucía, la capilla se iluminó y sobre el altar apareció una Cruz iluminada (Dios-luz del mundo) que llegaba hasta el techo. En otra luz más clara, sobre la parte superior (de la Cruz-Redención) se veía un rostro de un hombre con cuerpo hasta la cintura (Dios-Padre-fuente de Gracia y Misericordia); sobre el pecho una paloma (Espíritu Santo), y un hombre crucificado (Jesucristo-Encarnación).

Un poco más abajo de la cintura se veía un cáliz y una Hostia (Eucaristía) que desprendía gotas de sangre que resbalaban por el rostro del Crucificado y de la herida de su costado y que caían en el cáliz (sacrificio de la Santa Misa). Debajo del brazo derecho de la Cruz estaba A Nossa Senhora con su Inmaculado Corazón en la mano izquierda. Debajo del brazo izquierdo de la Cruz, unas letras grandes escritas con agua cristalina vertidas sobre el altar bordaban las palabras "Gracia y Misericordia". Continua o relato“entendí que era el Misterio de la Santísima Trinidad que se me enseñó, y yo recibí luces acerca de este misterio que no se me permite revelar. Completa a súa narración co petición expresa da Virxe para que o Papa e todos os bispos“consagren a Rusía a mi corazón, prometiendo salvarla por este medio”. Su confesor le aconsejó escribir todo lo que había percibido en esa visión sobrenatural para ponerlo en conocimiento del Papa.

A teofanía tudense de Sor Lucía posúe una singular carga teolóxica ao recoller os principais misterios do cristianismo, a Encarnación e a Redención que Deus obra a través do seu fillo, Xesús… para transmitir ao mundo unha mensaxe certa, o xuizo de Deus para os homes é “gracia e misericordia” de aí a insistencia dos pastoriños da Fátima na conversión persoal e colectiva para participar da gracia e da misericordia amorosa de Deus.

A mensaxe de Fátima agroma nun momento de crise e turbulencia, nun tempo de grandes transformacións no mundo, é certamente esperanzadora, de confianza, pois o que triunfa, o que permanece é a gracia e a misericordia de Deus para todos os homes. Unha mensaxe actual tamén para os nosos tempos cheos de incertidumes, onde sobresae a certeza da fe, da "gracia e misericordia", do amor incondicional de Deus polo home e a humanidade.

Sor Lucía residiu en Tui máis de dezasete ano no convento das Doroteas, co nome de “Sor Dolores” que tomou ao vestir o hábito, participando na vida da comunidade relixiosa e como, moitas das súa compañeiras doroteas, colaborando en diversas tarefas apostólicas nas parroquias do entorno, especialmente como catequista de nenos e nenas nas parroquias de Tui e Rebordáns. Lembro como miña nai comentaba que compartira con Sor Lucía estas labores catequéticas, que mantiña unha especial discreción na súa actividade, asumida tamén por todos os que coñecían a súa identidade colaborando esta discreción, pois ninguén facía referencia algunha a súa condición de vidente de Fátima. Tamén no convento tudense redactou parte das súas memorias, en concreto catro volumes, escríbelle ao Papa, segue en relación coa Igrexa de Portugal, recibe contadas visitas (como a de Josemaría Escrivá de Balaguer, fundador do Opus Dei, que nunha estadia co seu amigo e bispo de Tui, Fr. José López Ortiz, visita á vidente de cara á implantación da súa organización en Portugal), vive, en definitiva, con sinxeleza e discreción case anónima.

En Tui Sor Lucía ten unha das experiencias místicas máis singulares e fondas. Na capela do convento tudense na noite do 13 de xuño de 1929 – cumpriremos en menos dun mes o seu XCI aniversario- tivo lugar un extraordinario acontecemento protagonizado pola Irmá Lucía: a visión da Trinidade que se deixa coñecer por esta relixiosa.

Posiblemente, mantendo o espírito de Lucía, as relixiosas Doroteas tudenses nunca promoveron ou potenciaron especialmente este lugar certamente singular, en contraste, por exemplo, con Pontevedra onde existe unha Capela ou Santuario das Aparicións e cuxo culto é amplamente difundido. Certo que acollen con hospitalidade e simpatía a cantos se achegan  ata a capela tudense lembrando á memoria da Irmá Lucía e a súa visión.

En outubro de 2005 a asociación cultural “Civitas Tudensis” en colaboración co Concello de Tui colocou unha placa na fachada do convento das Doroteas de Tui lembrando este acontecemento, única sinal, aínda hoxe,da presenza de Lucía en Tui e da súa visión.

Anualmente son moi numerosos os grupos de peregrinos, especialmente estranxeiros, que acoden ata este lugar atraídos pola lembranza da visión daquel 13 de xuño de 1929. Quen subscribe, por exemplo, acompañou o pasado ano a un grupo de case 150 peregrinos procedentes de Rusia, Letonia e Georgia que iniciaban en Tui o seu Camiño de Santiago visitando este lugar mariano ligado á historia dos seus países.

Remato este post reivindicando a valorización deste singular acontecemento acaecido en Tui hai 91 anos, especialmente pola súa dimensión espiritual pero tamén, en segundo lugar, pola súa dimensión turística. Resulta sorprendente que esa visión trinitaria de Lucía en Tui sexa amplamente coñecida por todo o mundo e siga sendo moi escasamente coñecida polas xentes de Tui.

Unha alta porcentaxe dos peregrinos que realizan o Camiño Portugués teñen unha motivación espiritual que se enriquecería cunha visita e atención relixiosa neste lugar da visión da irmá Lucía. Paralelamente, resulta de interese promover a presenza de Tui no amplo mundo dos peregrinos a Fátima que, lembremos, acadou os 6,5 millóns no pasado ano 2019. Unha difusión desta manifestación teofánica tudense entre os peregrinos a Fátima e a creación das necesarias condicións de acollida para estes grupos abre unha nova vía de actuación no ámbito do turismo relixioso que Tui non debe deixar de explorar, incorporando a visita á nosa cidade nos circuítos deste tipo de turismo relixioso no futuro.

De novo, Tui cidade slow?

$
0
0

Hai agora nove anos (13 de maio de 2011) publiquei un post neste blog sobre a pertinencia dunha reflexión para integrar á cidade de Tui no movemento das cidades “Slow”.


Logo de case unha década, reproducir de novo este artigo segue resultando, por unha banda, oportuno pero, ao tempo, un tanto desalentador por canto en todo este tempo a sociedade tudense segue afastada dunha reflexión sobre o seu futuro e a posta en valor dos seus recursos endóxenos que teñen potencial dabondo para ofrecer amplas posibilidades de desenvolvemento e progreso.

Tui foi historicamente unha cidade de servizos (administrativos e comercias basicamente) pero precisa ampliar a súa oferta de servizos (hoxe especialmente comerciais e turísticos) cara a calidade e, moi especialmente, a singularidade, os únicos recursos para tentar competir con éxito.

O movemento das cidades slow que abrangue a numerosos países, en España aínda conta cun número reducido de vilas e cidades (Balmaseda, Begues, Begur, Bubión, Lekeitio, Morella, Mungia, Pals Rubielos de Mora e La Orotava ) namentras que en Portugal son na actualidade seis localidades (Sao Bras de Alportel, Lagos, Silves, Tavira, Vizela e Viana do Castelo). Outros países como Italia, berce do movemento, Alemaña ou Francia contan con numerosas vilas e pequenas cidades integradas nesta rede de “Slow cities”. En Galicia aínda ningunha localidade sumouse a esta iniciativa. Ser pioneiros é sempre unha vantaxe que singulariza e identifica.

Esta reflexión posúe maior pertinencia no actual escenario de crise provocada pola pandemia do Covid19, cunhas consecuencias que aínda podemos prever na súa integridade pero que serán moi dolorosas. Cómpre extraer dos problemas as oportunidades que brindan e o novo escenario postcovid esixe un re-inventarse, na medida das posibilidades, para reposicionarse como destino de turistas e visitantes. Pero esta crise tan pon de manifesto a necesidade de recuperar valores como o encontro persoal, a dimensión humana de vilas e cidades, o valor dos produtos locais... Aspectos que redundan en dotar ás nosas localidades dunha maior dimensión humana... valores concordantes co movemento “slow”.

Temos os recursos (conxunto histórico, Catedral, Camiño de Santiago, paisaxe e patrimonio natural, a posición fronteiriza, a complementariedade con Valença, etc.) e o movemento slow ofrece estratexias e criterios para orientar un desenvolvemento equilibrado, sustentable e que ofreza posibilidade de progreso para os nosos veciños e para valorizar dun xeito excepcional o noso patrimonio e as súas potencialidades, onde os protagonistas sexan as persoas e non os coches, onde os produtos locais primen nas nosas cociñas e restaurantes, unha cidade para pasear e gozar.

Creo que logo de nove anos segue sendo de actualidade aquela reflexión que, como dicía, hoxe recuperamos pois segue sendo actual.

 

Tui, cidade slow?

Os seguidores de Tudensia me permitiran este post que é case unha reflexión, pois ás veces resulta ata beneficioso considerar algunhas ideas e actuacións que están a funcionar noutros lugares, e que semellan case utópicas, pero que nos abren a novos prantexamentos, a novos criterios, suscitándonos novos parámetros de actuación ou de interpretación da realidade.

O conxunto patrimonial tudense precisa, por unha banda, dunha atención de caracter coxuntural, de atencións inmediatas a súa problemática concreta que favoreza á vida nese ámbito. Pero non podemos renunciar a realizar unha diagnose estructural que defina grandes obxectivos e estratexias a medio e longo prazo, para deseñar unha nova xeira que poña en valor este tesouro que posuimos os tudenses. O momento é idóneo e non tanto polas inmediatas  elección municipais senón porque o goberno municipal que resulte deste proceso electoral asumirá a elaboración e culminación do Plan Especial do Conxunto Histórico onde é imprescindible definir estas estratexias.

Como unha aportación a este debate aberto sobre as diversas propostas encol o noso conxunto histórico que escoitamos nestes días de campaña electoral, e que está ligado a outros moitos aspectos da nosa vida social e política, pero especialmente ao urbanismo e ao turismo, hai unha idea que leva xa tempo cativándome e que a mención que o profesor Abino Prado fixo da mesma no Seminario Internacional conmemorativo dos 125 anos da Ponte Internacional (cuxas conclusións recollimos nun post de Tudensia) anímame a poñelo por escrito: Tui cidade slow.

O movemento slow (ou lento) nace en Roma en 1989 cando un grupo de manifestantes protestaba na Praza de España pola apertura dun establecemento Mc’Donald; o lider daquela protesta era Carlo Petrini, sociólogo especializado en gastronomía, defensor do valor da cociña tradicional fronte a “fast food”. Petrini tiña fundado na súa cidade natal, Bra, unha Universidade de Ciencias Gastronómicas. Dende esta opción gastronómíca xurdiu o Movemento Slow como expresión de rebeldía contra a tiranía do tempo que nos obriga a vivir exclusivamente para traballar, facer cousas a todas horas e sentirnos continuamente atarefados ou “stresados”. Como di nalgún dos seus folletos este movemento: “Desacelera a túa vida: come despacio, traballa eficientemente, ten más lecer, reláxate e disfruta”. Para máis información ver http://www.mundoslow.com/

En 1999 o alcalde dunha pequena localidade da Toscana, Chianti, pensou que esta filosofía slow era exportable a unha escala urbana, crear un xeito de vida na súa cidade, e xunto ás vilas viciñas de Bra, Positano e Orvieto crearon as “Cittaslow”. Así se as comidas lentas definen un ritmo máis pausado, as cidades lentas ofrecen aos seus habitantes mellorar a súa calidade de vida mediante a tranquilidade, os espazos verdes e a ausencia de stress.

A idea prendeu e na actualidade máis dun cento de cidades e comarcas de todo o mundo conforman este movemento das “Cittaslow”: Italia con 69 cidades asociadas lidera esta organización, que chega a Canada, Estados Unidos, Sudáfrica, Corea do Sur, Australia. En Europa está Alemania con dez, Reino Unido con oito, Polonia e España con seis, etc. No caso español están integradas na Red Estatal de Municipios por la Calidad de Vida (nome oficial da rede de cidades slow de España): Begur e Pals (en Girona), Lekeito e Mungia (en Bizkaia), Bigastro (Alacante) e Rubielos de Mora (Teruel).

As bases fundamentais das cidades slow son:

  • Manter unha arquitectura respectuosa co entorno e amigable para os seus habitantes. Os centros urbanos están pechados ao tráfico rodado, se potencia o uso das enerxías renovables y se aproban normas coherentes coa natureza.
  • Os espazos histórico-culturais e as zonas verdes se deben priorizar e conservar en perfecto estado. Estas cidades deben potenciar sistemas de reciclaxe do lixo referentes ecolóxicos para os demais.
  • O crecemento da cidade debese guiar pola mellora do territorio e dos seus habitantes, e non pola construcción urbanística insostible.
  • A alimentación debe basearse no Slow Food e, en xeral, nos produtos locais, ecolóxicos e de tempada.
  • As novas tecnoloxías e os avances científicos que fomenten a ecoloxía e a sustentabilidade deben incorporarse a estas cidades.

A cidade slow está sometidas a un rigoroso control pois os seus parámetros abranguen 59 puntos agrupados en 6 grandes categorías:

- a política de medio ambiente

- a política de infraestruturas

- as tecnoloxías pola calidade urbana

- a valorización das producións autóctonas

- a consciencia dos cidadáns

Para máis información sobre a filosofía desta Rede de cidades e a súa organización un enlace útil é http://www.cittaslow.es/blog/?p=10

Como podemos comprobar estamos diante dun prantexamento amplo, de longo percorrido, pero que para unha cidade coma Tui é unha opción a valorar por canto sería colocar a Tui nunha liña de traballo a prol de incrementar a calidade de vida dos seus habitantes, de ofrecer un valor engadido ao noso conxunto urbano, de posicionarmonos coma unha referencia pioneira na nosa Comunidade Autónoma. O selo slow é xa na actualidade unha garantía de calidade de vida e de calidade turística. Certamente obriga a mudar con moitas inercias da vida social, a modificar hábitos arraigados entre os nosos veciños e entre os nosos responsables municipais, etc.

O movemento slow pola suas implicacións penso resulta unha opción idónea e innovadora para, mantendo a nosa condición patrimonial, abrir novos vieiros ao desenvolvemento sostible da nosa cidade.

Ata agora estou falando a nivel de ideas e de teorías pero cumpriría, alomenos, realizar un achegamento a esta iniciativa para valorar a súa viabilidade e oportunidade. Pero sen apriorismos, cando menos dun xeito paseniño.

http://tudensia.blogspot.com/2011/05/tui-cidade-slow.html



Parlamentarios tudenses IX: Augusto González Besada, un tudense na cima da política española

$
0
0

Nas eleccións de 1893 e de 1898 resultará electo polo distrito pontevedrés de Cambados o tudense Antonio Díaz de Rábago y Aguiar, que morre moi novo neste último ano. Pertenceu ao Partido Liberal y estivo sempre ligado á figura do politico galego Eugenio Montero Ríos.

Retratro de Augusto Gonzalez Besada no Salón de Plenos da Casa do Concello de Tui (1920)

Tras o seu pasamento sucédeo, en 1899, na representación pola vila de O Salnés un dos mais egrexio tudenses, Augusto González Besada y Mein. Foi un dos grandes políticos galegos da Restauración membro do Partido Conservador. “Orador metódico e persuasivo demostraba nos seus discursos a fonda preparación que dedicaba ao estudio dos grandes problemas (…) era un intelectual que pretendeu darlle á política a modernidade e fondura da que carecía”.

Fillo de Basilio González Besada Vidal, avogado, alcalde de Tui e deputado provincial en varias oportunidades, autor dunha obra moi práctica sobre os foros, era de ideas integristas como o patentiza no seu libro “Dios es la verdad” (1870).  Conforma unha familia acomodada que se integra na elite política provincial e se instala na cidade do Lérez, en Pontevedra. Vinculados politicamente á figura do político conservador José Elduayen, o seu pai Basilio foi consultor na Sociedad de Crédito y Fomento de Vigo e da Compañía construtora do ferrocarril Ourense-Vigo.

Basilio González Besada estaba casado con Dolores Mein Ibarra e tiveron catro fillos. Narciso, faleceu en Cuba aínda novo, Antonio foi médico e tamén morreu prematuramente; Moisés foi un avogado de sona en Pontevedra con afeccións literarias, entre elas a dirección da revista “Café con Gotas”, e ocupará a Secretaría da Deputación dende 1895 ata a súa prematura morte,  e Augusto.

Naceu Augusto na nosa cidade o 24 de xuño de 1865, tras estudiar os primeiros anos no Seminario tudense e o bacharelato en Pontevedra (que remata en 18809 con “nota suprema”), cursou Dereito en Compostela, licenciándose aos 20 anos con sobresaliente en todas las asignaturas e premio nos dous grupos de Dereito romano e na Disciplina eclesiástica. Daquela cultivaba a literatura e nese ano de 1885 obtén un premio do Concello compostelá por un traballo titulado “Cuadro de la literatura gallega en los siglos XIII y XIV”. Nos dous anos seguintes elabora dous volumes da “Historia crítica de la Literatura Gallega” publicados na “Biblioteca Gallega” de Andrés Martínez Salazar, e escribiu diversos traballos sobre o idioma galego. Nesa altura formaba parte dun grupo de estudantes, moitos futuros escritores, de carácter galeguista; así no 1891 asina a convocatoria dos Xogos Florais de Galicia a celebrar en Tui, xunto con Murguia, Brañas ou Cabeza de León. En Pontevedra, onde residía, formaba parte do Comité Rexionalista.

Tras o morte do seu pai cando contaba con apenas doce anos de idade, o seu gran referente será o seu tío Sabino González Besada, avogado, deputado provincial por Tui dende 1860, gobernador civil en 1884-1885 e Presidente da Deputación período 1896-1898.

Ao rematar os estudos xurídicos comeza a traballar no bufete do seu tío Sabino e con él inicia a súa carreira política como deputado provincial polo distrito de Caldas – Cambados en 1890, renovando escano aos catro anos por Ponteareas-A Cañiza. Entre 1895-1897 ocupará o Goberno Civil de Pontevedra, pero ao ano seguinte a morte tanto do seu tío Sabino como de Elduayen obrígalle a un reposicionamento profesional e político.

Tras aprobar co número un a praza de rexistrador, no 1899 coa súa elección como deputado por Cambados (representación que ostentará ata en seis ocasións e seríao tamén por Alxeciras, Almeria, Alcoi e Lugo, distrito ao que representa dende 1916 ata a súa morte) trasládase a Madrid, onde sitúase á sombra de Raimundo Fernández Villaverde, que ocupaba a dirección política deixada por Elduayen, quen o promove a altos cargos políticos. O primeiro que ocupa é de gobernador civil de A Coruña, logo será Subsecretario de Facenda, conselleiro de Instrucción Pública, presidente das Cortes e ministro.

Rafael Vallejo Pousada, profesor na Universidade de Vigo, é un dos máximos especialistas na figura de González Besada e dos seus escritos recollemos as seguintes notas:

En la política madrileña, su ascenso fue fulgurante. En 1899, Fernández Villaverde le incorporó al equipo que redactó, y defendió en las Cortes, el plan de saneamiento y reforma tributaria; en 1902, le hizo subsecretario del Ministerio de Hacienda; en 1903, le nombró ministro de Hacienda y, en 1905, le llevó a la cartera de Gobernación, que —con Hacienda— era la más importante de los gobiernos de la época. González Besada llegó a ser el responsable de Hacienda más joven de la Restauración (…) En las filas conservadoras, Besada se caracterizó por ser el principal heredero del legado ideológico de Fernández Villaverde. A la muerte de aquél, en 1905, se constituyó el Círculo Villaverdista, una facción del Partido Conservador presidida por el político gallego, que disputó el liderazgo a Maura, sin éxito. En mayo de 1906, se reintegró plenamente a la disciplina del partido, manteniendo una personalidad definida. En enero de 1907, Maura le nombró ministro de Fomento. Como tal, realizó una política de intervencionismo económico deliberado, orientada por el nacionalismo económico (…) En 1908, Maura le designó ministro de Hacienda, tras reconocer en San Sebastián, el 14 de septiembre, que Besada aceptó aquella cartera “recabando la facultad de seguir la política hacendística de Villaverde”.

González Besada era un dos políticos con maior prestixio nos conservadores, pero nas disputas internas non se decantou nin por Maura nin por Dato, rexeitando incluso dirixir o partido.

En abril de 1914, fue elegido presidente del Congreso de los Diputados; contó con doscientos ochenta votos de los cuatrocientos nueve posibles, apoyo sólo inferior al que Moret había logrado en 1912. En 1915, al caer Dato, el Rey le propuso presidir el Gobierno. Que fuera una jefatura provisional y sin autorización para disolver las Cortes y convocar elecciones le llevó a declinar la invitación. Adujo, no obstante, que “aunque creo no tener enemigos, bueno es que me hayan perdonado llegar hasta la presidencia de la Cámara [...] pero si me vieran presidir un Gobierno, no sería lo mismo. La política desgraciadamente no es una cosa sentimental; carece de entrañas”.

La figura de Besada se acrecentó tras pasar por la presidencia del Congreso. Estar bien visto en Palacio también le sumó apoyos. A su alrededor se aglutinó un nutrido grupo de fieles, los besadistas, que anhelaban su llegada a la presidencia del Gobierno. Así sucedió en julio de 1917; ante las dificultades de Dato, aquéllos confiaban en que, obligado por las circunstancias, Besada presidiría pronto un “gabinete de concentración nacional” (…) En ese período de quiebra del sistema político, a cada crisis, a cada cambio de gabinete que soplase en dirección a los conservadores, el nombre de González Besada aparecía como un fijo en la quiniela de candidatos. Entre 1917 y 1919, el político gallego pasó por la mayor parte de las consultas regias para formar Gobierno. Así aconteció en marzo de 1918, a la hora de constituirse el Ejecutivo de concentración que acabó dirigiendo Maura, y en noviembre de 1918, cuando cayó ese mismo Gobierno. En el Gabinete Maura de 1918, Augusto González Besada detentó por última vez la cartera de Hacienda. Impulsado por el crecido déficit, promovió dos reformas fiscales: la de la Hacienda central y la de la municipal.

Foi tamén Presidente do Consello de Estado, do Consello de Instrucción Pública, do Consello Superior de Fomento e da Xunta Central de Colonización

A súa grande cultura e prestixio levouno a ser nomeado membro das tres grandes academias españolas: da Lingua (cuxo discurso de entrada, en 1916, dedicoullo á figura de Rosalía e Castro e a muller galega, amplamente valorado no seu momento e aínda hoxe), da de Xurisprudencia e Lexislación, que presidiu entre 1918-1919, e da de Ciencias Morais e Políticas.

Enterro de Augusto G. Besada polas rúas de Madrid

Morreu en Madrid en 1919 cando estaba consolidando a súa propia “familia” política, pois xunto con Gabino Bugallal controlaban os distritos electorais dunha ampla zona de Galicia, especialmente en Ourense, Pontevedra e Lugo. Así tiña promovido ao seu fillo Carlos González-Besada polo distrito lucense, a Leonardo Rodríguez Díaz, deputado enfeudado en Chantada, a Julio Wais San Martín, por Pontedeume, ou a Luis Rodríguez de Viguri, tamén por Lugo.

Mantivo sempre unha estreita relación con Galicia, con frecuentes estadías especialmente en Pontevedra. Dende 1913 tiña un palacete en Poio con catro construcións: a casa principal, casa do caseiros, a biblioteca e doce casa de monecas. Fixo a biblioteca coa fachada da Casa dos Churruchaos, un edificio pontevedrés do século XV, que trasladou pedra a pedra a finca de Poio, de gran extensión e con numerosas especies arbóreas. A finca foi urbanizada parcialmente e o Palacete de Besada é propiedade do Concello de Poio.

Xunto co Marqués de Riestra participou na compra da illa da Toxa e na construción da ponte, promoveu a mellora de estradas, portos e servizos públicos na provincia, asi como a compra da illa de Cortegada para construír unha residencia veraniega ao rei Alfonso XIII. O obxectivo era converter as Rías Baixas nun dos centros de veraneo do monarcas, xunto a San Sebastián, e con elo das elites políticas e aristocráticas de España, en definitiva, a promoción turística deste territorio. Pero o proxecto non chegou a concretizarse.

Casara en Madrid, en 1891, con Carolina Giráldez y Fagúndez Losada, coa que tivo catro fillos: Carlos, Moises, Augusto e María Teresa.

Augusto González-Besada salientou polo seu carácter culto, moderno e aberto que pretendía levar aire fresco á vida política española.

Promoveu, entre outras moitas accións, a Gran Exposición Rexional de Galicia (Santiago 1909), a creación da Cátedra de Galego-Portugués na Universidade Central, que ocupou Said Armesto, e estivo sempre atento a problemática de Galicia.


Augusto G. Besada, por X. R. Corredoira (Museo de Pontevedra)

Mantivo sempre unha estreita relación con Tui que motivou que no mes de setembro do ano 1915 se realizase unha ampla homenaxe na que participou toda a cidade e que agradeceu sentidamente. O 29 de setembro o concello presidido, accidentalmente, por Manuel Cela acordou, por unanimidade, que se denomina calle Augusto González Besada a la actual de Colón, comprendida entre las calles de Elduayen y Martínez Padín y el Pilar.

O xornal tudense “La Integridad” (oposto sempre politicamente a Besada) ao recoller o enterro de González Besada apunta: El señor Besada ha dejado escasa fortuna. Todos reconocen su honradez intachable. Recuérdese que acaso fue el único político que no quiso aprovecharse de las remuneraciones y de los negocios que se presentan a los hombres de su prestigio.

Aos dous anos da súa morte, o 26 de xullo de 1921, o rei Alfonso XIII concedeulle a súa viúva, en recoñecemento aos servizos á Coroa de Augusto G. Besada, o marquesado de González-Besada.

 


Boas noticias para o muíño Mañoco

$
0
0

Publican hoxe diversos medios de comunicación o acordo alcanzado entre a Asociación de Muiñeiros do río Tripes e a Fundación “Felix Rodríguez González” pola que esta cédelle á referida asociación a parcela onde está localizado este histórico muíño para proceder a súa rehabilitación.

Unha boa noticia pola que felicitamos tanto á Asociación de Muiñeiros do río Tripes como a Fundación “Félix Rodríguez González” por canto con esta cesión agardamos se recupere este importante testemuño do noso patrimonio cultural, situado na ribeira do río Tripes, cerca da antiga ponte de ferro na rúa Martínez Padín da nosa cidade.

Este muíño estaba integrado nun amplo conxunto coa ponte, tamén coñecida polo mesmo nome de Mañoco, que cruzaba o Tripes e que tiña nas súas proximidades, na outra ribeira, a fonte da Ouro no camiño cara a barca de Portugal e o Baixo Miño. Nesta ilustración de finais do século XIX podemos apreciar este conxunto.

Vista de Tui, William Wihie Collins, Londres, 1908.

Nos congratulamos pois dende hai anos existe unha reivindicación da necesidade de recuperar este muíño. Foi en novembro de 2004 cando a extinta asociación “Civitas Tudensis” organizou unha limpeza das ruínas deste muíño do Mañoco para divulgar o coñecemento da súa existencia. Anos despois neste mesmo blog denunciabamos, no ano 2010, como este muíño esta completamente oculto entre silveiras sen que ninguén se ocupase da súa conservación: http://tudensia.blogspot.com/2010/01/o-muino-do-manoco-setecentos-anos-de.html

Muíño do Mañoco en 2010

Ernesto Iglesias Almeida en varias das súas publicacións aporta abondosos datos sobre a dilatada historia deste muíño do Mañoco, propiedade do Cabido da Catedral dende os séculos medievais. A primeira noticia coñecida da súa existencia data de 1374, cando o coengo tudense Martiño Barreiro afórallo a Afonso Anes, zapateiro, veciño de Tui a condición de que o fixese de novo. Numerosos contratos de arrendamento foral consérvanse no arquivo da Catedral tudense, que evidencian a importante actividade que éste posuía, pois xunto cos existentes no barrio de Riomuiños, eran os únicos muiños existentes nas inmediacións da cidade de Tui para uso dos seus habitantes.

Este muíño estaba integrado nun amplo conxunto coa ponte, tamén coñecida polo mesmo nome de Mañoco, que cruzaba o Tripes e que tiña nas súas proximidades, na outra ribeira, a fonte da Ouro no camiño cara a barca de Portugal e o Baixo Miño. Nesta ilustración de finais do século XIX podemos apreciar este conxunto.

No Catastro do Marqués de Ensenada do ano 1753 recolle a existencia deste muíño coa seguinte descrición: el Deán y Cabildo de este Santa Yglesia, un molino arinero de dos muelas al mismo sitio de Río Molinos, que muelen con agua corriente, la una todo el año y la otra seis meses de él, por que percibe de renta ciento y veinte ferrado de trigo, traélo en arrendamiento Francisco Silbeyra, quien consideran de utilidad por esta industria ciento y ochenta reales de vellón.

En 1861, tras o proceso de Desamortización de bens eclesiásticos, foi adquirido polo comerciante tudense Benito Rodríguez Navia, pasando logo por herdanza á Fundación “Félix Rodríguez González” que cos seus bens xestionaba o Hospital e inclusa tudense (na actual rúa Colón), estando arrendado a diversos veciños ata que deixou de ser utilizado para a moenda pola aparición da “molineras” eléctricas.


Foto Asociación Muiñeiros do Tripes

O abandono deste muíño viuse agravado pola construción da nova ponte sobre o río Tripes que, nunha das mais lamentables intervencións realizadas na nosa cidade, deixou canalizado o río Tripes e alteradas irremediablemente as ribeiras do Tripes, alterando substancialmente o seu entorno.

Trátase pois dun muíño fariñeiro, dedicado á moenda do gran, con rodas horizontais ou rodicio fixo, dos chamados de cubo, pois a almacenaxe da auga faise nun espazo inclinado de sección rectangular decrecente, de madeira no caso dos máis pobres, e de pedra ben labrada neste muíño de propiedade do Cabido catedralicio. Cómpre insistir neste feito pois dende época medieval os muíños son unha moi importante actividade industrial, que os poderosos tentaban controlar.

En definitiva, unha moi positiva noticia para o noso patrimonio cultural e agardamos que o traballo da Asociación de Muiñeiros do río Tripes logre recuperar para os veciños de Tui este muíño Mañoco.

A procesión de Corpus Christi en Tui, unha tradición de case 500 anos

$
0
0

A celebración da festa do Corpus Christi ten a súa orixe no século XIII pero será moi especialmente logo do Concilio de Trento cando adquira unha extraordinaria solemnidade. Este Concilio é a resposta da Igrexa Católica á Reforma protestante que cuestiona a presenza real de Cristo no sacramento da Eucaristía. O movemento contrarreformista incidirá, por tanto, na exaltación deste misterio da fe a través de múltiples expresións na teoloxía pero especialmente na piedade popular.

Custodia da Catedral de Tui (1602)

A festa do Corpus, desenvolvida nas súas expresións litúrxicas no século XIV e XV, e moi especialmente a procesión co Corpo de Deus polas rúas das cidades, convértese nunha das principais manifestacións da relixiosidade barroca. É un cortexo que en moitos lugares asume a herdanza medieval (na presenza de manifestacións para-teatrais, danzantes, gremios e confrarías, expresións do ciclo do maio, etc) ás que se suma, en época moderna, a elaboración de monumentais custodias para este desfile procesional, a presenza de todos os elementos da vida pastoral e das autoridades civís. Era un cortexo perfectamente xerarquizado testemuñando a orde social, os diversos estamentos que compuñan a sociedade.

Ao longo dos séculos existirá sempre unha tensión entre as expresións máis populares que se integraban nesta procesión e as normativas canónicas que buscaban reducir ás mesmas, ao entender que no se correspondían coas formulacións. teolóxicas que se pretenden transmitir pola xerarquía eclesiástica. Por iso haberá numerosas disposicións para restrinxir a presenza de danzantes, de elementos teatrais, etc no cortexo procesional. É o caso da Real Cédula de Carlos III de 20 de febreiro de 1777, completada con outra de 1780 na que consta expresamente a prohibicion de danzas y gigantes en iglesias, procesiones y demás funciones eclesiásticas, ordenando cesen tales prácticas. Sen embargo, a fonda entraña popular desta celebración motivará que, en numerosos lugares, aínda hoxe, esta procesión do Corpus Christi conserve expresións da relixiosidade popular (a coca ou tarasca, danzantes, xigantes e cabezudos, alfombrados de flores, etc.) que foron capaces de resistir todos os intentos reformistas das autoridades civís e relixiosas. Estamos pois diante dunha das festividades mais populares que conservamos no calendario litúrxico.

O Corpus en Tui témolo documentado dende o século XV pois nas Constituciones del Obispado de Tui establecidas polo bispo Diego de Muros no ano 1482, logo da celebración dun sínodo, implanta a obrigatoriedade de celebrar a festividade do xoves de Corpus en toda a diocese. A primeira noticia da procesión do Corpus tudense data de 1522 segundo Julio I. González Montañés.

Este autor na súa magnífica web sobre o teatro en Galicia ao falar da festividade do Corpus (http://www.teatroengalicia.es/corpus.htm) no caso de Tui sinala o seguinte:hay noticias sobre una Coca en 1748 que Santa Margarita llevaba encadenada y que pervivió hasta 1780 (se conservan anotaciones de pagos municipales de 176 reales por el armazón de madera, la tela y el pintado). Del siglo XVIII hay noticias del recorrido de la procesión por las calles de la villa "al son de su gaita y tamboril", y de las danzas gremiales y los gaiteros que las acompañaban, por ejemplo de la danza de espadas del gremio de zapateros descrita a mediados del XVIII en el Libro de actas y cuentas de la cofradía de barqueros de San Telmo. En 1708 sabemos por el Libro de acuerdos municipales (fol. 100) que se adornaron con colgaduras las casas consistoriales y que se colocó ante ellas un dosel con los retratos de Felipe V y Mª Luisa de Saboya, ofreciendo el concejo dulçes y vevidas a los forasteros y oficiales del ejército que estaban en la ciudad.

Coca no Corpus de Redondela

Coca y gigantes desaparecieron de la procesión tudense hacia 1780 por efecto de las prohibiciones de Carlos III, pero los gigantes reaparecen en el siglo siguiente en las Fiestas de San Telmo, patrón de la ciudad. Se trataba de un Rey y una Reina a los que se consideraba representación de los Reyes Católicos y se les denominaba Isabel y Fernando. Están documentados desde 1889 y aparecen mencionados en noticias de prensa de finales del XIX y principios del XX. Es probable, sin embargo que existieran algunos años antes o al menos los cabezudos ya que cuatro de ellos se prestaron a Padrón en 1883 para las fiestas del Sacramento.

Para documentar o contido da procesión eucarística na nosa cidade o historiador tudense Suso Vila recolle o datos de dous cerimoniais da nosa catedral, primeiramente os documentos do cóengo Francisco Alcoba de 1615 e logo de Juan Piñeiro Falcón de 1745, nos que se evidencia como a procesión do Corpus tudense contaba coas diversas manifestacións que vimos sinalando.

No "Prontuario de ceremonias", escrito entre 1615 e 1624 por Francisco de Alcoba se recolle, seguindo a descrición que publicou Suso Vila: la procesión del Corpus comenzaba primero poniendo en orden las cruces que venían de las parroquias que estaban a una legua alrededor de la ciudad. El orden de las cruces e imágenes era el siguiente: la cruz grande la Catedral (donada por el obispo D. Pedro Beltrá a finales del siglo XV y desaparecida en la invasión napoleónica), el pendón del Santísimo Sacramento, la cruz mediana de plata (denominada guión), la imagen de Nuestra Señora (no sabemos si hace referencia a la imagen de la Patrona), San Sebastián del Altar Mayor, el navío de San Pedro González Telmo; las cruces parroquiales de: San Bartolomé, Areas, Paramos, Sobrada, San Salvador de Budiño, Pexegueiro, Entenza, Malvas, Ribadelouro, Caldelas, Baldráns, San Estevo de Budiño, Taborda, Piñeiro, Amorín, Curras y Soutelo. Las varas del palio del Santísimo Sacramento eran llevabadas por los regidores municipales, ya que tanto el Alcalde como el Merino de la ciudad tenían que procurar guardar el orden público en razón de los conflictos que acostumbraban a aparecer en este día, tanto por la dificultad de la organización (atercados entre cofradías o parroquías) como en las multitudes que acudian.

Dentro de la Catedral el primer rito que se realizaba era la de la danza de los gremios, despues de terminar el Villancico. En el Altar Mayor los gremios de zapateros, sastres y herreros efectuaban  sus danzas aunque con brevedad para no entorpecer la marcha de la ceremonia.

O elemento central deste desfile procesional que describen as notas do cóengo Alcoba é a custodia onde se levaba exposto o Santísimo Sacramento polas rúas da cidade. A custodia procesional tudense data de 1602 e foi realizada, por encargo do bispo Tolosa, polo prateiro burgalés asentado en Valladolid Juan de Nápoles Mudarra e os seus colaboradores vallisoletanos Miguel de Mojados e Marcelo Montanos. En Galicia conservamos outra peza singular dos mesmos autores, as urnas funerarias en prata de San Rosendo e San Torcuato do mosteiro de Celanova. Os dous últimos tamén realizan, por este mesmo anos, a custodia procesional da Catedral de Ourense. Marcelo Montanos se establecerá definitivamente en Ourense dando orixe a unha familia de ourives de varias xeracións.

 

A custodia tudense é unha peza excepcional polo seu carácter arquitectónico seguindo os criterios en boga daquela época. Na súa base conserva as armas do doante, o bispo Francisco de Tolosa e unha inscrición alusiva. Na actualidade non conserva a súa configuración inicial pois segundo a descrición do Libro de Inventarios de 1708 no seu primeiro corpo contaba coas figuras dos doce apóstolos e catro santos máis, hoxe desaparecidos, conservándose seis columnas pareadas sobre unha base hexagonal que acolle unha custodia ou expositor do século XIX. No segundo corpo, seis campaíñas e un templete coa imaxe da Asunción de Nosa Señora, titular da Catedral. O terceiro corpo, non é o orixinal, engadido posiblemente no século XIX, está rematado por unha cruz e acolle no seu interior unha grande campaíña.

Algún autor sinala que parte do segundo corpo foi desmontado polo excesivo peso que supuña para os portadores da custodia e noutras oportunidades que foi entregado aos franceses na ocupación da cidade na Guerra da Independencia.

No ano 1747 outro cóengo, mestre de cerimonias do Cabido, Juan Piñeiro Falcón, amplía, corrixe e actualiza os cerimoniais recollidos polo seu predecesor Francisco Alcoba. De novo reproducimos o texto do historiador Suso Vila: En el ceremonial del siglo XVIII, del canónigo Juan Piñeiro Falcón, se precisa con más detalle la complejidad de la procesión, que salía de la Catedral por la nave de San Benito (la del Evangelio, y lugar donde se  en medio el a las que se alternaban con himnos del coro. Junto a la puerta del Palacio Episcopal (en el pórtico catedralicio) se cantaba un villancico y por ello el prelado ordenaba hacer en la puerta del Palacio un altar.

El recorrido era por las calles Tras la obra, puerta del Carballo donde cantaba un villancico, calle de Abajo o Real hasta la puerta do Arco, donde se interpretaba otro villancico, proseguía por la calle de San Juan (Tyde), rúa do Corpo Santo (San Telmo), Canicouba y en la plaza do Concello había un nuevo villancico.

Encabezaba la procesión la Coca o tarasca, que estaba a cargo de los pescadores y tratantes de pescado, luego estaban las horneras llevando unos moletes de pan  sobre espadelas  muy ornamentadas de alhajas y cintas; seguían los danzantes de herreros, sastres y finalmente los zapateros. A continuación las imágenes: San Lorenzo, San Benito, San Crispín y San Crispiniano, San Telmo, San Sebastián (si estuviera San Julián en la Catedral iría en esta ubicación) y Nuestra Señora del Buen Suceso. De cada gremio iban cuatro hombres con hachas acompañando a las imágenes.

También figuraban en la procesión los religiosos dominicos y franciscanos  y después los eclesiásticos que había en la ciudad. “Después en medio el capellán con la cruz grande, tras él el mayordomo del Sacramento con en pendón. Delante los pincernas (coperos), cuatro pajes del prelado, le seguía el cabildo, luego el palio, llevado por los regidores (con la custodia), los tres de misa y finalmente el obispo con una candela.

Para completar a descrición da procesión eucarística da festividade do xoves de Corpus en Tui recollemos tamén o relato, sempre certeiro e documentado, de Manuel Fernández-Valdés Costas que no Boletín Informativo do Centro de Iniciativas e Turismo de Tui, de maio de 1961 escribía o seguinte: En tiempos muy lejanos figuraban en las procesiones del Corpus una serie de personajes alegóricos del Antiguo y del Nuevo Testamento que se llamaban “entremeses” (...) Santa Margarita llevaba la tarasca aherrojada; Santa Cataluna una “vibra” (serpiente). El pastor David era seguido por el gigante Goliat. Con el tiempo fueron perdiendo su carácter y desaparecieron la mayor parte de estos simulacros, pero el pueblo no se resignó a perder los gigantes y las bestias que tanto carácter daban a la procesión, como la tarasca y el águila que vomitaba fuego, por lo que desaparecen sin pena ni gloria el pastor David y Santa Margarita, pero no Goliat y la Tarasca.

Os xigantes de Tui nun campionato de leñadores (1948, foto Juan Vila Botanes) detalle

El gigante, que yo no es Goliat, tuvo pronto una compañera, la giganta, y por contraposición aparecen los enanos, los actuales cabezudos, que siguen acompañando la procesión en muchas ciudades españolas. En Tui salía la tarasca que medía 28 varas de longitud y era movida desde su interior por nueve hombres. En Tui desfilaban los gremios, acompañando a sus respectivos Patronos: San José con los carpinteros, San Benito con los sastres; los zapateros acompañaban a San Crispín y San Crispiniano; lo herreros a San Lorenzo, los barqueros y marineros a San Telmo y otros muchos. Al final  iba el Santísimo en su magnífica Custodia, regalo del obispo Fr. Francisco de Tolosa, formada por tres cuerpos superpuestos, que era llevaba por seis sacerdotes.

En todo el recorrido había varios elegantes altares, en donde la Orquesta de Capilla entonaba, al paso del Santísimo, villancicos del maestro Prado, que todos escuchaban rodilla en tierra; al final las músicas tocaban la marcha real. Era un momento solemne y emocionante. Todas las casas lucían sus mejores colchas y reposteros; desde los balcones caían cascadas de pétalos sobre el Palio y la Custodia. Alfombras de flores tapizaban las calles del recorrido. Un año resbaló uno de los sacerdotes portadores de la Custodia, en las flores del pavimento, por lo que fueron prohibidas y durante muchos años no volvieron a hacerse tapices de flores.

Como sinala Fernández-Valdés a procesión do Corpus fora perdendo o seu contido tradicional ao longo do século XIX e primeiras décadas do XX. Mudará definitivamente en 1944, cando a Igrexa, ao abeiro das novas orientacións litúrxicas, promove a presenza en exclusiva do Santísimo Sacramento neste cortexo procesional. Dende ese ano son transferidas ás imaxes dos antigos gremios e confrarías, que aínda participaban neste desfile procesional, á nova procesión na tardiña da festividade de San Telmo. Na actualidade seguen desfilando nesta celebración enriquecida coa presenza dos titulares das diversas parroquias do noso municipio, asi como San Teotonio patrono de Valença, e diversas imaxes de devoción popular.

A celebración litúrxica do Corpus Christ,i que culmina coa procesión eucarística polas rúas da cidade, foi trasladada, hai xa algún tempo, do seu tradicional horario de tarde á mañá. Nos últimos anos está enriquecida coa confección de diversas alfombras de flores que un grupo de animosos voluntarios realizan para maior realce da festividade. Unha tradición agora felizmente recuperada.

Alfombra de flores do ano 2013

Alfombra de flores do ano ¿2017?

A procesión do Corpus Christi tudense cumprirá, en dous anos, 500 anos de tradición, modificada co paso do tempo nos seus usos e costumes, pero conservando a súa esencia, o paso do Santísimo Sacramento polas rúas da nosa cidade. Con Santo Tomás de Aquino dicimos aquelas palabras do seu himno eucarístico repetidas ao longo dos anos en tantas procesións do Corpus Christi, tamén neste ano de pandemia que impide a celebración do cortexo procesional: Tantum ergo Sacraméntum Venerémur cérnui


O sermón dos Xogos Florais de Galicia de 1891 de Antonino Cerviño

$
0
0

O vindeiro 24 de xuño celebramos o CXXIX aniversario da celebración en Tui dos Xogos Florais de Galicia, o primeiro acto público celebrado integramente en lingua galega logo de séculos de desleixo pola nosa lingua como expresión culta, iniciando un proceso de recuperación e normalización do idioma galego no que aínda estamos.

A conmemoración destes Xogos Florais, mais aló da significación que posúen para a cultura galega, supoñen colocar a Tui como protagonista dun dos fitos na recuperación da nosa lingua. Especialmente nunha cidade, como a nosa, que non se caracteriza polo uso do galego entre a poboación, pois os condicionantes da evolución histórica achegaron á boa parte da poboación urbana, nos derradeiros séculos, a un uso case exclusivo do castelán como lingua vehicular.

En consecuencia, este efeméride do 24-26 de xuño de 1891, en que Tui acolleu a celebración dos Xogos Florais, é merecente de lembranza permanente, tanto no calendario de actividades anuais como con algunha expresión material que converta en permanente este recordo.

Tres foron os actos centrais daqueles Xogos Florais. O 24 de xuño foi no Teatro Principal onde tivo lugar o certame poético e os discursos de Manuel Murguía, Manuel Lago González e Alfredo Brañas. O 25 a  catedral de Santa María acolleu a cerimonia litúrxica dedicada a San Telmo, pois o Concello tudense tiña trasladado as festas santelmianas a esta data para dar maior realce aos Xogos Florais. E de novo o Teatro Principal escenario na tarde do 26 de xuño o banquete rexionalista, servido polo Hotel Comercio, onde de novo Brañas e Murguia tomaron a palabra.


Querería hoxe prestar atención a un dos eventos destas xornadas que é menos coñecido polo público, refírome ao denominado “Sermón Rexionalista” que pronuncia na Catedral de Tui na función de San Telmo, o cóengo maxistral Antonio Cerviño González. Un sermón que é tamén a oportunidade para recoñecer á figura deste singular persoeiro que tivo tan importante protagonismo no Tui de finais do século XIX e principios do XX.

Do ano 1977 hai un delicioso traballiño do médico e humanista tudense Darío Álvarez Blázquez publicado na revista Encrucillada titulado “Don Antonino Cerviño, un crego que clamou dende o púlpito, pola redención da nosa terra”. A mestura de datos biográficos sobre o cóengo tudense xunto con vivencias e lembranza familiares converten a este artigo nunha pequena xoia que paga a pena ler.

Antonino María Cerviño González nace en Anta – Areas o 10 de maio de 1852, fillo de “José Cerviño, de profesión cirujano, natural de Tebra (Tomiño) y de Josefa González, natural de Randufe”. Eran cinco irmáns, todos homes, entre eles Florencio, tamén presbítero, cóengo maxistral en Tui e finalmente bispo de Ourense dende 1921 ata a súa morte en 1941. 

Antonino estuda no Seminario tudense no que ingresa no curso 1862-63, “cursou alí con moi boas notas, cáseque todas de <Meritisimus> os catro primeiros anos de Latín, os tres que siguen de Filosofía e os catro restantes de Teoloxía, que rematou no curso 1872-73. E despois desaparez (...) no ano 1873 saíu de Tui e no 1876 entra no Seminario de Buenos Aires, onde estuda Sagrada Escritura, Patroloxía e Oratoria Sagrada, correspondentes ós 5º e 6º ano de Facultade”. No mesmo ano que ingresa no Seminario bonaerense, o 10 de xuño de 1876 é ordenado presbítero. Foi profesor no Seminario de Buenos Aires e o 12 de xuño de 1876 foi nomeado Director e Capelán do Instituto Benéfico “Damas de Caridad”.

Non está moi clara a súa actividade entre a saída de Tui e a entrada no Seminario bonaerense, nalgúns lugares se sinala que estivo de misioneiro en Paraguai... El mesmo no Sermón que pronuncia co gallo dos Xogos Florais manifesta que el coñece o mundo da emigración pois “yo los hallé en las llanuras casi infinitas de la Pampas americanas, en los bosques casi vírgenes del Brasil, cruzando los ríos caudalosos del Paraguay, en las margenes frondosas del Paraná, curtidos por los fuegos del Ecuador y de los trópicos”.  Da súa estadía americana publicou un libro titulado “Una Nochebuena en la pampa”.

Como el mesmo sinalou, debe retornar a Tui por “deberes filiales”, posiblemente a enfermidade dalgúns dos seus pais. Ao retorno, amais de completar no Seminario de Santiago a súa licenciatura en Dereito Canónico, foi nomeado, o 1 de outubro de 1877, catedrático de Latinidade no Seminario Conciliar de Tui;  o 1 de outubro de 1880 pasa a ensinar o terceiro ano da Facultade de Filosofía, desempeñando os cargos de Director e Vicerreitor ata 1887. Neste ano pasou a exercer como párroco de Santa Cristina da Ramallosa. En 1891 gaña as oposicións para cóengo-maxistral da S.I. Catedral de Tui, tomando posesión o 4 de febreiro; opositará logo para cóengo penitenciario, tomando posesión desta coenxía o 9 de decembro de 1892.

Antonino Cerviño desenvolverá en Tui unha moi intensa actividade. Nas últimas décadas do século XIX en torno ao Seminario tudense fórmase un grupo de sacerdotes, de grande capacidade intelectual e de ideoloxía integrista, conformado por Antonino Cerviño, Miguel Vallejo, Teodoro Sánchez Patiño, Juan Macaya e Javier Pimentel, ao que se incorpora o alumno Manuel Lago González (que será logo seu principal líder), Victoriano Paradís, Prudencio Iglesias Sánchez, Antonio Dávila. Este grupo, no que Cerviño ten unha importancia capital, desenvolverá unha intensa actividade en defensa dunha política confesional católica.

Tras a derrota dos partidarios do D. Carlos na terceira guerra carlista (1872-1876), o carlismo procurou unha reorganización do partido entre as diversas tendencias existente. Unha delas representada por Cándido Nocedal e logo polo seu fillo Ramón Nocedal, tiña como voceiro o xornal “El Siglo Futuro”, propugnaban a aplicación integra da doutrina católica que condenaba o liberalismo e o réxime político por el promovido.   Os integristas desenvolven unha defensa a ultranza dos principios católicos e opóñense a unha política de entendemento co liberalismo conservador. Na liña daqueles tempos será na prensa escrita onde se desenvolva especialmente a acción política e de opinión pública.


En Tui o xornal “El Eco del Miño”  publica o seu primeiro número o 14 de agosto de 1879, chegando ao número 448 de 21 de xuño de 1883. Foi dirixido, nos primeiro doce números, polo catedrático de Dereito en Santiago, Luis Zamora Carrete, que ao estar casado cunha tudense mantiña amplas estadías na cidade, e logo por Justo Salvador Fortes, notario eclesiástico, pero a verdadeira “alma mater” do xornal era Antonino Cerviño. Dende as súas páxinas, tal como era obrigado naquela época, mantivo polémicas con diversos xornais de Galicia (os vigueses La Concordia ou Faro de Vigo, etc.) entre elas, salientou a mantida con “El Anunciador” de Pontevedra que dirixía Indalecio Armesto, que durou ata dous anos de polémica de alto nivel intelectual. Pero Cerviño dende o xornal mantivo outras polémicas, unha delas co alcalde tudense, o conservador Hipólito Padín Diez-Robles, polo subministro de carne, chegando o alcalde a suspender por un mes o citado xornal. Cerviño publica tamén unha serie de artigos titulados “Astronomía popular” evidenciando a amplitude dos seus coñecementos.


Este grupo, agora cos renovados folgos de Manuel Lago González, crea un novo xornal cun nome ben significativo: “La Integridad”, que tira do prelo o seu primeiro número o 15 de decembro de 1888. O propio nome do xornal era xa toda unha declaración de intencións ao aliñarse, como xa vimos, co grupo político católico que promovía Ramón Nocedal . Figura como director de novo Justo Salvador Fortes. Dende o xornal promoven numerosas polémicas xornalísticas (como a mantida polo mozo seminarista tudense Martín Díaz Spuch con “El Pensamiento Galaico” de Santiago, voceiro do partido carlista en Galicia ou a intensa polémica entre Antonino Cerviño e médico Darío Álvarez Limeses sobre a conveniencia de traslado do cemiterio tudense, daquela xunto ao campo da feira no centro de Tui).  O propio Cerviño será nomeado polo bispo tudense como censor eclesiástico do xornal xunto co notario maior eclesiástico, Manuel Núñez, que fora tamén profesor do seminario tudense.

Este grupo integrista participa activamente nos Xogos Florais de Galicia celebrados en Tui no ano 1891, manifestación única de participación dos sectores políticos de Galicia, tanto conservadores como liberais, neste proxecto; unha unidade que dura escaso tempo. Os integristas serán os principais integrantes da Junta Regionalista tudense: Manuel Fernández Herba, Martín Díaz Spuch, Antonino Cerviño, Manuel Lago, Justo Salvador Fortes. Á intervención de Cerviño nos referiremos de seguido.


“La Integridad” mantiña unha rexa oposición aos políticos conservadores da zona como Ezequiel Ordoñez ou Augusto González Besada. A expresión máxima deste enfrontamento foron as eleccións de 1893 onde o grupo integrista tudense presenta como candidato a Cortes polo distrito de Tui ao seu correlexionario Fernando Fernández de Velasco, de Santander, e desenvolven unha tan importante campaña, especialmente dende “La Integridad”. O sempiterno deputado por Tui Ezequiel Ordoñez ve ameazada a súa elección e debe poñer en funcionamento toda a maquinaria caciquil para asegurar a súa victoria, que acada pois os integristas nunha hábil xogada se retiran o día anterior aos comicios.

Pero os partidos do réxime alfonsino toman nota do risco experimentado e buscarán acabar co grupo integrista tudense. Primeiro conseguen fraccionalo, ao abandonar, mesmo antes das eleccións, un dos seus principais representantes, o avogado Martin Díaz Spuch. Pero tras a victoria electoral se sucederon as multas a Fortes, Lago e o administrador do periódico, Rosendo G. Troncoso, que incluso estivo varios meses no cárcere, foi embargada a imprenta do xornal, a Tipografía Regional, etc. Pero o golpe definitivo foi o cambio de bispo na diocese; tras a  morte de Fernando Hüe Gutiérrez en 1894 chega á cátedra tudense Valeriano Menéndez Conde, un bispo posibilista e alonxado dos criterios integristas, provocando que os principais representantes deste grupo (Manuel Lago, Antonio Dávila, Victoriano Paradis, etc.) deixen o Seminario tudense e procuren outros destinos fóra da diocese, agás Antonio Cerviño que continuou na cidade e no Seminario pero sen participar tan destacadamente na prensa católica tudense aínda que sen deixar de participar en “La Integridad” como redactor, pero especialmente para puntuais polémicas (como a xa referida do cemiterio tudense e 1905) ou para a publicación, por entregas, de investigacións históricas, como unha sobre Aquas Celenas.

A esta etapa corresponden obras como “Defensa de La Coruña en 1589” (1903) e “Las guerras feudales en Galicia: Pedro Madruga y don Diego de Muros, siglo XV” (1923); deixou inédita unha obra titulada “Guerra de la Independencia. El cerco de Tuy” baseada no diario do militar tudense J. M. Ruibal.

Non cesou na súa actividade como propagandista católico en numerosos foros tanto na diocese como noutros lugares. Foi publicado un exemplo deste labor como o seu discurso “En defensa de las órdenes religiosas : discurso pronunciado por el Sr. Canónigo penitenciario de la S.I. de Tuy D. Antonio Cerviño González el día 20 de julio de 1902 en la sesión primera del Sexto Congreso Católico celebrado en Santiago de Compostela”; participa na promoción do asociacionismo agrario católico impartindo charlas polas parroquias rurais, etc.

En 1902 prologa a obra do afamado avogado e crego, que estudara en Tui, Francisco Javier Vales Failde, “La emigración gallega” onde evoca as súas vivencias co mundo emigrante en América.

Era membro de número da Academia de Historia Natural e Madrid e de Barcelona, membro da Real Academia Galega e correspondente da Real Academia da Historia.

Morreu o 2 de xaneiro de 1928 cando era Arcediano da Catedral tudense. O xornal vigués El Pueblo Gallego ao anunciar a súa morte o definie como “persona de bastante cultura, elocuentisimo orador y muy notable publicista. Fue uno de los fundadores del desaparecido diario local “La Integridad”, donde su brillante pluma colaboró de modo asiduo”.

Este mesmo xornal recolle a descrición do enterro do Arcediano tudense que dispuxo ser soterrado no cemiterio da súa parroquia natal de Areas:

Igrexa parroquial de Santa Mariña de Areas, tomado de https://upload.wikimedia.org/wikipedia/gl/thumb/e/e8/Areas%2C_Tui.jpg/800px-Areas%2C_Tui.jpg

Después de solemne Misa y funerales celebrados en la Catedral, con asistencia de autoridades e inmenso público, se organizó la comitiva fúnebre de la siguiente forma:

Abrían la marcha los alumnos internos del Colegio de los Franciscanos, siguiendo todas las comunidades religiosas y el Cabildo Catedral con cruz alzada.

Seguía formando el primer duelo, el Obispo de la diócesis acompañado de los señores Dean y Chantre.

Formaban el segundo duelo, presidido por el Sr. Alcalde de esta ciudad, el sr, juez de primera instancia e instrucción del partido, Don José María Diéz y Diéz: gobernador militar, teniente coronel Don Darío Fernández Varela; el abogado don Manuel Pino, en representación del Patronato del Hospital e Inclusa del que era presidente el finado; don Olegario Muñiz, diputado provincial de Orense, en representación del gobernador civil de dicha población; don Eriberto y don José Sabucedo, de Orense; don Vicente Riestra y don Alejandro Mon, de Pontevedra; don Manuel Caramés, delegado de Hacienda, y don Ignacio Nogueira.

El tercer duelo lo constituían los profesores del Seminario Conciliar, presididos por el vice-rector, don José Muñíz.

Formaban el cuarto duelo los Capitulares de la Catedral de Orense, señores Refojo, Magistral; Fernández, Penitenciario y Labayen, Lectoral.

A continuación iban también en representación del Seminario Conciliar de Orense, lo señores Reinaldo e Iglesias; don Emilio Vázquez y varios señores párrocos de la diócesis de Orense.

Y por último, una verdadera multitud de personas de todas clases sociales de esta ciudad, Orense, Vigo y Pontevedra; cerrando la comitiva una interminable serie de automóviles.

En las afueras de la ciudad se hallaba dispuesta la carroza fúnebre que había de conducir los restos mortales del señor Cerviño al cementerio de Santa Marina de Areas, parroquia de donde era natural el finado; pero a ruego de los vecinos de dicha parroquia se retiró dicha carroza, siendo conducida la caja mortuoria por los vecinos de Areas hasta el cementerio de esta parroquia, distante unos dos kilómetros de esta ciudad.

Recuperemos, finalmente, o fío deste post que era rememorar, no aniversario dos Xogos Florais de Galicia de 1891, o sermón pronunciado por Antonino Cerviño na Catedral tudense e que tivo naquel intre unha singular significación. Algún autor incluso relaciona este feito coa sua renuncia á maxistralía do Cabido tudense recentemente lograda ao presentarse, din que presionado, á praza de cóengo penitenciario.


Aquel sermón foi publicado no periódico “La Patria Gallega” de Santiago nos números 7 e 8 correspondentes ao 15 de xullo de 1891. O texto vai acompañado dun prólogo que envía Antonino Cerviño ao director do xornal introducindo ao seu sermón. Resulta asi evidente o impacto que o mesmo tivo naquel momento. Aínda que pronunciado en castelán o contido do mesmo, dunha afervoada defensa do “rexionalismo” polo maxistral da catedral tudense de seguro que suscitou importantes reaccións que obrigan a esta xustificación do cóengo tudense:

Mi sermón fue un sermón regionalista, asi lo calificaron y así lo quise yo hacerlo. Y si me preguntan porque soy un regionalista, pregunta que me hizo un amigo, contestaré porque quiero mucho a mi patria y siemptre he estado palpando sus desgracias (...) Pero yo , que he viajado bastante que por mi ministerio me he mezclado con todas las clases y anduve confundiso entre los dolores de mis hermanos, he llegado a adquirir la convicción de que ningún pueblo es tan desgraciado como el gallego, y ninguna clase más digan de lástima que el labrador de nuestros campos. Y he aquí la priemra causa de mi regionalismo (...) Yo veo, este abandono, esta injusticia irritante con que nos tratan los gobiernos, ese centralismo que nos arranca el jugo y la savia de la vida, que nos deja en la miseria y clamo en el fondo de mi corazón al Dios del cielo, que nos envíe el remedio a tantos males (...) llevamos en el corazón una espina , que debe interpretarse como el ansía de una nueva existencia, por un deseo de que Galicia se emancipe, y viva vida libre e independiente, aunque ligada a la madre patria por lazos de familia y parentesco y para defensa de los derechos comunes. No son menos peligrosas las llagas del alma. Una política corrupta ha extraviado las ideas; han invadido este suelo costumbres extrañas, y los sentimientos empiezan a pervertirse, perdiendo con la fe y la inocencia, nuestro caracter y nuestra virilidad. Un pueblo que reniega del modo de ser de sus padres, que renuncia al legado de sus mayores, es un pueblo muerto.

Por eso para evitar la muerte de Galicia, yo soy regionalista. La segunda causa que me hace figurar al lado de los que levantaron la bandera del regionalismo, es porque me enamora nuestra dialecto (...) el castellano expresará muy bien lo que allá se siente, lo que allá se piensa, pero no puede expresar los que sentimos y pensamos los gallegos: eso solo puede expresarlo nuestra habla, que es brote de nuestra naturaleza, es la expansión de nuestra alma y la manifestación viva de nuestros sentimientos (...) Por esto y por algo más soy regionalista. Esto explica también, por si alguien se extraña, la forma por ventura inusitada de mi sermón, que no está  ni mucho menos despojado del tono religioso de los sermones cristianos.

Catedral interior, autor: Otto Wunderlich (1886-1975)

O sermón foi pronunciado na catedral tudense o 25 de xuño, como sermón da festividade de San Telmo que se acordara trasladar a esta data para maior realce dos Xogos Florais. A capela da Catedral, dirixida polo mestre Manuel Martínez Posse, interpretou a misa solemne de M. Rossi. Do seu sermón extractamos algunhas frases máis significativas:

Son la Iglesia y la Patria los que hoy entonan himnos y celebran las grandes figuras de nuestra historia y los héroes de su pasado venerable, porque son la Iglesia y la literatura los que ensalzan en este día nuestras grandes glorias (...) Hoy acuden a este sitio, por mágica voz atraídos, los entusiastas hijos de nuestro país, a recordar en nuestra misma dulce, rica y armoniosa lengua, bien las hondas desventuras que nos trabajan, bien las alegrias que raras veces  inundan los corazones de los habitantes de esta tierra, tan poética como desgraciada (...) Porque Galicia si sabe inspirarse en esos recuerdos y en su historia, si sabe sacar partido de los elementos con que la dotó la Providencia debe alzarse regenerada y gloriosa, a la par o a mayor altura que las demás provincias, que hasta hoy la tuvieron relegada al olvido y al desprecio (...)

Si las naciones y los pueblos, ramas tal vez degeneradas y entecas de nuestra raza, nos despreciaron un día por resignados y sufridos, aunque altivos siempre ante el honor ofendido y la honra mancillada, Dios ha querido concedernos , entre las muchas que esmaltan nuestra historia, dos glorias, superiores a cualquier otra, dos glorias que nos llenarán siempre de legítimo orgullo y que no pueden disputarnos nuestros encarnizados enemigos (...) dos héroes que harán siempre inmortal a Galicia, porque donde quiera serán invocados y se pronunciarán con amor y veneración los nombres de Santiago y San Pedro González Telmo.

Por eso no considero pura casualidad la celebración en la ciudad de Tuy de las primeras fiestas regionalistas, fue, si, un designio de la Providencia en que aqui tuviera lugar el primer torneo de la poesía gallega, fue el dedo de Dios quien movió la bola de la suerte, para que aquí sonaran los primeros acentos de resurrección, pues por derecho correspondía que estas grandes iniciativas partiesen de la tumba de aquel a quien por ley toca ser el mentor de nuestros destinos. Telmo glorificó a Galicia, viviendo para ella, consagrándose a su dicha, a su propiedad y a su grandeza y por esto han venido aqui los vates y los cantores de este suelo a ser coronados y recibir el premio de sus victorias. ¡Cantad, vates, cantad a Galicia, sus glorias, sus bellezas, sus auras purísimas, sus cielos transparentes, (...) su idioma dulcísimo, todo lo que en ella es bello y encantador, que todo lo que aquí vive, lo que aquí respira y alienta, es grande, es sublime y digno de vuestra inspiración! (...)

Galicia resucitará y hoy comienzan a reanimarse sus cenizas al eco de estos cánticos patrióticos, hoy comienzan a marchar con paso firme y robusto por el camino de su engrandecimiento y de su ventura.

¡Patria, patria! ¡Se grande, se feliz! Lábrate, oh Galicia, envidiado porvenir cultivando los recuerdos de tu pasado, saludando con entusiasmo el perdón de sus mayores, invocando tus venerandas tradiciones, acordándote de tus caudillos en la fe, postrándote ante la tumba de tus héroes!.

O xornal compostelano “La Patria Gallega” recolle coas seguintes palabras a transcendencia do sermón de Cerviño González: la nota saliente, el gran suceso de la función fue el sermón predicado por el Magistral D. Antonino Cerviño, individuo de la Junta regionalista. No tenemos palabras con que encarecer la elocuencia arrebatadora, la dicción correcta, la galanura y el acento persuasivo del Sr. Cerviño. Un concurso numeroso de fieles estaba como en suspenso de sus labios. Baste decir que el Sr. Cerviño hizo la oración fúnebre de Rosalía de Castro, consagró la doctrina regionalista desde el púlpito, como expresión de la verdadera libertad de las naciones y demostrando que la religión no se oponía en nada al verdadero regionalismo.

A la sacristía fueron a felicitar al Sr. Cerviño, lo más granado de la sociedad tudense, los individuos del Cabildo, y el Consistorio de los Juegos Florales en pleno. El triunfo y el éxito del Sr. Cerviño han sido completos: el regionalismo le es deudor de una tan gran victoria que no sabrá nunca agradecerle bastante.

Este sermón foi publicado polo seu autor no ano 1891 co titulo de “Sermón de San Pedro González Telmo, predicado por el Iltre. Sr. Magistral de la S.I.C. de Tuy, Don Antonino Ceviño, con motivo del primer certamen de los Juegos Florales gallegos celebrados en la misma ciudad el día 24 de junio del presente año 1891”.Foi publicado tamén como xa referimos en “La Patria Gallega”, nº 7 – 8 (15 de xullo de 1891).

Foi das escasas intervencións que dende a xerarquia católica se realiza, naqueles anos, a prol dunha política rexionalista para Galicia. Realizada neste caso dende unhas posicións integristas pero que atopaban na defensa das tradicións e da identidade de Galicia a defensa dos ideais católicos fronte ao liberalismo que consideraban alleo a esta identidade. Nesta mesma liña afondará tamén outro dos membros deste grupo tudense e con importante protagonismo naqueles Xogos Florais, Manuel Lago González, que andando os anos será bispo de Osma e Tui e finalmente arcebispo de Santiago de Compostela.

Espero, con estas notas, recuperar para a memoria local o nome deste egrexio tudense, Antonino Cerviño González, descoñecido hoxe por moitos dos tudenses.

José María Fernández Alonso, emigrante en Porto e mecenas da escola da Gándara-Guillarei

$
0
0

Galicia foi e, por mágoa, segue sendo unha terra de emigrantes. Aínda que os procesos migratorios das xentes do sur de Galicia, por centrarnos no territorio tudense, comezaron coa procura de novos horizontes en América no século XVI, con figuras tan destacables como Gonzalo de Ocampo, houbo un fluxo constante dende o século XVIII que levou a moitas xentes das nosas comarcas a migrar a Portugal, concretamente a súa capital Lisboa.


Dende finais do século XIX os países de Sur América, especialmente Arxentina e Brasil xunto con Cuba (substituída na segunda metade do século XX por Venezuela) centraron os fluxos migratorios, que posteriormente mudaron cara outras zonas de España con maior desenvolvemento (Madrid, Barcelona ou Bilbao) ou de Europa (Alemaña, Holanda ou Suíza). Na actualidade o movemento migratorio dos nosos mozos ten xa unha dimensión global na procura das oportunidades que non lle ofrecemos na nosa terra.

O fenómeno da emigración galega ten sido analizado en numerosas oportunidades por historiadores, sociólogos, economistas, antropólogos, etc. e ten deixado no último século e medio unha pegada fundamental na conformación de Galicia, que excede, con moito, as pretensións deste post.

A inmensa maioría dos nosos emigrantes tiñan a pretensión, amplamente cumprida, de retornar de novo á terra, coa que mantiñan unha vinculación emocional permanente, expresada especialmente no amplo entramado asociativo desenvolvido nos países de acollida. Asi en Buenos Aires foi creada o 20 de maio de 1917 a “Casa de Tuy, Asociación Mutual, Cultural y Recreativa”, o 12 de febreiro de 1922 foi creada tamén na capital arxentina a “Unión de Residentes de Caldelas de Tuy” tamén coñecida como ‘Sociedad Hijos de Caldelas de Tuy y contornos de Buenos Aires’ ( na actualidade existe “Tuy Salceda, Asociación Mutual Cultural y Recreativa”, xurdida tras a fusión en 1976 da Asociación “Casa de Tuy” e da Sociedade “Centro del Distrito de Salceda de Caselas”, incorporándose posteriormenete a Asociación Caldelas de Tui e a Asociación Galicia en Buenos Aires).


Unha das actividades á que dedicaron especial atención os emigrantes galegos enriquecidos no mundo da emigración foi a creación de escolas nas súas localidades de orixe, como o modo mais efectivo de contribuír ao progreso de Galicia e as súas xentes.

Un dos destinos destas remesas, o que deixou maior pegada no desenvolvemento da sociedade e da cultura galegas, concretouse na esfera educativa. Tivo como beneficiarios directos os seus veciños, xa que contribuíron a configurar a primeira rede escolar galega.

Esta intervención no proceso de equipamento de escolas en case toda Galicia debeuse en boa medida a unha situación de graves deficiencias. Moitos emigrantes sentíronse solidarios coa eiva educativa que existía en Galicia. Este foi o xermolo do envío de remesas para a creación de escolas instrutivas experimentadas polos propios emigrantes, que con frecuencia padecían un alto grao de analfabetismo. Cando chegaban a América atopábanse nunha situación de clara inferioridade no mercado laboral pola súa escasa cualificación académica e profesional, e víanse obrigados a aceptar os traballos máis ingratos, penosos e peor pagados. A súa experiencia americana levounos a concienciarse de que a educación era fundamental para conseguir mellorar a súa condición no país de acollida. O ensino converteuse así nun vehículo rexenerador e nun resorte de transformación social.

Foron un total 356 escolas promovidas polos emigrantes, os indianos, en Galicia. Destaca amplamente o partido de Viveiro con 57, seguida a certa distancia polo de Betanzos con 27, o de Ribadeo con 24, o de Mondoñedo con 23, o de Ortigueira con 20 e o de Vilalba tamén con 20 centros escolares. A maior distancia aínda aparecen os de Pontedeume e Ferrol con 11 e 6 escolas respectivamente. Na Galicia meridional, as Rías Baixas presentan as maiores cantidades nos partidos de Tui con 11 escolas, Vigo con 9, ou Cambados-Vilagarcía con 8 escolas, namentres na Galicia interior, no de Ourense concorren 16 escolas, o de Lalín con 13 e o de Sarria con 8 escolas vinculadas ao mundo indiano.

No Baixo Miño coñecemos as achegas dos emigrantes para os seguintes centros educativos:

-        Colexio Escola de San Xosé – Colexio das Carmelitas na Guarda, fundado polo legado de Vicenta Rodríguez Cachada relacionada coa emigración a Puerto Rico

-        Escola da Fundación Peirópolis, en Estás, promovida polo emigrante en Brasil, Abdón Alonso Alonso

-        Escola de Cristelos, promovida pola Protectora de Barrantes, Pro-Instrucción, Fomento y Protección Mutua, sociedade creada polos emigrantes na Arxentina, un dos seus principais promotores foi Daniel Calzado, que sería á volta da emigración alcalde de Tomiño.

-        Escola “Unión del Provenir” en Taborda e Piñeiro, promovida por “Unión del Porvenir. Sociedad de Instrucción y Recreo”  creada polos emigrantes destas parroquias en New York.

-        Escola de Entenza, promovida pola Sociedad de Fomento y Educación Hijos de Entienza, que impulsaron en Buenos Aires Manuel Pérez Gándara e Salvador Estevez.

Pero a principal institución foi a creada en Tomiño impulsada sociedade de instrución Aurora del Porvenir de Río de Xaneiro, creada en 1912, que fundou unha escola nun local cedido pola Sociedad de Obreros y Agricultores de Figueiró y Estás, en 1923. Alí, coa contratación de mestres de recoñecida valía como Enrique Lobit Callejas e José Ares Sánchez e a dotación de material educativo do máis moderno, implantou un plan pedagóxico de graos no que se primaba a aprendizaxe práctica e directa mediante a experimentación e que logo trasladaría ás aulas do seu propio edificio.

En Vida Gallega, 31-12-1916

En 1927, iniciaron as obras do novo edificio nun extenso terreo mercado pola entidade no lugar da Telleira de San Bieito en Tomiño. Ademais do edificio, habilitaron un gran campo de recreo onde os alumnos realizaban numerosas actividades ao aire libre e varias hortas para as clases prácticas de agricultura.Este centro escolar foi inaugurado en 1931 e contou tamén coas achegas de Abdón Alonso Alonso. Contaba con modernas instalacións, con espazos para o estudo e tamén para as prácticas, e enseguida colleu fama en toda a bisbarra como un centro moi innovador. Antón Alonso Ríos foi nomeado director do centro e impuxo os métodos pedagóxicos máis avanzados.

Non podemos deixar de mencionar, por proximidade xeográfica, as Escolas Pro-Valle Miñor, promovidas pola Unión Hispano-Americana Valle Miñor, que foi un dos grandes complexos educativos promovidos pola emigración en Galicia.

Todas estas experiencias remataron no ano 1936 co levantamento contra a II República, aínda que moitos edificios continuaron con centros escolares agora controlados polo Estado.

No concello de Tui só coñecemos unha escola promovida pola emigración. É a escola de A Gándara en Guillarei, que no proxecto de escolas de indianos en Galicia do Arquivo da Emigración Galega do Consello da Cultura Galega ( http://mapas.consellodacultura.gal/escolas/) sinala que foi financiada por Rosendo Fernández Alonso, cando en realidade o seu nome é José María Fernández Alonso.

A parroquia de Guillarei tiña un amplo número de veciños na emigración, e posuía importantes dinámicas sociais. No ano 1901 é fundada en Guillarei a primeira Sociedade de Agricultores, na que ten especial protagonismo a Sociedade Obreira tudense, fundada dous anos antes, pois será o canteiro Ramón Castiñeira o primeiro presidente fundador da Sociedade de Guillarei, nun exemplo do impulso que os membros socialistas do movemento obreiro realizan  como axentes mobilizadores do campesiñado. Entre 1903 e 1905 foron creadas ata 13 entidades agraristas en Tui, Salceda, O Porriño e Tomiño co nome de Sociedades de Obreiros Agrícolas. As agrupación tudenses constituirán o 1 de maio de 1904 a Unión General Agrícola con residencia na parroquia de Areas. Andando os anos Guillarei, coas mortes provocadas pola mobilización antiforal en Sobredo de 1923, seguirá como vangarda deste movemento societario. A forza que acada o movemento agrarista levará que os partidos tradicionais e a Igrexa se acheguen ás súas inquedanzas e reivindicación. A Igrexa promoverá sindicatos agrarios católicos, a formación dos agricultores e a promoción de iniciativas societarias e cooperativas. No caso tudense, o ordoñismo que controlaba a vida política da comarca comeza a preocuparse polo agrarismo, achegándose as organizacións (por exemplo, o deputado Mariano Ordoñez será presidente de honra de catro destas asociacións agrarias) pero sen lograr nunca acadar o seu apoio, pois encarnaban os vellos vicios caciquís.

Monumento aos Mártires de Sobredo, obra de Camilo Nogueira

Descoñezo se foi o caso da Sociedade de Guillarei, pero en moitas oportunidades estes colectivos agraristas recibían apoio do mundo da emigración nas súas reivindicacións e campañas antiforais.

Neste contexto temos de situar o mecenzgo de José María Fernández Alonso. No libro de actas de plenos do Concello de Tui conservamos o relato da sesión do Pleno da Corporación Municipal de 24 de xullo de 1916, presidido polo Alcalde Servando Albuerne onde se recolle o seguinte:

En el barrio de la Gándara de la parroquia de Guillarey término municipal de Tuy a diez y ocho de julio de mil novecientos diez y seis. Presentes Don José María Fernández Alonso, casado, mayor de edad natural de la parroquia de Guillarey y residente actualmente en la ciudad de Oporto (Portugal), a presencia de las autoridades del término de Tuy y numerosa concurrencia dice: Que en terreno concedido por el Excmo Ayuntamiento de Tuy en este barrio de la Gándara, construyó un edificio formado de piso alto y bajo destinado para local de enseñanza de niños y deseoso de hacer el bien a sus coterráneos dona y cede gratuitamente para que sirva de local para enseñanza de niños en esta parroquia de Guillarey; con la condición de que  si durante el plazo de dos años, ahora o en lo venidero dejara de prestar el tal servicio volvería el edificio a la pertinencia de la familia del donante y lo propio si intentara dar al dicho edificio otra finalidad diferente de la enseñanza. Y el Alcalde accidental, Don Alejo Diz Jurado, en representación del Ayuntamiento de Tuy acepta la generosa dádiva del señor Fernández, consignando que en el improbable caso de tener que indemnizar al Estado el valor del solar el Ayuntamiento asumiría esta obligación. En su consecuencia, se extiende este documento ante mi Secretario del Ayuntamiento de Tui que firman además del señor donante y alcalde, los señores Don Mariano Ordoñez García, diputado a Cortes por el distrito de Tuy, don Amancio Presa Martínez, cura ecónomo de esta parroquia, Don Benito Ulloa Sotelo, Juez de primera instancia de este Partido: Don Gerardo Álvarez Limeses, Inspector de primera enseñanza; Don José Sarmiento Ozores, diputado provincial; Don Antonio Gómez Lago, concejal de este distrito y Don José Herraiz Ruibal, abogado, testigos presenciales de los hechos y manifestaciones que quedan consignadas de todo lo cual certifico (siguen las firmas).

Atenta la Excma. Corporación a la liberalidad que significa el documento que  acababa de leerse, y al hecho merítisimo en el que no resalta menos la obra de cultura que la demostración de un elevado patriotismo no entibiado por la ausencia ni la distancia, acordó por unanimidad consignar en esta acta un voto de gracias dedicado al distinguido hijo de la parroquia de Guillarey, Don José María Fernández Alonso, como testimonio de gratitud por la donación del edificio construido a sus expensas en el lugar de Gándara de aquella parroquia y entregarlo por dicho señor al Ayuntamiento para ser dedicado a escuela nacional de niños.

Se acordó igualmente, le sea participado oficialmente este acuerdo, sin perjuicio de gestionar lo conducente cerca del Excmo Sr. Ministro de Instrucción Pública y Bellas Artes, a fin de que generosidad tanta, se reconozca también y premie con la merecida condecoración de Alfonso XII.

José María Fernández Alonso, natural de Guillarei emigrou como tantos outros dos seus veciños a Portugal e na cidade de Porto logrou, en base a moito traballo e esforzo, unha boa posición económica e quixo promover o desenvolvemento da súa parroquia natal financiando, como acabamos de ver, a construción desta escola para os nenos de Guillarei. Aínda que temos procurado máis datos sobre este emigrante non fomos quen de completar a súa biografía.



Na actualidade o edificio foi modificado da súa inicial estrutura e é sede da asociación cultural “Lembranzas da terra”.

Recuperar a José María Fernández Alonso como un exemplo de compromiso coa terra e de mecenazgo xeneroso a prol da súa parroquia, supón rescatar do esquecemento a un tudense que contribuíu co seu peculio á promoción das xentes de Guillarei e de Tui.

 

Viewing all 229 articles
Browse latest View live